Orquesta de las Américas: un programa extraordinario

Hace poco tiempo tuve la oportunidad de asistir a una reunión de la Junta Directiva ampliada del programa Orquesta de las Américas, una agrupación musical integrada por músicos de 18 a 30 años de edad, quienes representan a unos 25 países de nuestras Américas, con sede en Washington DC, creada en 2002 gracias a la iniciativa de mi amiga venezolana Hilda Ochoa-Brillembourg  y a la cooperación de organizaciones como la Universidad de Harvard, la OEA, y el BID. Dessde su creación la orquesta ha llevado a cabo unos 400 conciertos en 35 países y se ha convertido en un semillero de ejecutantes para las principales orquestas del mundo.

El programa no se ha limitado a la idea de la orquesta como tal sino que se ha ampliado en dos magníficas dimensiones adicionales. Una es la puesta en marcha de un Conservatorio  de Música, el cual ofrece un entrenamiento de excepcional calidad a jóvenes cuyos talentos les permiten avizorar un futuro importante como solistas o miembros de la élite musical internacional. Entre los mentores de este conservatorio se encuentran nuestra gran pianista Gabriela Montero, la compositora Gabriela Ortiz y el conductor de orquesta Carlos Miguel Prieto, además de maestros invitados, incluyendo a Yo Yo Ma y Consejeros Artísticos como Marta Argerich, Arturo Márquez y Paquito D’Rivera.

Un tercer componente de este excepcional programa es el Programa para Líderes Globales, MBA,  el cual prepara unos 60 artistas por año para llevar a cabo proyectos de innovación comunitaria en los sectores de promoción social, gerencia cultural y desarrollo comunitario. Este programa se lleva a cabo con la colaboración de nueve universidades de primer rango en los Estados Unidos  como Georgetown, Harvard y  Duke.

Este extraordinario programa que se repite y se expande año tras año fue concebido y es apoyado hoy por un grupo de promotores cuyos nombres podrán encontrarse en https://theoagroup.org/sponsors/. Hay múltiples formas de colaborar con este magnífico esfuerzo.

Este es un ejemplo de lo que los venezolanos en el exterior están logrando, al mantener una visión universal de la cultura. Esta actitud de estos compatriotas contrasta de manera dramática con lo que sucede en nuestro país  e ilustra que los venezolanos, no importa cuán mucho o poco dinero tengamos, no tenemos que ser vasallos de un régimen cursi e ignorante sino que somos ya y podemos seguir siendo pioneros de grandes iniciativas de proyección mundial.

Todos podemos ser protagonistas de un gesto maravilloso.