No es posible aceptar que la entronización del chavismo y del madurismo en el poder haya sido un acto de Dios que una sociedad sufrida se ha visto obligada a acatar. Este acto de rapiña por parte de un grupo primitivo y desprovisto de una verdadera visión de país ha sido posible debido a la complicidad de la Fuerza Armada y a la cobardía cívica de grandes sectores de nuestra sociedad, los cuales hoy – en buena parte – continúan inclinando la cerviz. Esos sectores se equivocaron con Chávez y se siguen equivocando al buscar coexistir pacíficamente con Maduro. Inclusive algunos líderes sociales y empresariales importantes que han sido víctimas del régimen persisten hoy en una dócil actitud, promoviendo lo que denominan una solución “pacífica, constitucional y electoral”, es decir, una votación transparente, la cual es imposible de lograr en Venezuela mientras esté en el poder el actual régimen, a menos que se acepte de manera cómplice ir a un borrón y cuenta nueva.
Así como la primera aceituna es
la más difícil de sacar del frasco o el primer beso es el más difícil de lograr
en el arte de la seducción, así el primer acto de cobardía ciudadana es el que
abre la puerta a peores y más descaradas violaciones a la gobernanza
democrática. No es fácil establecer con precisión cual fue la primera aceituna
que abrió la puerta al chavismo abusivo y al madurismo putrefacto. Ciertamente
el sobreseimiento de la causa en contra de Hugo Chávez, por decisión presidencial,
puede ser visto como un candidato fuerte. O la aceptación silenciosa por parte
de las autoridades ejecutivas y legislativas del momento del juramento
ilegítimo de Hugo Chávez el día de su inauguración, cuando habló de la
constitución moribunda. O la inercia de la Corte Suprema de Justicia frente a
la convocatoria arbitraria hecha por Chávez de la Asamblea Constituyente
originaria. O el apoyo de los medios de comunicación y de las élites
oportunistas a las primeras manifestaciones autoritarias de Chávez. O la
condena de “demócratas” en el difunto Congreso al discurso valiente de Jorge
Olavarría de Julio 1999. O la aceptación de una interminable y prescriptiva constitución de 350 artículos violada desde
la cuna.
Estos y tantos otros actos de cobardía
ciudadana y oportunismo por parte de la Venezuela “democrática” le permitieron
a Chávez asesinar la democracia y convertir a Venezuela en una dictadura
populista, satélite de Cuba, en muy corto tiempo. La captura de PDVSA en 2002-2003 terminó de
sepultar la democracia.
Lo cierto es que hoy en día el
segmento de los venezolanos invertebrados, sumisos y pasivos ha crecido
significativamente. Se han quitado la careta y actúan con desparpajo y hasta
gozoso exhibicionismo. No de otra manera puede definirse la actitud de un
Claudio Fermín y de su reciente aliado, el General del Eructo, Acosta Carlez. O
la postura de Enrique Ochoa Antich o de Felipe Mujica. O la conchupancia de
Henri Falcón y sus secretarios, o de los
encuestadores que se esconden detrás de su especialidad para promover el estatus
quo.
Esta “tercera” vía de pacotilla representa
uno de los factores que hoy apuntalan la permanencia de Maduro y su pandilla en
el poder. Cuando este grupo habla de un gobierno de transición no está pensando
en un equipo de gente claramente deslindada de los crímenes de los últimos 20
años sino de una especie de arroz con mango político y social, donde líderes “jóvenes”
a lo Stalin González y Henrique Capriles coexistan con líderes del siglo pasado
como Fermín y Eduardo, con chavistas y
maduristas “arrepentidos” y uno que otro miembro del “alto” mando militar que
suene “institucionalista”. Ese arroz con mango sería, realmente, la sección
transversal de una sociedad venezolana caracterizada por la mediocridad e
incapaz de construir una sociedad realmente nueva.
Un liderazgo como este nos conduciría a
Venezuela a un estado terminal de osteoporosis moral y nunca podrá guiarnos
hacia la Venezuela digna.
Nos quedaríamos para siempre en
el grupo de los países más atrasados del planeta, un ejemplo aterrador de
estado fallido.
Los mismos chavistas hoy son los primeros que reconocen que haber sacado a los que sabían de PDVSA fue la mayor estupdidez de Chávez, aparte de haber nacido. A
ResponderEliminarAhora es peor porque se trata de que el caos terminado de implantar por los cubanos y Maduro no es que se va a arreglar así no más. Creo que luego de la salida de Maduro, que gracias a Capriles Radonski hoy parece lejana, tomará posesión una serie de conglomerados internacionales para ocuparse de petróleo, gas, alimentación, agro e industria, banca y construcción.
Lamentablemente para los venezolanos y más para los que aún vivimos en la Tierra de Gracia que mirara Colón en agosto de 1498, aprender la lección ha sido demasiado dura. Pero todos, incluso los mismos votantes de Acción Democrática y Copei, que luego llevaron a Caldera y a Chávez al poder, estamos totalmente claros: "El madurismo regalado es caro".
Servidor y amigo,
Humberto Acosta
Valencia, Venezuela.
De acuerdo con Ud. No puede haber medias tintas con gente que traicionó y destruyó al país, y en ése proceso se robaron el futuro de varias generaciones de venezolanos! Si los majunches que hoy son la mayoría de los líderes de la oposición (exceptuando a MCM y quizás uno o dos mas) aceptan ése carato de idea como solución al desastre, sólo se tendrá un desastre prolongado y aún más hipócrita que el actual.
ResponderEliminarBuenos días Ing: hay algo que pudiera ser una sandez mía Ing, pero la “discapacidad” de “lideres” para DEJARSE USAR, cosificar a conciencia. Es impresionante. Que admirable es un ser humano, con una personalidad FIRME, en la defensa de la justicia, el bien para todos, la optimización de lo mejor en todo, humildad para reconocer públicamente que se EQUIVOCO. Observarse y decirse ¿Qué es lo que he dejado, que es lo que he hecho, con el poder que se me ha colocado en las manos a este mundo, a la juventud, a los niños? ¿ donde esta mi RESPONSABILIDAD?. A cada cual , su ser interior le habla, que no lo oye es otro CANTAR.. Dios lee los corazones, y aunque nadie reconozca una loable labor ( sin calculo), por insignificante que pareciera. Una semillita multiplicadora del BIEN es agradable a Dios. Así que Dios no quita y pone gobernantes. Nosotros somos lo que lo hacemos. Uno mismo debe retirarse de un cargo cuando sabe que NO PUEDE. ¿Patrimonio que nos llevamos de este mundo?. Lo poco o lo mucho que se SEMBRO de bien, nada mas..y la estela que deja de uno a los hijos. Dios bendiga, Mi estima. Mis respetos.
ResponderEliminarSra Torres, estoy totalmente de acuerdo con su comentario. Creo que se refiere, basicamente, al Sr. Guido. El Presidente Interino no ha sabido aprovechar el respaldo unanime de la UE y del Presidente Trump. Con este invalorable respaldo, si hubiera tenido la capacidad, el valor y la inteligencia necesaria, ya Maduro estaria fuera del regimen. En otras palabras, Guaido no es "el hombre". No sirve para esto. Lamentablemente, se equivocaron con el.
ResponderEliminarGustavo, cual considera usted pudiera ser un acto “invertebrado” en la situación actual de los E.U.A.? Considera usted que la situación allí ya ha pasado el punto de quiebre? Se habla mucho de la diferencia entre las instituciones americanas y las del “sur global”, pero pueden resistir embates para siempre? Es el voto la ruta en noviembre 2020? Y lo será en 2022?
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