martes, 20 de agosto de 2024

UN ABISMO IDEOLÓGICO AMENAZA LA ESTABILIDAD ESTADOUNIDENSE Y HASTA MUNDIAL



                            Dedico estas reflexiones a mis amigos trumpistas, con mis mejores deseos

 ¿SERÁ POSIBLE TENDER UN PUENTE RACIONAL SOBRE EL ABISMO EMOCIONAL?

El nivel emocional que matiza el panorama electoral estadounidense ha llegado a tener un nivel muy alto. En la mente de los miembros de uno y otro grupo se almacenan datos reales o imaginarios sobre la excelencia del candidato propio y sobre la estupidez, incompetencia y deshonestidad del otro (a) candidato. La intensidad de estos sentimientos llega con frecuencia a imprimir ribetes semi-religiosos, como verdaderos artículos de fe, a argumentos que apoyen una posición determinada.

A diferencia de otros casos anteriores de extrema polarización en la historia electoral de los Estados Unidos esta vez las diferencias no giran solamente sobre las personas que disputan la presidencia sino sobre toda una filosofía de vida que coloca a los grupos en pugna en campos casi irreconciliables sobre múltiples asuntos que tienen que ver con la vida en común y que, por lo tanto, exigen una resolución basada en la sensatez y en la razón, no en la pasión.

 ¿Cuáles son algunos de estos asuntos sobre los cuales se han ido edificando, de una y otra parte, castillos ideológicos fuertemente fortificados y habitados por la agresividad y el resentimiento?

Desde el inicio de la nación los ciudadanos estadounidenses han mostrado importantes diferencias de opinión sobre el papel del estado y su deseable grado de intervención en la vida ciudadana. Estas diferencias han sido agrias en muchas ocasiones pero, en general, han podido coexistir de manera razonable, sin que se lleguen a extremos violentos. Los republicanos abogan por un estado pequeño, sin indebida injerencia en la vida de los ciudadanos en materia de educación, salud o religión, así como tienden a favorecer, en principio, la austeridad fiscal, mientras que los demócratas han favorecido tradicionalmente un papel más activo del estado en los campos de la salud y la educación, con importantes subsidios en esos renglones, los cuáles han tendido a agudizar el déficit fiscal que ya se ha salido de control. Sin embargo el país ha logrado mantener un cierto balance razonable entre estas tendencias, con una  abundante historia de colaboración bipartidista. 

Hoy, algunas de las discrepancias que antaño han sido manejables se han salido de los rieles y se han convertido en pugnas de naturaleza existencia, de vida o muerte, lo cual amenaza la estabilidad social y política de un país que siempre ha dado abundantes ejemplos de sentido común, lo que Alexis de Tocqueville llamaba en su análisis de la sociedad estadounidense “las costumbres y hábitos del corazón”, a fin de explicar el gran éxito de su experimento social. 

  A riesgo de olvidar alguno importante menciono unos catorce “issues” o áreas de discrepancia extrema, no en orden de importancia, que mantienen a millones de adversarios en permanente estado de mutuos recelos y hasta de mutua agresividad. Defino brevemente la naturaleza de la discrepancia, sin hacer intento alguno de tomar partido por una u otra posición. Pido excusas de antemano por cualquier omisión o inexactitud en esta lista:

·        Transparencia del sistema electoral estadounidense

Aunque históricamente el sistema electoral estadounidense ha gozado de casi unánime confianza las elecciones de 2020, en las cuales Joseph Biden fue designado presidente han sido duramente atacadas por el candidato perdedor, Donald Trump, quien ha mantenido hasta hoy la tesis de que tales elecciones le fueron robadas, debido a múltiples fraudes de votación. Sus seguidores mantiene esta tesis, lo cual ha generado en el país una significativa p[pérdida de confianza en l=el sistema electoral, aumentando así el riesgo de conflictos serios en cualquier elección futura

·        Credibilidad del sistema de aplicación de justicia

El sistema de justicia estadounidense ha sido tradicionalmente visto como razonable y confiable, aunque el uso más y más frecuente de la negociación como medida de bajar los costos de litigios del estado ha llevado a un excesivo nivel de “pragmatismo” en la aplicación de las sentencias. Sin embargo, los juicios civiles y criminales contra el expresidente y candidato a la presidencia se han convertido en argumento de sus seguidores para definir a la justicia como “convertida en instrumento de agresión política”,  a fin de evitar su futuro regreso a la presidencia. Independientemente de donde esté la razón esta nueva actitud frente al sistema de justicia debilita significativamente el sistema político estadounidense, cuya estabilidad está basada en la confianza en las instituciones 

·        Nivel de imparcialidad y calidad ética del Tribunal Supremo de Justicia

En una similar situación a la  crisis de credibilidad que atraviesa el sistema de justicia a nivel de poder judicial, el Tribunal Supremo de Justicia, máximo árbitro en estos asuntos, también atraviesa por una crisis de credibilidad, eta vez generado por los grupos opuestos al expresidente Trump, quienes alegan que el tribunal está integrado por una mayoría de magistrados sesh0gados a su favor, los cuales han hecho posible importantes decisiones que muestran parcialidad política a favor del expresidente. Como resultado este organismo, el cual era considerado impecable, es hoy objeto de desconfianza sobre la integridad moral y ética de sus miembros, lo cual representa una verdadera crisis para la estabilidad del sistema político del país  

·        Calidad ética mínima para ser presidente de los Estados Unidos

Esta es un área que históricamente ha sido objeto de mutuas acusaciones entre los dos partidos del sistema, en la cual han abundado los escándalos reales o imaginados. Sin embargo, el sistema siempre ha logrado actuar de manera convincente, como en los casos de Clinton y Nixon, para solo mencionar los más recientes, para enjuiciar a los presidentes que se hayan salido de cauce ético. Hoy, las acusaciones son desmesuradas, de parte y parte. Para muchos republicanos Biden es un anciano mentalmente incapacitado, un pedófilo que ha enriquecido a su familia gracias a su poder político, mientras que la Señora Harris es una comunista. Para otros, los demócratas o independientes, Trump es un delincuente, reo de abuso sexual, fraude financiero, abuso de poder político, sustracción de documentos secretos, machista, narcisista, claramente incapacitado moralmente para ser funcionario público de cualquier nivel.    

·        Aborto

El Tribunal Supremo de Justica dictaminó la eliminación de la ley que permitía el aborto. El trumpismo está generalmente de acuerdo con la eliminación del aborto, aunque Trump añade que cada estado debe establecer sus propias regulaciones, lo cual suaviza la intención de eliminarlo a nivel nacional. En el grupo opuesto hay una gama de actitudes, desde la total libertad de cada mujer de “disponer de su cuerpo”, hasta permitir el aborto solo en caso de violaciones o cuando la salud de la madre esté amenazada.

·        Cambio Climático

Este es uno de los asuntos más difíciles y de posible mayor impacto en la suerte final de la raza humana y la vida en el planeta, tal como existe hoy. Un grupo esencialmente liberal, que abarca a los demócratas y muchos independientes, argumenta que el hombre ha estado actuando con agente geológico, al utilizar por largo tiempo combustibles fósiles que contaminan el aire, generan un efecto llamado de invernadero que aumenta la temperatura global y está cambiando el clima de forma tal que podría terminar con la vida animal y vegetal tal como existe hoy. Por ello pide la progresiva eliminación del uso de los combustibles fósiles y su remplazo por fuentes renovables, más limpias de energía. El grupo opuesto, que está mayoritariamente del lado trumpista opina que el cambio climático como producto del uso de los combustibles fósiles no existe en absoluto o, si existe, es algo que ha existido en otras etapas de la vida en el planeta cuando el hombre no existía. Considera el argumento del calentamiento global que avanzan los científicos como un fraude para enriquecer a algunos y aboga por el desarrollo libre de la producción de combustibles fósiles., para lo cual citan otros científicos.

 

·        El asunto de la identidad sexual en sus diversas facetas

El grupo anti trumpista generalmente comparte una actitud de apoyo a los gays, tolerando sus manifestaciones públicas organizadas tales como Gay Pride, así como toleran la creciente tendencia hacia el cambio de sexo entre niños o adolescentes, como algo que responde a la libertad de decisión individual. Así mismo muestra un mayor nivel de tolerancia frente a la existencia de atletas transgéner en las competencias olímpicas y nacionales. El trumpismo es muy severo en oponerse a las manifestaciones de gay pride y, en general, al libre proceso de cambios de género, lo cual considera contra natura. 

·        Porte de Armas

El trumpismo aboga por una total libertad de porte de armas, se alinea con la NRA, la asociación de portadores de armas, resiste todo intento de restringir esta libertad, argumentando que esa libertad está plenamente consagrada en la constitución y debe respetarse. Resiste todo intento de limitar el uso libre y toda regulación para el uso de armas por parte de la población. El anti trumpismo alega que los crímenes masivos de creciente frecuencia en escuelas, y otros lugares públicos son atribuibles a la facilidad con la cual hasta los menores de edad o los mentalmente desviados pueden adquirir armas de destrucción con las cuales proceden a masacrar inocentes de todas las edades. Por ello piden severas restricciones al uso de armas por parte de la población civil.  

·        La Inmigración

Este es un agudo problema para un país en el cual la inmensa mayoría de sus habitantes son nacidos fuera del territorio nacional o son hijos o nietos de quienes vinieron como inmigrantes. El volumen y la naturaleza racial e intelectual de la inmigración ha cambiado y ello amenaza con avasallar la capacidad organizada de absorción de estos nuevos contingentes por parte de  los Estados Unidos, por lo cual se piensa que el proceso debe ser controlado con mucha eficiencia. Las diferencias existen en el cómo lograrlo y en cómo eliminar las raíces del fenómeno, si ello fuera posible. Los trumpistas piensan que ya existe una saturación inmigratoria, mayoritariamente indeseable, de gente de bajos estándares éticos e intelectuales, lo cual obliga a poner coto a su entrada incontrolada, hasta con la utilización de la fuerza armada si ello es necesario. El anti-trumpismo opina que la inmigración debe ser controlada buscando eliminar las raíces que la hacen posible en los países de origen y ejerciendo métodos de control con un contenido de compasión, ya que los inmigrantes son esenciales para el crecimiento de la nación.   

·        Las relaciones inter raciales

Este es un asunto que tiene una historia muy larga en los Estados Unidos, sobre mucha de la cual no es posible sentirse orgullosos, pero en cuyo proceso también se han escrito bellas páginas de heroísmo ciudadano. El trumpismo sostiene que hay en marcha un proceso deliberado de progresiva minimización de la población blanca en el país, alimentado por una inmigración aluvial, proceso que llevará al control político del país por una mayoría de color que cambie drásticamente la fisonomía WASP que hizo posible el progreso social y económico del país. Tiende a favorecer el concepto de supremacía blanca y a mantener distancia y una limitada miscibilidad entre miembros de diferentes razas. El antitrumpismo piensa que el país debe vivir su credo expresado en su constitución sobre igualdad entre todos sin distingo alguno de color y genera intensa actividad social para consolidar esta igualdad, lo cual es fuente de mucha confrontación violenta, la cual ha cobrado innumerables víctimas y entristecido a grandes segmentos de la población.     

·        Antisemitismo y anti Islamismo

En el inmenso país que es Estados Unidos el conflicto secular entre dos religiones que demandan total exclusividad sobre la posesión de la verdad como son las del Islam y el judeo-cristianismo ha llevado tal conflicto a sectores importantes de la sociedad, en particular el sector educativo. Las universidades estadounidenses de mayor prestigio se han convertido hoy  en duros campos de batalla dominados por la pasión, la antítesis del sentimiento racional que debería prevalecer en esos centros de alta educación que definen su misión como la búsqueda de la verdad.  El conflicto Gaza-Israel ha exacerbado esta polarización hasta el punto de llevar a algunos a  confundir la masacre de inocentes con justicia y  a otros a  ejercer el terrorismo en nombre de las legítimas aspiraciones de existencia política independiente. El trumpismo y el anti-trumpismo juegan aquí un papel menos claro, mezclado, pero subyacente

·        Correlación entre religión y afiliación política

Este es un campo que no sufrido los mismos intensos efectos de polarización que otros. El trumpismo ha mostrado una tendencia a atraer sectores del evangelismo, predicadores que arrastran grandes volúmenes de seguidores, aparentemente como una estrategia política más que como una genuina identificación religiosa. El antitrumpismo no ha hecho de la religión un agente expreso de proselitismo, aunque parece existir un fuerte sesgo anti-trumpista en el catolicismo de origen irlandés y latino

·        Políticas Impositivas

En el trumpismo hay una tendencia a favorecer a los sectores de mayores ingresos con  descargas impositivas, mientras que el anti trumpismo favorece descargas impositivas para los sectores de menores ingresos, los llamados populares. Una tendencia apunta al crecimiento económico, la otra apunta a la satisfacción de necesidades populares

·        La actitud frente al uso de vacunas y máscaras para combatir pandemias

El trumpismo desconfía de las vacunas, atribuyéndoles resultados perjudiciales a la salud,  mientras que el anti trumpismo las ve como indispensables en la lucha contra las pandemias. En este debate abundan las teorías científicas y anti científicas más diversas

·        La creencia en teorías conspirativas

En líneas generales el trumpismo tiende a creer en teorías conspirativas más que quienes rechazan a Trump. Esto se debe a la relación entre Trumpistas y organizaciones como QAnon. Según las estadísticas uno de cada cuatro estadounidenses abriga creencias de tipo conspirativo, las cuales van desde la tesis que la Tierra es plana, hasta la negación del viaje a la Luna, del riesgo de muerte que encierran las vacunas, la conspiración de Soros y Gates para adueñarse del planeta y la eficacia de la medicina alternativa en la cura del cáncer.

He resistido la tentación de tomar partido por una u otra posición arriba enumerada porque creo importante que, en principio, tratemos de delinear de la manera más objetiva posible las posiciones adversas. En una segunda etapa si sería posible tomarlas una por una, para intentar acercarnos, partiendo de la base de la honestidad intelectual , haciendo un genuino esfuerzo para encontrar la verdad en cada caso, no importa si corresponde o no a nuestros prejuicios.

Si seres humanos racionales, intelectualmente honestos, se abocan a este tipo de análisis conjunto, será sorprendente constatar cuanta confluencia de opinión realmente existe entre ambos campos y cuanto del aparente irreconciliable abismo se disolvería, a medida que cada grupo concede lo que honestamente debe concederse. Este tipo de ejercicio sería un gran triunfo del Homo sapiens y una derrota del Homo neandertalis.

En una próxima entrega hablaré sobre mis ideas sobre cada uno de estos tópicos señalados, en un esfuerzo por llegar a algún encuentro razonable, invitando comentarios positivos de cada grupo, en un intento de ver hasta dónde logramos estar de acuerdo y donde estamos irremediablemente apartados.

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