La trayectoria de Nicolás Maduro
se parece mucho a la de Manuel Noriega. Hasta tienen las mismas iniciales, NM o
MN, ya que el orden de los factores no
altera el horror de sus crímenes. La única diferencia es que Maduro nunca ha estado,
que sepamos, en la nómina de pago de la CIA, como lo estuvo Noriega cuando
proveía de armas a los Contras en Nicaragua. De resto sus trayectorias se
parecen mucho. Noriega llegó al poder al morir Omar Torrijos, de manera misteriosa,
en un accidente aéreo. Noriega parece haber estado involucrado en esa muerte.
Maduro llegó al poder al morir el sátrapa Hugo Chávez y Maduro estuvo
involucrado en esa muerte, ocurrida en La Habana en circunstancias nunca
debidamente explicadas, en un momento en el cual Maduro – títere de los Castro –
parecía ser más aceptable para los cubanos que la patética figura agonizante, a
la cual se podía descartar como un condón usado. Noriega aprovechó la muerte de
Torrijos para montarse en el poder y comenzar su enriquecimiento por medio del
tráfico de drogas. Maduro se montó en el poder cometiendo fraude electoral,
falsificando la firma del moribundo y emprendiendo, como Noriega, una vida marcada
por el tráfico de drogas, el robo, la represión y el progresivo desafío en
contra de los Estados Unidos. Así como Noriega duró en el poder unos seis años,
así Maduro durará en el poder unos seis años. Durante esta etapa Noriega se enriqueció
de manera obscena. Maduro también lo ha hecho, amparado en los grandes
contratos concedidos a Odebrecht, la corrupta empresa brasileña que sobornó
profusamente al chavismo y cobró miles de millones de dólares al régimen por
trabajos nunca debidamente ejecutados.
En el caso de Noriega su caída
fue precipitada por la muerte de un soldado de los Estados Unidos a manos de un
guardia panameño, lo cual le dio a los estados Unidos la excusa para invadir a
Panamá. En Venezuela el proceso ha sido más complejo y ha requerido una
cuidadosa planificación conjunta de países de la región, incluyendo USA, Colombia
y Brasil, entre los más importantes. Hasta ahora la batalla abierta o la
invasión militar han sido remplazadas por un cerco, por el estrangulamiento
progresivo del régimen, lo cual es un proceso más largo pero menos cruento.
Pero la razón fundamental de la caída de ambos
dictadores es la misma: el grado de corrupción y de represión a la cual habían
llegado sus respectivos regímenes, los cuales llegaron a ser universalmente
odiados, excepto por quienes se beneficiaban directamente de la corrupción y el
abuso de poder. La diferencia entre los dos procesos ha sido el contenido
ideológico del chavismo, el cual ha arrastrado a muchos compañeros de ruta en
otros países, para quienes no hay dictadura
de izquierda mala, no importa cuán corrupta e ineficiente y cuanta miseria
imponga en sus países.
El final de la historia de
Noriega fue su muerte en prisión, después de años de encarcelamiento. El mismo
fin se avecina para Maduro, porque no hay transacción posible para él, no hay negociación
que le pueda dar la libertad para vivir tranquilo en algún remoto lugar del
planeta, disfrutando de sus dineros mal habidos. Los crímenes de lesa humanidad
ni prescriben, ni son negociables, ni pueden ser objeto de amnistía por autoridad
alguna, porque ello violaría las leyes internacionales aceptadas por el mundo
civilizado. Y lo que se avecina para Maduro también se avecina para los 600
miembros principales de su pandilla: el castigo. Sin justicia el país corre el
riesgo de verlos de regreso en pocos años, apoyados en sus dineros sustraídos
al pueblo.
¿Quieren un ejemplo? Rafael Ramírez
Carreño, a quien el país conoce como uno de los principales agentes de
destrucción de PDVSA, acaba de decir que él será candidato a la presidencia “si
cambian el actual Consejo Nacional Electoral”, el mismo organismo que apoyó por
años y que ahora, por arte de magia, le resulta inaceptable. El país debe estar
alerta ante estos intentos de regreso al poder por parte de las viudas de
Chávez.
Es un momento clave para que superemos al comunismo inyectado por Fidel Castro en los 60. Estos chamos podrían ser la primera generación que tenga poder en Venezuela cuyo odio por Fidel Castro sea inversamente proporcional a su afecto por el libre mercado y la dolarización absoluta, lo único que salvará a Venezuela en el Marco Económico volcado en la próxima década. Los Ramírez y otros desechos tóxicos del chavismo tienen un solo destino: el basurero de la historia.
ResponderEliminarQue viva Juan Guaido, nuestro Joven y Valiente Presidente.
ResponderEliminarCuidese Juan, no se exponga ni usted ni su familia, que cualquier chavista loco puede atentar contra usted. Ya usted salio y dio la cara. Es hora de protegerse mucho, pero mucho mas. Sabemos ya que usted es super valiente.
Saludos
El Cabo Reyes
Cuestion de horas. Fuente: presidente de Colombia Ivan Duque. Ojalá no puedan fugarse.
ResponderEliminarPara éste blog y libros me parece acertada está cronología fronterizas colombo-venezolanas:http://pedrogrima.blogspot.com/2010/08/cronologia-de-agresiones-de-colombia.html?m=1
ResponderEliminarDe veras que muy interesante, faltando mucho por contar...
Quién sabe del libro gordo de Petete? Digo, quién sabe del libro NEGRO de las atrocidades cometidas por Marcos Pérez Jiménez? Sólo se de cuentos de castigos fïsicos un poco más que lo común y para lograr confesiones a veces falsas por la tortura tan cruenta y más que "water boarding"!
El juego de Maduro y acompañantes y aparente calma y control viene muchas dados por hacer lo que hacen hasta ahora dentro de varias posibilidades y algunas aún de no necesitar de perder el control de los militares o de huir con éxito!?
ResponderEliminarFalta poco o mucho? Será más de lo mismo aún con otro chavista?
https://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2019/01/jaque-perpetuo-jaque-mate.html?m=1
Hay muchos rumores. Acabo de ver un video en el cual se dice que se le da hasta el domingo a Maduro. Y segun el video, la respuesta es concentrar tropas en Caracas. Para que? Para provocar bombardeos y destrucción. No he tenido manera de saber si esto es cierto pero no sería extraño dada la maldad de estos sociópatas que así castigarían a Caracas e intentarían un final para alimentar la basura propagandística comunista
ResponderEliminarA donde vas, Nicolas? Donde has puesto el dinero robado? Hay una casa en Havana? Hasta luego!!!
ResponderEliminarLos comunistas destruyen a todo y no quieren salir porque se creen los "salvadores."
ResponderEliminarAmigo: desde años atras he visto su dolor y frustracion por la destruccion de su pais por esa pandilla de descerebrados, y tambien la esperanza por verlo libre nuevamente...desde Guatemala mi admiracion...la libertad esta cerca....castigo a los que tanto daño han hecho!
ResponderEliminar”¡Zurros y Hurras!", El Periodicucho de la Militancia
ResponderEliminarSección de Humor: Erotismo Ideológico Bolivariano
LA CACHIPORRA DEL MILICIANO
Un reportero brasileño fue a Caracas con la misión de registrar las actuales manifestaciones contrarias y pro de la permanencia de Nicolás Maduro en la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela.
Admirador y motivado por la causa bolivariana, tan pronto llegó en Caracas él salió para caminar por las calles y plazas, para reconocer el ambiente en que iba a desarrollar su trabajo.
En las proximidades del Palacio Miraflores, sin querer chocó en un miliciano integrante de la Milicia Nacional Bolivariana. Pidió disculpas y, mientras miraba los ojos del miliciano, dio un guiño.
"¡Caracas!", fue lo mismo que buscar cuerno en cabeza de potro selvaje. La cachiporra del miliciano cantó bien en el centro del trasero del reportero, que no soportó el dolor y cayó en posición fetal, empezando a gemir.
El gemido era estraño. Parecía el sonido de los maullidos de decenas de gatos y gatas en el celo. Hasta que el Nicolás Maduro oyó allí en el Palacio y, desde la ventana del gabinete presidencial, gritó:“¡Capturan y castra a todos esos malditos gatos y gatas yankees!”
Al oír al presidente Maduro, el reportero dejó de gemir, se levantó y fue detenido y esposado por el miliciano, que lo llevó a un viejo edificio en las cercanías del palacio.
A medida que era interrogado, sufriendo amenazas y ofensas inenarrables, el miedo aumentaba y el temblor aún más. Ya imaginaba que su vida estaba cerca del fin, cuando uno de los milicianos gritó, "¡Paren con el interrogatorio!". Y, dijo, "Hay un importante documento entre las páginas del pasaporte del brasileño". Este fue un momento inolvidable para el reportero, una luz de esperanza iluminando su vida y aquel oscuro y fétido ambiente. ¿Qué importante documento sería ese?
Ni el propio reporter recordaba que había traído tan abonadora referencia ideológica: la tarjeta de miembro de la Asociación Internacional de Periodistas Latino Americanos Admiradores del Bolivarianismo - AIPLAAB, que había recibido de Evo Morales, por su participación en un congreso sobre los principios orientadores de la prensa bolivariana, realizado en La Paz, Bolivia.
Él fue prontamente liberado, sin antes ser advertido por el jefe de la Milicia: “Si se flagran haciendo entrevistas, o fotografiando manifestaciones de opositores, o transmitiendo imágenes y textos, será arrestado y condenado por espionaje. Si desea ponerse en contacto con alguien en su país, que haga ahora y en mi presencia”.
El reportero, aún desconcertado y tembloroso, miró a aquel miliciano en quien había chocado. Para su alivio, ese mismo miliciano le ofreció un vaso de agua, muy gentilmente. Él bebió el agua. Si se llenó de coraje, agradeció con un guiño y se recompuso. Recibió sus documentos y el smartphone de vuelta. De inmediato, envió un mensaje por el WhatsApp reportando lo ocurrido al redactor jefe de su periódico, que recomendó regresar a Brasil lo antes posible.
Él quería mucho permanecer unos días más en Caracas, pero obedeció. Dos días después, llegando a la redacción, conversó y tomó un cafecito con sus colegas y se dirigió a la sala del redactor jefe. Mal relató la experiencia vivida en Venezuela, y ya solicitó la concesión de diez días de vacaciones. Indagado sobre el porqué de esas vacaciones no programadas, confesó que deseaba ir a Venezuela y, dejando bien claro: "En la condición de turista, no olvidaría llevar la tarjeta de la Asociación AIPLAAB, pero no llevaría el smartphone y la cámara fotográfica! "
El jefe, aparentando una mezcla de irritación y celos, preguntó si el motivo no sería de naturaleza afectiva. Con un guiño y acento con la cabeza, él confirmó. El jefe justificó que no podía liberarlo para vacaciones, dio un guiño y prometió regalarlo con una cachiporra bolivariana, "Hecho en Cuba"!
Karl Zefiro
SP, Brasil
Hoy lei, para mi preocupación, que la entrada de la ayuda humanitaria será efectuada por militares venezolanos retirados y en el exilio. No se si interviene la Cruz Roja. Si no hay acompañamiento de una vez de fuerza extranjera, me temo un escenario tipo bahía de Cochinos, si Trump, tan imprevisible, repite la conducta de Kennedy y se echa para atrás. Eso sería una catástrofe.
ResponderEliminarLa época es otra pero yo vi al usurpador muy resteado en la entrevista con el periodista español. Ignorante, mentiroso, bobo y nervioso pero con la determinación del sociópata adoctrinado en Cuba que ve como su tarea cumplir las órdenes emanadas de La Habana.
Hay nucho triunfalismo y celebración anticipada, pero se está desperdiciando el momentum. Espero que lo leído sea desinformación y que esto culmine como todos esperamos y anhelamos. Mucho tino y temple.