Isaías Rodríguez: rey de la cursilería, que verguenza de embajador!

"Que bueno te quedó, Isaías. Te salió aumento! "

El embajador de Venezuela en España, Julián Isaías Rodríguez Díaz, el mismo que salió de la vicepresidencia de Chávez para ser Fiscal General, el mismo que está involucrado en el asesinato de Danilo Anderson, el mismo que publica libros de verso pagados por el estado, en fin, el mismo sujeto mediocre, jalabolas e inepto que acompaña y da “lustre” a la revolución chavista desde el comienzo, ahora se destapa con un poema de intolerable cursilería para “y que” homenajear a España. Lo llama Canto (popular) a España, en remedo lamentable e indigno del Canto a España, el verdadero canto con el cual Andrés Eloy Blanco ganó el primer premio en los juegos florales de Santander. Aquél Canto a España de Andrés Eloy decía:

Yo me hundí hasta los hombros en el mar de Occidente,
yo me hundí hasta los hombros en el mar de Colón,
frente al Sol las pupilas, contra el viento la frente
y en la arena sin mancha sepultado el talón.
Trajo hasta mí la brisa su cascabel de plata,
me acribilló los nervios la descarga solar,
mis pulmones cobraron un aliento pirata
y corrió por mis venas toda el agua del mar.
Alcé los brazos húmedos a la celeste flama,
y cuando cayó en ellos el tropical fulgor
cada brazo creció, como una rama,
cada mano se abrió como una flor.

Este impostor Rodríguez dice en Su Canto (Popular) a España, compare y juzgue:

Sentir el triunfo de España
igual que si fuera el nuestro
es un recuerdo maestro
y el ojo se nos empaña;
no es adulación, ni es maña
es un sentir muy bonito,
es algo que necesito
sacarlo de bien adentro
y convertirlo en el centro
de mi expresión con un grito.

II

Comencé aupando a Argentina
que tenía por pie un fusil
ligué a Uruguay y a Brasil
con mis pasiones más finas;
toda América Latina
me salió por los costados;
sentí rabia, sentí enfado
cuando perdió Paraguay
pero después de ese ¡Ay!...
me tuvo España a su lado.

Ven ustedes la diferencia entre un poema y un mamotreto? Hemos recibido del barrendero de la embajada en Madrid una estrofa que, afortunadamente, se le perdió a Isaías y que el barrendero rescató de debajo de la mesa, en la cual estaba junto con tres botellas vacías de whisky de 18 años. La estrofa perdida decía así:

Soy Julían Isaías Rodríguez Díaz
Y soy llanero del llano
Me atraganto la comía
Y me limpio con la mano
Cuando creyeron quizá que iba a apostar a Brasil
Me fui con los argentinos y se me cayó el fusil
Piqué el ojo a Paraguay, le di el piquito a Forlán
Y el dado en la noche linda aterrizó en Camaguán.

La obra maestra dxe Isaías Rodríguez, publicada oficialmente por la embajada de Chávez en Madrid termina así:

La gloria de España unió
la América vieja y nueva
-ser un siervo de la gleba
de pronto se me olvidó-.
en el alma me nació
un gentilicio perdido
aturdido y conmovido
me pregunté:: ¿por qué no?
Y el ¿por qué? Me sacudió
porque me quedé sin ruidos.

IV

La revolución sin peros
me dijo en muy buena ley
¡Anda, felicita al Rey
y a Rodríguez Zapatero!
¡Dale un abrazo sincero
al canciller Moratinos!
¡Olvídate del destino
y junta izquierda y derecha
que ésta fecha es una fecha
para brindar con un buen vino!


Esto es malo con ganas. Ni Tarek Saab lo hubiera hecho peor. Lo que provoca es decir:

Hasta cuando Zapatero, hasta cuando Moratinos
Aguantan sin protestar tan enormes desatinos
de este jalador de bolas que tanto abusa del vino
Por que no imitan al rey, cuando este cruzó la raya
Y hacen un gesto divino
Gritándole a este cretino
Coño, por qué no te callas?