SOBRINOS DE CILIA FLORES LIBERADOS POR USA
“Nunca te doblegues, ni en lo grande o lo pequeño, nunca atiendas a otra llamada que a la de tu convicción y tu honor”.
Winston Churchill
El
reciente trueque de dos narcotraficantes venezolanos en prisión estadounidense
por una media docena de rehenes estadounidenses del régimen de Nicolás Maduro
presenta un serio dilema moral, cuando se analiza desde puntos de vista tales como
la correcta aplicación de justicia; lo individual – vs - lo colectivo; el corto
plazo –vs - el largo plazo.
Al hacerlo pensando en estos parámetros nos
encontramos – esencialmente - con dos maneras de evaluar la decisión tomada por
los Estados Unidos: (1), la manera principista, ejemplificada por las ideas del
filósofo Immanuel Kant, quien decía que “la manera correcta de actuar es una
que pueda convertirse en ley universal”,
es decir, una decisión que pueda llegar a ser la manera de actuar en todos los casos.
De acuerdo a esta forma de pensar, una decisión no puede estar basada en la
casuística sino en principios deontológicos independientes de sus resultados, y,
(2), la manera pragmática, utilitarista, basada en las ideas de John Stuart
Mill, que basaría la decisión en sus resultados o consecuencias y en su
capacidad de generar el mayor bien posible para la mayor cantidad posible de
individuos.
El dilema moral es serio y no es nada fácil decidir el “mejor” curso de
acción. Algunos analistas venezolanos han celebrado la decisión como “una excelente noticia que podría dar un paso a consolidar más acuerdos
humanitarios, petroleros y políticos en los próximos meses” (Luis Vicente León) o como “un excelente
intercambio de dos malhechores por seis inocentes rehenes” (Elías Pino
Iturrieta), opiniones ambas que parecen estar en línea con la manera
pragmática, mientras que otros la han criticado duramente por “inmoral y porque
abre la puerta a futuras tomas de rehenes por parte del régimen”, como argumentan
- entre otros - Diego Arria y María
Corina Machado.
Cuando vemos el trueque desde el punto de
vista de la aplicación de justicia es aparente que, mientras el régimen
venezolano dejó ir a rehenes a quienes había puesto en prisión en base a una
decisión esencialmente política
relacionada con la purga de chavistas indeseables, como parece ser el
caso de los seis de CITGO, el perdón para los dos narcotraficantes enjuiciados y convictos por el poder judicial
de los Estados Unidos tuvo que llegar por la vía del perdón presidencial, debilitando
el principio de separación de poderes y la política de severo castigo a los
narcotraficantes.
Cuando vemos el trueque desde el punto de
vista del beneficio individual versus el beneficio colectivo, es evidente que la
liberación de rehenes y criminales tiene el mismo efecto beneficioso para todos
los liberados y sus familiares. Biden ha
dicho que su gobierno quería ver a los rehenes de nuevo en sus hogares, con sus
familias, y esto es también cierto de los criminales. En ambos casos hay
beneficios para un reducido de personas, lo cual es respetable, pero debe ser comparado con el impacto desmoralizador
del trueque sobre el país venezolano que
depende mucho de la justicia de otros países para ver castigar a los usurpadores
del poder.
El trueque tiene un impacto de corto plazo que
puede ser visto como positivo desde el punto de vista humanitario y un impacto
negativo de largo plazo, el cual consiste en aumentar el riesgo de futuras
tomas de rehenes por parte de un dictador cuya voluntad es ley, a fin de forzar
a los Estados Unidos a negociar alivio de sanciones u otros actos que le
consoliden en el poder.
¿Cuál es mi posición?
Con el perdón de los rehenes y de sus familiares,
quienes han sido víctimas del régimen dictatorial de Nicolás Maduro, no estoy
de acuerdo con el trueque que se llevó a cabo. Me adhiero a la manera Kantiana
de pensar, es decir, a la ética por
principios, y no a la ética por resultados. Sin embargo, parece evidente
que este segundo enfoque es el que predomina en el ejercicio del liderazgo
político, el cual es muy sensible a la opinión pública. La ética por principios
requiere una mayor dosis de coraje moral porque frecuentemente significa tener
que tomar decisiones impopulares, negativas para las carreras de los líderes políticos.
Este tipo de coraje, nos dice Russhworth
Kidder en su libro “Coraje Moral”, trae a la mente el ejemplo de Martín Lutero,
cuando se opone frontalmente al sistema de indulgencias católicas: “Aquí me
planto. Mo puedo hacer otra cosa. Que Dios me ayude”. O, agregamos nosotros, el de Tomás Moro cuando
rehúsa convalidar la anulación del matrimonio de Henrique VIII con Catalina de
Aragón y paga con su vida. O como José María Vargas, cuando se para frente a
Carujo y le dice: “Usted se equivoca. El mundo no es de los valientes, sino de
los hombres justos”. O Jorge Olavarría, cuando denuncia a Hugo Chávez como
dictador ante el Congreso en pleno y ante el mundo en 1999.
No es suficiente con hablar de valores. Es necesario defender nuestros valores.
Y esos citgoboys creo que eran chavistas y bastante, don gustavo.
ResponderEliminarAl menos disfrutaron un poquito de la "patria" que ayudaron a crear.
Acosta,
Madrid.
Creo no, estoy seguro.
ResponderEliminarEl que soltaron de primero era un talibán del chavismo.
Bastante "patria" disfrutó el tiempo que estuvo allá.
Acosta.
Distasteful, but not as bad as previous swaps with Islamic extremists.
ResponderEliminarEl "gobierno" de Biden, se rebajo al nivel de Maduro para chapotear como iguales en el lodo de corrupción; gobierno entre comillas porque los que toman esas decisiones no es Biden sino los mismos que le escriben lo que tiene que leer al frente en una tarima.
ResponderEliminarYa quedó suficientemente claro y al descubierto que Biden está senil y que ni siquiera sabe dónde está parado. Siempre se ve a la mujer de Biden agarrándolo de la mano para llevárselo y conducirlo rápidamente para que se vaya antes que le empiecen a preguntar cosas que no estén en el libreto y meta la pata como siempre lo hace.
Que bochorno es ese maldito "gobierno" de Biden, y el nuestro de acá en Venezuela con el maldito tirano.
Raro que no han aparecido más aquellos extrabajadores chaqueteros que se pasaron al bando chavista. A mi me da una gran felicidad que los citgochavistas hayan tenido la patria que ayudaron a crear tan cerca y vivirla plenamente como la vivieron.
ResponderEliminarSe salvaron porque Biden es el Jimmy Carter del siglo XXI. Con un Donald J. Trump en la presidencia Maduro los tuviera todavía
disfrutando esa "Patria Patria querida eres mi vida eres mi aaaamoooor" con la que tanto colaboraron y a la que tanto ayudaron desde "yuston" jodiendo la vida de millones de venezolanos mientras ellos mejor imposible.
Por cierto antes venían a este blog un par de estrellas que cuando les convenía también hablaban maravillas de la pdvsa roja rojiza y de la "patria"... siempre aparecían por allí... como ánimas de la sabana.
Para el anónimo anterior, Jimmy Carter pasó a un segundo lugar en el ranqueo de los peores presidentes que han tenido los EEUU. El campeón, y quien tiene el primer lugar ahora de ser el peor presidente en la historia de ese pais es la comiquita Biden.
ResponderEliminarMuy intelectual-oide el escrito, como si el corrupto de Biden hubiese agonizado sobre la decisión de esa manera. No! Biden precisa petróleo -pero eso sí, no petróleo extraído en EEUU porque el petróleo de EEUU causa el cambio climático. Biden se arrodilló frente a Saudi Arabia para que aumentaran su producción y le dieron el middle finger y por eso se está acercando a Maduro para ver si Venezuela aumenta su producción. Ahora está ilegalmente agotando la reserva nacional de petróleo, que se debe usar solo para emergencias pero no con fines políticos, para maner el precio al consumidor lo más bajo possible y así ganar las próximas elecciones. Un desastre total.
ResponderEliminarPero Estados Unidos está mucho mejor de lo que estaba con Trump, no Sr. Coronel?
El gobierno corrupto de Biden según la prensa de hoy dice que se están preparando para aflojarle las tuercas de las sanciones al gobierno de Maduro a cambio que le venda el petroleo.
ResponderEliminarLa bajeza moral de USA en las manos de Biden y sus lacayos en verdad que no tiene limites.
Pero el Sr. Coronel que tanto a luchado contra Chavez/Maduro ahora no le importa que Biden le de oxígeno al rëgimen de Maduro para ayudarlo politicamente en Estados Unidos. Justifica el trueque como un dilemma moral, no lo ve como una repugnante movida política que ayuda a los peores enemigos del propio Coronel.
ResponderEliminarDa pena ser testigo vivo de la transformación que ha experimentado Mr. Coronel.
El odio repugnante que le tiene a Trump (el lo llama "sesgo") no le permite comprender el desastre que ha resultado ser Biden. Además, el contribuyó a ponerlo ahi ya que votó por él, así que también es culpable de este desastre causado por comiquita Biden.
ResponderEliminarY parece que este desastre no va a parar ya por el ritmo que va hasta se va a pelear con Putin, y así arrastrándonos a todos hasta una guerra nuclear.
Pero Coronel se hace el inocente, como si nada, no dice ni pio sobre comiquita Biden sino que todo es Trump, Trump. El planeta se va a caer en pedazos, pero hablar y criticar a Trump al parecer es lo mas importante...
No parece probable que Chevron re inicie operaciones de producción de crudo en Venezuela. En Venezuela no hay condiciones de ninguna naturaleza para que una empresa de esa importancia decida arriesgar tanto, además, en Venezuela ya están los iraníes y los rusos operando en el mismo sector. Si Chevron viene, Venezuela tendría a los enemigos juntos actuando en el mismo territorio, lo cual es insólito. Así que, considero que no es el petróleo lo que está detrás de ese aparente absurdo canje de prisioneros. Es una cortina de humo que muchos se están tragando. Para un análisis acertado es importante conocer quien acudió a quien para plantear este canje y porqué.¿Si no es por petróleo, entonces porque EEUU acudiría a Maduro? Una posibilidad puede ser que los estrategas de los EEUU consideren que se deben reducir al máximo todo elemento que pueda poner en riesgo el poder de negociación de EEUU y uno de esos elementos son los rehenes en poder de sus enemigos. Los rehenes son cabos sueltos. Maduro puede ceder esos rehenes a Iran o a Rusia y eso debilitaría la posición de EEUU, dado el actual conflicto en Ukrania. Considero que esa negociación la controlo todo el tiempo EEUU, aunque la matriz de opinion creada diga que fue Cilia Flores o Maduro.
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