A la larga línea de incompetentes, ladrones y/o
ignorantes que han manejado la PDVSA chavista: Ciavaldini, Gastón Parra, Ali
Rodríguez, Rafael Ramírez, Eulogio del Pino, y Manuel Quevedo, debemos sumar a los actuales tres chiflados: Maduro, El
Aissami y Asdrúbal Chávez. Este trio de payasos asesinos está rematando los
restos de PDVSA en base a la grosera prédica de que PDVSA puede ser “salvada”
por sus trabajadores.
Maduro llamó a los
trabajadores a defender la industria de “los infiltrados” que se hacen pasar por
chavistas pero que trabajan para el gobierno de los Estados Unidos. Pretende
que los desastres que han ocurrido en PDVSA no son culpa del chavismo y el
madurismo sino de “infiltrados” y “saboteadores”, a quienes nunca nombra. La
gentuza chavista nunca admitirá que la
llamada “revolución” fue un crimen contra la Nación y solo ha producido ruina, hambre
y privaciones para el pueblo, así como inmensas riquezas para la pandilla que
ha manejado al país durante estos últimos 20 años.
Dice Maduro “Los americanos nos envidian” y por
eso le “quieren poner las manos a nuestro país”. Y debemos preguntarnos: ¿Quién puede envidiar
el país con la inflación más alta del planeta, último de la región en educación
y salud, sin agua, sin luz, sin gasolina, en las garras del régimen más
miserable del planeta?
Por su parte
Tareck El Aissami, un narco-lavador de dinero, ahora ministro del petróleo,
dijo que en la OPEP lo habían tratado con mucho respeto y admiración por “lo
mucho que se ha hecho con tan pocos recursos”. Agregó: “la voz de Venezuela hoy es la voz libre y decidida de un pueblo libre y
soberano. Me sorprendieron como me trataron ministros del mundo en esa
videoconferencia de 5 horas de trabajo continuas de la OPEP”. Es difícil ser más descarado que este hampón. La Venezuela chavista es
despreciada en la OPEP y la incompetencia e ignorancia de sus representantes petroleros
es motivo de burlas y risas ya no tan disimuladas. De la OPEP de Pérez Alfonzo
y Pérez Guerrero a la OPEP de Quevedo y El Aissami hay un larguísimo y doloroso
trecho.
El tercer chiflado,
Asdrúbal Chávez tuvo la desfachatez de decir: “Hemos fortalecido la industria
en todos sus procesos. Estos 6 meses van a ser los meses de los frutos”.
Según este triste personaje estar produciendo hoy en día una décima parte de lo
que PDVSA producía en 1999 representa “un fortalecimiento de la industria”.
EL CRIMEN CONTRA LOS
TRABAJADORES
La tesis de que son los
“trabajadores” de la industria petrolera venezolana quienes la “salvarán” del
desastre en la cual está inmersa representa un cruel crimen contra la clase trabajadora
y contra la dignidad de la Nación. Cuando los tres chiflados hablan del rescate
de PDVSA por parte de sus trabajadores le hacen creer a este grupo que ellos pueden
hacerlo. Esto es ignorancia y mala fe porque la industria petrolera no es un
conuco o una finca lechera. Es una industria internacional compleja y sofisticada
que requiere de cinco componentes, todos los cuales son esenciales para su buen
desarrollo: Capital, Tecnología, Gerencia, Recursos Humanos especializados,
Visión Internacional del negocio. El capital debe ser suficiente para financiar
proyectos de larga maduración, en los cuales generalmente no se ven ingresos
netos sino después de cuatro o cinco años de comenzados; la tecnología debe ser
moderna, obtenida de múltiples fuentes, ya que no hay empresa alguna que sea tecnológicamente
autosuficiente; La gerencia debe ser profesional, apolítica, dedicada a obtener
los mejores beneficios para los dueños del negocio y libre de la tentación de
robarse el dinero de la empresa; los recursos humanos deben ser de la más
variada naturaleza, tanto especialistas en los diferentes sectores como mano de
obra competente; la visión internacional es indispensable porque la industria
petrolera debe sentirse en su casa en Venezuela, Dubái o Noruega. No es una actividad
restringida a la geografía venezolana de arpa, maraca y buche, como piensan los
tres chiflados.
Este trío fatídico debe
explicar cómo podrían los “trabajadores petroleros” planificar, diseñar y
ejecutar proyectos de alta complejidad, habida cuenta de que no están llevando
a cabo las tareas más sencillas. Como podrían “los trabajadores petroleros”
sacar adelante a PDVSA, sin tener capital, tecnología, gerencia, suficiente
mano de obra especializada o una visión internacional del negocio. Pretender
eso es el populismo y la demagogia más barata y cruel que podamos imaginarnos.
Lo más trágico es que
hay trabajadores que lo creen y piensan que todo lo que se necesita para echar
adelante a PDVSA es el sentimiento “anti-imperialista”. A pesar de que la evidencia de la tragedia
petrolera debería abrumarlos, los trabajadores piensan que solo es necesario
pegar cuatro gritos “patrióticos” para poner a marchar refinerías, desarrollar
producción y recuperar los tanqueros que la Nación perdió debido a la incompetencia
de la gerencia chavista.
Es preciso denunciar la
gran mentira que es la Venezuela chavista, un país imaginario y absurdo en el cual
muchos venezolanos pobres e ignorantes han llegado a creer que ellos están en el
poder, aunque solo viven de las limosnas del régimen, habiendo cambiado sus
derechos y deberes ciudadanos por un pernil.
La Venezuela chavista está
de rodillas, ahora apuntalada no solo por unas fuerzas armadas traidoras sino
por un estrato de venezolanos incoloros, a lo Pétain y Laval, dispuestos a
colaborar con el narco- régimen analfabeta, en aras de una pretendida paz y
reconciliación. Este grupo de venezolanos invertebrados incluye algunos exlíderes
del pasado, parecen dispuestos a hacer cualquier
cosa para recuperar una ansiada notoriedad.
UNA PROPUESTA PARA LA
VENEZUELA DEMOCRÁTICA
Yo propongo la
integración de un “Tribunal Ciudadano de Evaluación de la PDVSA Chavista”, el
cual pueda evaluar el desastre de la PDVSA 1999-2020 y establezca las responsabilidades
de los principales culpables de esta tragedia nacional. Propongo igualmente que
la Venezuela democrática construya una pared, al estilo de la pared de Vietnam
en Washington, la cual pudiera llamarse la Pared de la Ignominia, en la cual
se graben los nombres de todos los responsables por la corrupción y el colapso
de Petróleos de Venezuela durante el siglo XXI, a fin de que el país nunca
olvide quienes fueron los destructores de la industria petrolera venezolana y, por
extensión, los destructores del país, ya que PDVSA representaba el pilar
fundamental de la economía nacional. En esa pared deben figurar los tres
chiflados en lugar visible, así como los presidentes de la PDVSA roja arriba
nombrados.
Porque, si no hay justicia
ello promovería la venganza. Y eso nadie lo desea.
Estos cinco componentes que requiere el buen manejo de la industria petrolera y que menciona Coronel, i.e., Capital, Tecnología, Gerencia, Recursos Humanos especializados, y Visión Internacional del negocio, son la cartilla ó el timón que guía a las empresas petroleras internacionales que son exitosas.
ResponderEliminarLos que pretenden “manejar” a la industria petrolera en Venezuela deberían memorizar y aplicar éstos principios para sacar a PDVSA del desastre a lo que la llevó el llamado Socialismo y que ha destruído a Venezuela por completo. Gracias por el buen resumen y la radiografía de la espantosa situación.
Y vas al lago, Gustavo, y ves varias de esas plataformas casi sumergidas. En total abandono. Lo que parece es que hubo una guerra, la guerra del chavista resentido, la de la barbarie que escribió Rómulo Gallegos.
ResponderEliminarHumberto Acosta.
Todo lo que medio huela a Socialismo, donde quiera que esté, hay que exterminarlo completamente antes de que eche raíz como un cáncer. Ojalá que hayamos aprendido de ésta experiencia en carne propia acá en Venezuela para salir de éste desastre...
ResponderEliminarDeben haber tribunales especiales para juzgar a todos estos traidores.
ResponderEliminarSeñor Coronel: Sus argumentos en contra del mal manejo de PDVSA son irrebatibles y las consecuencias para Venezuela trágicas, pero creo que la destruccion de PDVSA y del pais comenzó antes de Chavez ... mucho antes .....
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