El gobierno de Juan Guaidó está rodeado de gente excelente y merece todo
nuestro apoyo. La salida del usurpador de Miraflores luce ya inevitable.
En este momento hay grupos de talentosos venezolanos estructurando planes
sectoriales para la nueva Venezuela: planes petroleros, económicos, políticos. No tenemos
dudas de que el gobierno democrático de Venezuela arrancará con buen pie, a
pesar de la situación de ruina generalizada que enfrenta la Nación, después de
20 años de crímenes en su contra y de los abusos de poder del
chavismo/madurismo.
Sin embargo hay un aspecto fundamental de la nueva Venezuela del cual nadie
parece estar hablando y al cual deseo referirme, porque si no lo hacemos parte
de una política de Estado a corto,
mediano y largo plazo, no habrá nueva Venezuela que valga.
Comenzaré con un ejemplo: el edificio que será la nueva Venezuela está
comenzando a construirse. Existen bellos diseños arquitectónicos y abundantes
técnicos de toda especialidad dispuestos a colaborar en la construcción. Sin
embargo, se sigue descuidando la atención a la calidad de los materiales a ser
utilizados en la construcción. Para que el edificio se mantenga en el tiempo,
sin derrumbarse, requerirá de materiales de construcción de primera calidad.
Pregunto: ¿Quién está pensando en los ladrillos que servirán de
sustentación al edificio? En el pasado
varios de los edificios de la Venezuela democrática se vinieron abajo porque no
estuvieron construidos con materiales de buena calidad. El gobierno de nuestro
reverenciado Rómulo Gallegos se derrumbó en pocos meses porque nadie acudió al
llamado que se hizo para defender al presidente
humanista, elegido por abrumadora mayoría. De similar manera los
gobiernos democráticos de la etapa 1958-1998 se vinieron abajo al final del
siglo XX porque fueron progresivamente carcomidos por la corrupción y la
mediocridad. El macabro edificio de Chávez y Maduro se derrumba hoy porque sus
cimientos estaban podridos y sus bases construidas con materiales de desecho
importados desde la Cuba castrista.
Pero nadie parece estar interesado en hablar de los ladrillos. El tema no
es glamoroso. No es “sexy”. Elaborarlos
de buena calidad toma demasiado tiempo. Pocos compatriotas están dispuestos
para una labor de largo aliento, cuyos resultados no serían inmediatos ni darían
rápidos dividendos políticos. Cuando yo
era Secretario de Planificación del Estado Carabobo, en los años 90, fui a
visitar a un alcalde de un pequeño municipio de ese Estado, quien insistía en
construir un estadio en su pequeña población, cuando lo indispensable eran las
cloacas. Al final de nuestro largo debate me dijo: “Mire, ya está bueno de
discusión. Mi problema es que las cloacas no se ven”. Hasta hace poco tiempo ese señor todavía era
alcalde.
¿Cuáles son los ladrillos de buena calidad indispensables para construir un
edificio social y político que no se derrumbe al poco tiempo? Los buenos
ciudadanos. Esa es la tarea sine qua non
para construir una Venezuela realmente viable. Pero este concepto
asombrosamente sencillo de convertir al gentío en buenos ciudadanos no se puede
lograr en uno o dos años sino que
tomaría dos generaciones y requiere una labor perseverante en el tiempo, la cual
no podrá descuidarse jamás, de la misma manera que un diabético requiere de
insulina o un hipertenso necesita de medicamentos anti-hipertensivos por toda
la vida.
Tengo años tratando de vender esta idea de una fábrica de ciudadanos. Mis
esfuerzos han corrido la misma suerte del buen señor que en las reuniones de
FEDECAMARAS de antaño se paraba a hablar de la industrialización del mangle.
Cuando se dirigía hacia el estrado se generaba una estampida de los asistentes
hacia el cafetín. “Que fastidio, vámonos”, decían algunos, mientras otros se
reían. Una idea probablemente excelente había sido condenada de antemano,
enviada al paredón de lo superfluo. No era sexy, no daba caché, no era
“importante”.
La verdad es que convertir al gentío venezolano en buenos ciudadanos
activos no solo es una tarea posible sino de éxito garantizado, si se lleva a
cabo como debe ser, trascendiendo los ciclos políticos, de manera perseverante,
sistemática, con todo el respaldo que le daría una política de estado, no
importa como se llame el presidente o la presidenta, asegurándonos que quien
venga después continuará el esfuerzo porque se trata de un asunto de vida o
muerte. El Plan ciertamente no es tan complicado como el de enviar a un hombre
a la Luna y existe en muchos países avanzados, como Canadá, Nueva Zelanda, Australia,
Suiza y USA, los cuales poseen una masa
crítica de buena ciudadanía que garantiza que sus habitantes, en su gran
mayoría, estén conscientes de sus deberes tanto como de sus derechos y
comprendan que el bien común es más importante que la gratificación egoísta de
sus deseos.
No hablo de sociedades perfectas, que no existen. Hablo de sociedades donde
la masa crítica de buena ciudadanía ya ha logrado cristalizar, ciudadanos que piensan en el bienestar colectivo
tanto como en el propio bienestar. En Venezuela esa sociedad no ha existido aún
y su liderazgo ha colocado la estructuración de buenos ciudadanos a la cola de
las prioridades, ya que ese esfuerzo de modificación actitudinal en la población
tomaría demasiado tiempo y no les daría los necesarios dividendos políticos.
Hoy, en esta Venezuela en transformación democrática, se abre una nueva y brillante oportunidad para
que un nuevo liderazgo recoja esa bandera de la fábrica de ciudadanos y la
eleve, haciéndola ondear en pleno y orgulloso despliegue. Los nuevos líderes
deben ver hacia adelante, hacer suya la visión de lo que nuestro país puede
llegar a ser si se atiende debidamente la necesidad primordial de crear los
materiales de buena calidad para construir el edificio de la futura Venezuela.
Hoy en día tenemos la gran oportunidad de convencer a otros países a que
nos ayuden en ese gran plan de formación de buenos ciudadanos. He elaborado un
esquema de lo que podría ser esa iniciativa, el cual pongo a la disposición de aquellos
quienes están destinados a manejar los destinos futuros de Venezuela. Está
basado en un experimento piloto llevado a cabo en Venezuela y otros países de América
Latina, en especial Panamá y Paraguay. En ese experimento piloto tuvimos unos
15000 niños de primaria con la idea de extenderlo en el tiempo, desde la
primaria (6 años de edad) hasta la
salida de la escuela secundaria (17 años), porque es durante ese lapso de vida
que el ser humano está generosamente abierto a las buenas influencias. Será necesario
hacer de este tipo de programa, el cual es perfectamente factible y no involucra grandes
costos, una misión fundamental del Estado y de la sociedad venezolana. Estoy a
la orden, mientras pueda, para colaborar sin interés alguno en este programa,
si es que este tipo de iniciativas merece la atención de los líderes de la
nueva Venezuela.
Deseo decirles, respetuosamente, a esos líderes que emergen hoy en Venezuela
que no importa cuán exitosos puedan ser los planes económicos, petroleros y políticos
que se están estructurando para nuestro país,
no podremos salir adelante como sociedad y ocupar nuestro lugar entre
los países civilizados del planeta, a menos que podamos convertir una masa crítica de nuestra gente en buenos ciudadanos, seres dueños de
su propio destino, capaces de trascender de sus pequeños miedos y limitaciones
para integrarse plenamente al desarrollo de la sociedad venezolana.
La tarea no es glamorosa o espectacular pero no llevarla a cabo condenará a
Venezuela a una eterna mediocridad.
Se trata efectivamente de una pobablacion muy mal educada y con pesimos valores morales, si es que los hay. Y ese es el "ingrediente" fundamental. Lo que sucede es que nadie se atrave de llamar a las cosas por su nombre; a nadie le gusta admitir que su pueblo es tragimanete ignorante y mal educado. La poca educacion que la mayoria tiene es un lavado de cerebro Castro-Chavistoide, de Populismo o "Socialismo" chimbo, donde el "Gobielno" debe aportarlo todo al "Pueblo" darle comida, casa, servicios, todo, caido del cielo. Populismo barato.
ResponderEliminarEso y 10 hijos sin padre por rancho, mucha droga que vender en la calle, gangs, y cero escuela segundaria, rara vez la universidad. Asi nin gun pais puede progresar. Por eso mismo es que surgio la Chabestia y el Chavismo. Por esa razon fundamental es que se ha mantenido mas the 20 años: Gracias a la enorme ignorancia y falta de educacion, falta de valores morales del "Pueblo". Si, el bello y bravo pueblo no sirve. Tan sencillo como eso.
Como dice Coronel, para cambiar este ingrediente fundamental, hacen falta por lo menos 2 generaciones, mas de 50 años, con solidos programas EDUCATIVOS, y con fuertes leyes y castigo al crimen y a la corrupcion. Es de esperarse que esto no va a suceder con el proximo gobierno 'democratico'. Con Guaido, LL or MCM, o quien sea. Nuestros politicos y lideres siguen siendo parecidos a los de siempre, AD/Copey.. No van a cambiar y mejorar la Educacion radicalmente, no. Eso "no se ve", immediatamente, como las cloacas aqui descritas. Eso requiere mucho recursos y esfuerzos, buen sueldo para buenos maestros, buenas escuelas, una mejor economia para que los niños no tengan que trabajar, etc.
Por ende, Vzla no va a mejorar mucho rapidamente como muchos esperan, por arte de magia. Por que su pueblo no esta preparado, porque seguira habiendo mucho crimen y una altisima corrupcion. Porque educar a la gente, sembrar buenos valores morales no es facil, "no se ve", ni genera votos a corto plazo.
ResponderEliminarMe alegra la iniciativa de Gustavo. Un país sin ciudadanos responsables es un triste país. Moral y Luces son nuestras primeras necesidades. Tome el tiempo que sea,pero hay que insistir. Como dice Gustavo *ciuadadaos que estén conscientes de sus deberes tanto como de sus derechos y comprendan que el bien común es más importante que la gratificación egoísta de sus deseos.*
Espero por lo menos ver seres normales dando buen ejemplo.
Sí hay quien se ha referido al tema, como Daniel Lara Farías. Lo que Ud plantea es vital para la República de ciudadanos que aspiramos.
ResponderEliminarPara comenzar esa gigantesca tarea, hay que demostrar que se va muy en serio. Hay que sacar de juego a los representantes del ancien régime pro-restauración y a sus pichones como Stalin, Capriles, Pizarro y Guerra (1) y erradicar al chavismo y a la boliburguesía. Justicia draconiana y recuperación de lo robado. Judticia para que con el ejemplo la piblación sepa que se acabó la impunidad y participe dispuesta en los programas que Ud. Propone. Y parte del dinero que se recupere se puede invertir en ese proceso que es indispensable.
(1) Qué clase de alimaña ha resultado el economista Guerra. Ahora dice que Guaidó debe dejar la presidencia al mes porque si no es otro usurpador. Están desesperaditos por liquidarlo politicamente.
Daniel Lara les da duro lástima que comparte tarima con la loca de Parricia Poleo que decía Gorrín o Gorrón era una bellísima persona. Estamos jodidos sin saberlo.
ResponderEliminarCreo que se puede empezar aplicando la teoría de la ventana rota. Un gigantesco esfuerzo de refacción del entorno urbano hará que la gente empiece a comportarse como ciudadanos y no como masa amorfa manipulada y mal educada. Acabo de leer que proponen eliminar toda la propaganda chavista y pintar en su lugar. También vi que sustituyeron gigantografías de chavez y maduro por las de la Virgen de Coromoto y Bolívar en el Intt.
ResponderEliminarHay que hacer agradables los espacios públicos como paso previo a la educación ciudadana. Adelante con la idea don Gustavo.
Esta articulo de simple aprendizaje es de Una Categoria "MAESTRA".! Ni mas / Ni menos. Ojala y asi sea; yo le doy un GRAN SI SERA.!- Que asi SEA.!!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo Gustavo.Los valores ciudadanos deben ser de nuevo impulsados en las escuelas para las nuevas generaciones que creceran en Venezuela. Y como sugerencia en las universidades deben cuidarse de tener esos profesores formados con mentalidades comunistas que abundan y tratan de convencer a muchos que el comunismo es una buena filosofia. En la universidad de LUZ,donde me gradue como Ingeniero Mecanico a principio del 75, me sorprendio mucho en los primeros semestres que teniamos una materia llamada Humanidades y los profesores venian de estudiar en Rusia. Mas bien deberian tener profesores progresistas y no profesores con mentalidad torcida.
ResponderEliminarEliminemos los partidos comunistas y socialistas, enemigos del marco democrático, federal y republicano, conformemos escuelas de moral y buenas costumbres desde el kinder hasta la universidad de manera paulatinamente construyamos una sociedad que no necesitemos cárceles como en Holanda! Dirijámonos a ser país del primer mundo!
ResponderEliminarMe alegra mucho leer sobre ese tema, que tanto me preocupa. He intercambiado notas con amigos y colegas del campo de la educación y la psicología y están tan preocupados como usted, sabiamente, lo expresa hoy. Preocupada por los daños que obviamente, habían ocurrido en la población venezolana, que llevó al poder a personas que prometían odio y destrucción y cuya expansión durante estos años, ha convertido a una gran masa de la población venezolana, a vivir con la "filosofía", de lo que he denominado, tomando palabras de Cantinflas, en "Comeos los unos a los otros", y si no trabajamos para que el venezolano recupere valores trascendentes que dirijan todas sus acciones, temo que "habremos arado en el mar" !!!
ResponderEliminarLa educación necesita una reingieneria.Estoy de acuerdo que el mayor esfuerzo se concentre en la primaria y secundaria. Capacitar a los docentes para ese salto cuántico. No olvidar que las universidades, incluyendo la academia militar necesitan reingieneria. Solo dejar las carreras necesarias y exámenes de admisión. En lo militar debemos escojer al estilo Israel, que tiene servicio obligatorio, y de ahí se van seleccionando los oficiales, sin que sean una carga para el estado. O al estilo gringo, donde lasvacademias son privadas. Es triste darles formación militar gratis a jovenes, para que luego se conviertan en los parásitos narcotraficantes, cobardes y traidores.
ResponderEliminarSabias palabras y totalmente de acuerdo. Adelante. Y como leo en un comentario mejorar el entorno urbano, LIMPIO por lo menos. Creo que eso influira positivamente sobre los ciudadanos. Y gran enfasis en la educacion a todo nivel pero comenzando por abajo, las bases del edificio !! Y la conviccion de que todos tenemos que colaborar.
ResponderEliminarCiudadanía y Democracia…
ResponderEliminarTransformando habitantes en ciudadanos…
Por Jesús Humanes
Febrero 2014.
Partiendo del planteamiento del Prof. de teoría política en UNIMET, Osca Vallés, en relación a cuál debe ser el mandato de la democracia al estado:
“Ordenar, regular y estructurar el funcionamiento de las instituciones para que en un país hasta el más humilde y menos aventajado de sus habitantes pueda ejercer plenamente su ciudadanía”.
Concepto al cual nosotros agregamos que en ese ejercicio pleno de la ciudadanía, cualquier habitante, pueda:
“HACER REALIDAD SUS SUEÑOS EN FUNCIÒN DE SU CAPACIDAD Y DEDICACIÒN PARA LOGRARLOS”.
En consecuencia, al agregar nuestra consideración, la promesa de la democracia será:
“Todo estado democrático debe formular una ordenación y regulación de las instituciones que garanticen a la ciudadanìa la más amplia gama de esquemas de fines permisibles”, del “HACER REALIDADES Y SUEÑOS EN FUNCIÒN DE SUS CAPACIDAD Y DEDICACIÒN PARA LOGRARLOS”.
Por lo tanto, el estado democrático debe cumplir la promesa democrática, para ello:
EN PRIMER LUGAR debe hacernos a todos ciudadanos...
La cuestión es ¿cuál es esa concepción de ciudadanía?
“Ciudadanía” es entonces una condición política, de personas que se consideran y son consideradas libres e iguales:
Por lo cual, el ser “Ciudadano” debemos considerarlo:
Como uno de los tres puntos que hace posible la existencia del plano de un estado democrático, que definirá un país en ejercicio de la democrática…
“El pluralismo y la diversidad de pensamiento”, es el segundo punto del plano de un estado democrático, que repito definirán un país en ejercicio de la democracia.
“Nadie podrá usar el poder del Estado para imponer su punto de vista a los demás”, La no Imposición y la tolerancia al pensamiento disidente, son las coordenada del punto que faltaba para que podamos definir la existencia del plano de un estado democrático en ejercicio de la democracia.
En democracia, CIUDADANIA, PLURALISMO, TOLERANCIA, definen las coordenadas para concretar la existencia de ese plano del estado democrático en ejercicio de la democracia.
Por lo cual:
Como la democrática, acordamos “Es el sistema que permite que cada habitante pueda ejerciendo plenamente su ciudadanía”, y nosotros agregamos “…y poder hacer realidad sus sueños en función de sus capacidades y dedicación para lograrlo”.
El estado para alcanzar este objetivo no solo debe ordenar, regular y fomentar, la aparición de instituciones, deben hacer hincapié en que estas instituciones estén basada en las idea de Responsabilidad Social, y extender este concepto a las empresas, a las ONGs al igual que a los emprendedores independientes en sus actividades de productividad.
Es importante que tengamos presentes que hablamos de Responsabilidad Social, no de asistencia social o caridad.
Para lo cual, la propuesta democrática debe dar respuesta a las expectativas de:
1) La igualdad de oportunidades a los sistemas de ingreso, promoción y ascenso social.
2) La justa reciprocidad en la contribución, retribución y compensación en la producción de los beneficios.
3) La disminución armónica y progresiva de las injusticias sociales, en un marco de bienestar colectivo compartido.
Que según nuestra opinión, solo se pueden alcanzar mediante la Responsabilidad Social, repetimos no mediante asistencia social o caridad.
Hoy día La relación ciudadano-ciudadano sólo debe ser posible en un sistema democrático de Responsabilidad Social, tanto de las instituciones gubernamentales, como de la empresa privada ONGs y de los ciudadanos individualmente.
Ciudadanía, Pluralismo, Tolerancia. Son los tres puntos de apoyo, que con Responsabilidad Social definen actualmente el plano fundamental de la visión democrática que todo país debe cumplir en su compromiso con la promesa democrática.
En nuestro caso…
“Hacer de cualquier habitante un ciudadano y de cada uno de los venezolanos el mejor de los ciudadanos posibles, en sus labores de hacer realidad sus sueños en función de sus capacidades y empeño en alcanzarlos”.
Gustavo, no desmayo en esa idea, ese gusanito que me inoculó Pro Calidad de Vida allá en los 90. Aun trabajando firmemente, en donde tengo injerencia, con estos temas que llevábamos adelante. Tu y ese grupo de gente fueron mi gran escuela, orgullosa sigo regando la semilla de educación ciudadana y valores anticorrupcion en mi eje de acción. Adelante guianos con tus ideas de ese plan para impulsar y multiplicarlo aqui en Venezuela. Un fraternal y cálido abrazo.
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