En su más
reciente ladrillo, publicado en APORREA, verlo en: https://www.aporrea.org/actualidad/a291956.html,
Rafael Ramírez Carreño nos pinta su auto-retrato. Quien no lo conozca y sepa
que ha sido el gran destructor de PDVSA y que anda escondido entre los
millonarios de Europa, tratando de evadir la justica de varios países, podría
pensar que quien así se describe es descendiente directo de San Francisco de
Asís.
Lo que dice Ramírez en su escrito
titulado “”La Degradación de la Política”
es parte de lo que bien puede llamarse la política de la degradación.
Ramírez comienza por decirnos: “Mi
preocupación y rechazo a este ejercicio degradado de la política, proviene de
mis propias convicciones y ética, según las cuales, la política debe ser un
ejercicio de honestidad”.
La
palabra ética suena extraña y foránea en la boca de Ramírez. Está acusado en
los tribunales estadounidenses de extorsión en juicio aún abierto. Su primo y
asociado, Diego Salazar Carreño, está preso en Venezuela y acusado en Europa de
haber lavado miles de millones de dólares cuando estuvo a cargo de los seguros
de PDVSA. Durante la presidencia de Ramírez las contrataciones
fraudulentas fueron múltiples, con su
tácita aprobación cuando no promoción.
Auto-retrato y verdadero retrato
¿Ética?
Esa palabra no existe en el diccionario del chavismo.
Nos
dice Ramírez, con orgullo: “He militado
en el campo de la izquierda desde los 15 años de edad y he tenido una escuela y
una experiencia fraguada al crisol del ejemplo de mis más cercanos; en
particular, de mi padre, quien… se
convirtió en combatiente guerrillero de la FALN, durante más de diez duros años”. Y agrega de seguidas: “Ese es mi referente directo, y por lo que respecta a mi práctica
política, ésta fue desde las filas del PRV-Ruptura, un partido profundamente
revolucionario, desde donde siempre se dieron gestos heroicos”.
En
su mente Ramírez hace el equivalente entre heroísmo y terrorismo, orgulloso de
que su padre fuese un terrorista durante diez años y de su militancia en
RUPTURA, el brazo político de la guerrilla, donde militaban delincuentes como
Luben Petkoff, Gregorio Lunar Márquez, Francisco Prada y el mismo Ali
Rodríguez, el protector y alcahuete de Ramírez, experto en destruir los
oleoductos que nosotros, los petroleros, operábamos en beneficio del país.
Nos
dice Ramírez: “El presidente Chávez
encarnaba en sí mismo, el ejercicio ético de la política, tanto en la función
pública, como en el proceso de transformación interna del país. Jamás lo
escuché mentir, ni hacer trampa, ni evadir su responsabilidad…. Compartimos no
sólo la misma visión ideológica, en cuanto a la necesidad del socialismo para
nuestro país, sino porque teníamos la misma visión ética en el ejercicio de la
política, "la política con "P" mayúscula".
¿Qué
les parecen, amigos lectores, estas pinceladas de brillantes colores que pinta
Ramírez en su retrato y en el de Chávez, quienes fueron hermanos en el saqueo
del país? Chávez fue un corrupto que compraba relojes de $50.000, viajaba con
séquitos de hasta 150 personas que ocupaban pisos enteros en los mejores
hoteles de Europa, permitió el robo desenfrenado a sus familiares y amigos,
porque él tenía el poder absoluto para disponer de los activos del país, regaló
dinero por televisión a Evo Morales, en maletines a los Kirchner, en cheques a
Correa, en petróleo a los Castro, en efectivo a Danny Glover y Oliver Stone
para que lo glorificaran en Hollywood y le dio dinero y armas a las FARC, todo
ello con dinero nuestro.
Nos
agrega Ramírez, sin sonrojarse,: “En la
batalla social, estaba consciente que al dotar y equipar a la Misión Barrio
Adentro, crear los espacios y educar a los Vencedores de la Misión Ribas y
construir efectivamente (sin números manipulados), 600.000 viviendas para los
humildes, además de construir Universidades y espacios públicos para el
ciudadano, estábamos distribuyendo por primera vez, de manera efectiva , la
renta petrolera en beneficio del pueblo, al tiempo que mejorábamos las
condiciones sociales de todos y los preparábamos para el trabajo y el disfrute
del vivir bien”.
Con
total desfachatez Ramírez admite que en el gobierno si se falsificaban las
estadísticas sobre la Misión Vivienda pero aún sus propios números están
groseramente inflados. ¿Dónde están esas
600.000 viviendas? ¿Donde las universidades nuevas? ¿Donde los espacios
públicos? PDVSA era una quincalla
importadora de comida podrida, lo cual está totalmente comprobado. Ramírez fue
promotor de contrataciones fraudulentas
de bolichicos, de Ruperti, de gabarras chatarra, de seguros amañados, de equipos
fantasmas de perforación, de tanqueros que nunca navegaron. Ese es su verdadero
legado en la patética PDVSA.
Pero
Dorian Ramírez prosigue entusiasmado: “No
nos percatamos o no nos podemos dar cuenta, del tremendo cambio subjetivo,
espiritual, que se dio en el país durante el período de gobierno del presidente
Chávez, donde el respeto a la Constitución y a sus Principios Fundamentales…. blá
blá ,… , de la justicia social, el vivir bien, la educación, la cultura, eran
todos elementos extraordinarios, que se hicieron cotidianos, porque, como decía
el Che, "estábamos en una Revolución".
Cuando
se pierde la vergüenza la mentira se convierte en algo rutinario. Es bien
conocido ya que la constitución de 1999 fue violada por Chávez en varias oportunidades,
aún antes de ser promulgada, cuando se modificó hasta a espaldas mismas de los
constituyentes chavistas. Chávez se limpiaba su trasero con la constitución. ¿Vivir
bien? Nunca antes el pueblo venezolano había sufrido tanto. ¿Cultura? El
gobierno más procaz de la historia, gracias a Iris Varela, Mario Silva,
Diosdado Cabello y su pandilla de patanes. Reto a Ramírez a debatir sobre su ética
de la mentira y sobre el vergonzante chavismo.
En su
auto-retrato narcisista y delirante Ramírez Carreño nos habla de haber ejercido
la política con P mayúscula. Hablarles a los gerentes de PDVSA para amenazarlos
con carajazos si no reconocían a Chávez como amo supremo de la empresa es política
con p minúscula y corrupción con C mayúscula.
Este
auto-retrato de Ramírez Carreño ha tenido pocos lectores. Ya la gente está
hastiada de él y solo espera que la acción de la justicia internacional
finalmente le ponga “los ganchos”, como dice su rival Maduro, el que Chávez
prefirió para remplazarlo porque se dio cuenta de que a Maduro no le interesaba
el dinero tanto como el poder, igual que a él. En cambio, desechó a Ramírez,
quien opera en sentido opuesto: primero el dinero y después el poder
Dinero
y/o poder, el gran dilema de los miserables: Ramírez ya se encuentra al borde de no tener
ni lo uno ni lo otro, a medida que se cierra el círculo policial en su contra.
Buen articulo Sr. Coronel. La unica forma de asegurar la extincion de este tipo de individuos, como los es Dorian Ramirez Carreño, es acabar y arrasar con el socialismo que le ha causado tanto daño a nuestro pais. Con la excusa del socialismo, todas estas alimañas, empezando por Chavez, han acabado con Venezuela.
ResponderEliminarHay que arrasar completamente con estos individuos e implantar un sistema competitivo y de libre comercio que permita el renacimiento y la properidad a que tenemos derecho los Venezolanos y para asi no andar mendigando en otros paises a lo que ha obligado el socialismo.
Tiene un juiciecito por 1,4 mil millones de dólares, hay quién dice que es burusa de lo que se robó este maldito.
ResponderEliminarLeer los pasajes del escrito de Ramirez produce un enorme asco. Éste ladrón, corrupto, traidor y enemigo de la Venezuela decente, es un gran caradura y mentiroso que quizás hasta se cree lo que dice, porque sólo un personaje de su bajísima realea puede auto-engañarse con tanta falta de moral.
ResponderEliminarRamirez es una basura, excremento de una tal revolución que no fue más que una manada de bestias que acabaron con Pdvsa y Venezuela.