Querido Leopoldo:
Espero que ya estés reunido con tu familia en tierras de
democracia y libertad. Tengo estrechos lazos de afecto con tus padres y te
recuerdo de niño, en Massachusetts, en una escuela privada donde en una o dos ocasiones fui a verte y a
compartir algunas horas contigo, a fin de asegurarle a tus padres que estabas
bien.
Me congratulo contigo por estar, al fin, en libertad, después
de estos últimos seis o siete años difíciles en los cuales, como dicen tus
padres, " te has mantenido fiel a tus
objetivos". Por lo que he podido ver desde la distancia, creo que has hecho una labor importante, con rasgos heroicos,
sobre todo en los años en los cuales insurgistes abiertamente, en una actitud
que te llevó a la cárcel, a tu casa por
cárcel y, finalmente, al confinamiento en una embajada.
Debes haber
sufrido mucho. Te respeto por eso y aprecio que ustedes, como familia, han
pagado un alto precio por la actitud que has tenido durante estos años de
resistencia a la tragedia chavista. Te reitero mi afecto personal, con el poco
peso que ello pueda representar políticamente, dada mi edad avanzada y mi
lejanía.
Mi deseo es que tus aspiraciones políticas cristalicen
positivamente y sirvan para poner al servicio de la nación todo lo que has aprendido
en las universidades y en el duro período de tu prisión. Venezuela ha tenido demasiada gente que ha
aspirado al poder por el poder en si mismo.
Espero que tú seas diferente.
Hay mucho de tu historia de los últimos años que ha sido
poco conocida y que, en ocasiones, ha dado origen a interpretaciones diversas
sobre tu conducta política, en una sociedad que se ha tornado justificadamente suspicaz dadas las abundantes decepciones que ha recibido en el pasado.
Tu gran gesto y sacrificio de 2014 es tu gran activo. Te deseo que ahora, en
libertad, te mantengas siempre fiel a
esa actitud generosa, de entrega a tu pueblo, basada en el liderazgo por el
ejemplo. De ahora en adelante estarás navegando aguas políticas turbias, llenas
de tiburones, por lo cual es más necesario que nunca que representes una manera
luminosa, transparente, inspiradora, de hacer política. No veré ya los
resultados de tus esfuerzos pero tengo fe en ti.
Mi consejo es que el poder por el poder no tiene sentido.
Solo tiene sentido el poder para servir.
Tu amigo,
Gustavo
Nunca sabremos el gran daño que hizo Baduel a la democracia
ResponderEliminarcon su cobarde actitud el 11 de abril de 2002.
De haber hecho lo que debió y pudo, hoy todos estuviéramos
en Venezuela.
Humberto Acosta
Belo Horizonte, Estado do Minas Gerais
Brasil.
Abra los ojos amigo Coronel. El poder tiene sentido para servirse entre ellos los socialistas y comparten prebendas de una transnacional criminal señalada por EEUU.
ResponderEliminarExpliqueme un poco más, por favor, estimado anónimo.
ResponderEliminarExcelente y oportuna carta.
EliminarHasta recibiendo ofensas como el anónimo, pregunta como todo un señor.