Padrino….. de Dictaduras:
Deseo referirme a su
discurso reciente en Barinas, celebrando el aniversario de la batalla de Santa
Inés. Este discurso fue apenas la más reciente muestra de su cursilería
patriotera. Ello solo sería motivo de risas si no fuera porque es también una
traición al juramento de defensa de la
Constitución que un miembro de la Fuerza Armada Venezolana está obligado a
honrar.
En esta pieza oratoria,
francamente digna de Delpino y Lamas (consulte Google, por favor) usted comienza por decirle a los venezolanos:
1. “No nos subestimen., No somos desalmados ni desarmados”.
En este sentido, Sr.
Padrino, deseo tranquilizarlo. El país no los ha subestimado. Ha medido muy
bien el grado de bajeza y de mediocridad con el cual ustedes han llevado a cabo
su tarea, la cual era de defender la constitución, la integridad territorial de
Venezuela y la tranquilidad y bienestar de sus gentes. Lo que hemos visto ha
sido un proceso intenso de prostitución
de esa institución, apadrinado por usted, el cual ha contribuido a llevar al
país a la más horrorosa ruina material y espiritual. Estos años del siglo XXI
han estado caracterizados por la degradación social y política venezolana
debido a la traición que la Fuerza Armada ha hecho de su pomposo y falso lema: “Forjador
de Libertades”.
¿Son ustedes desalmados?
Sí. ¿Están ustedes Desarmados? no. Sobre esto último hay divergentes opiniones,
ya que algunos expertos en la materia hablan de
equipos obsoletos, comprados con sobreprecio, pobre entrenamiento, defectuoso
mantenimiento y una moral muy baja entre aquellos miembros rasos que no han
participado del saqueo a la nación.
2. En el discurso dado en
Barinas ha dicho usted: “tenemos armas
para defender la democracia, la revolución bolivariana y la patria, que es
de todos los venezolanos”
Hablar de la defensa de la
democracia muestra su ínfima calaña moral, ya que la democracia se defiende
apoyando a los gobiernos legítimos, no se defiende apoyando regímenes forajidos
y narcotraficantes, incultos, represivos, mentirosos, ineficientes, rapaces y
rechazados por la mayoría de los países civilizados del planeta. Todo lo que
digo sobre este régimen que usted defiende es documentable, no representa
exageración alguna y estoy dispuesto a debatir públicamente con usted para
demostrarlo.
3. Se pavonea usted diciendo: “«Permanentemente se cae en el error de hacer pensar que somos
débiles, que somos genuflexos, que somos frágiles; yo les digo a las fuerzas
que representan la anti patria: no se equivoquen porque Santa Inés está viva».
¡Santa Inés está viva!
Esto que usted dice nos da la clave de lo que ustedes representan. La Guerra Federal
fue esencialmente una guerra de guerrillas, escaramuzas y matazones, en la cual
participó solo una porción del país, un pleito sangriento entre enemigos
regionales. La batalla a la cual usted se
refiere es parte del mito populista cultivado por el incompetente paracaidista
golpista en sus programas televisivos, para consumo de las masas. Como hoy,
aquellos generales eran de opereta.
4. Dice usted: «Venimos a decirle a Venezuela y al mundo
entero que la Fuerza Armada ratifica y se reafirma como anti oligárquica: No
nos gusta la oligarquía, nos gusta la justicia social, la igualdad, la
incorporación del pueblo en sus tareas múltiples de defensa y sus propósitos sociales,
de desarrollo humano»…
Su cinismo no tiene
límites. ¿Sabe usted lo que es una oligarquía? Es el gobierno de unos pocos, de
una mafia, de una pandilla que no permite compartir el poder con nadie. Esto es,
precisamente, lo que ustedes son, una pandilla corrupta, saqueadora y asesina.
Los archivos criminales sobre ustedes son voluminosos y están en manos de la
justicia internacional. En todo el mundo libre se les conoce como responsables
de un crimen de dimensiones genocidas en contra del pueblo venezolano. Cuando
usted dice que les gusta la justicia social, la igualdad, el desarrollo humano,
etc. hace sumiso eco de los consejos de los cubanos quienes le han enseñado que,
mientras mayor es la mentira, más fácil la creerán los ignorantes. Es una treta
de miserables.
5. Dice usted: “Cuando el enemigo imperialista cree estar
avanzando y venciendo, siempre el pueblo venezolano, en unión cívico militar,
los espera para derrotarlos siempre. Venezuela es Santa Inés»
El lenguaje de clichés
sobre “imperialismo” lo delata por completo. Su llamado a la unión cívico
militar tiene el hedor de la carroña. Venezuela no es Santa Inés, Sr. Corleone.
Santa Inés es una nota de pie de página en
la historia de un país que ha tenido verdaderos héroes civiles, cuya
memoria ha sido asfixiada por las historietas sobre Maisanta.
Mira, Padrino, Este es un
país de gente digna, quienes están dentro y afuera. Cinco millones de habitantes han preferido
irse caminando por todos los caminos de América, antes de ser rehenes de tu
indigna fuerza armada.
Lo reto a debatir públicamente,
a fin de que el país pueda escucharlo tratando de justificar su traición y
pueda escuchar mis pruebas sobre las fechorías de la ineptocracia cívico-militar
de la cual usted forma parte.
Gustavo Coronel
Este Padrino era bien conocido en la escuelas de las America como sendo jababola, cuando le ofrezcan un cargo se le voltea a Maduro como el 30 de abril, no por nada Maduro paga millones para que los rusos de Wagner lo cuiden. ¿Qué de quien lo cuidan? Precisamente de este golillero.
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