miércoles, 13 de octubre de 2010
La vergonzosa posición de José Miguél Insulza
Uno quisiera no decepcionarse de los líderes políticos latinoamericanos pero no queda otra alternativa. Por un lado José Miguél Insulza no ha vacilado en definir una vulgar rebelión de policías en Ecuador como un “golpe de estado” y ya se prepara para describirlo en detalle frente a una audiencia del Diálogo Inter Americano, en Washington. Al mismo tiempo insiste en que “se condenen a los responsables del golpe militar” de Honduras, a pesar de que ya se sabe en todo el hemisferio que los eventos de Honduras fueron de una naturaleza bastante diferente a un golpe militar. Insulza no duda en calificar estos dos eventos como “golpes” pero si niega de plano la posibilidad de que la Venezuela de Hugo Chávez represente un santuario para terroristas.
Estas son sus recientes declaraciones en este sentido:
“Yo creo que en Venezuela hay problemas de criminalidad tan graves como en otros lugares de América”, señaló, pero “no hay nada que me permita a mí singularizar a un país (…) como potencial santuario o algo por el estilo”.
De nada vale que España así lo denuncie. De nada vale que Chávez se niegue a explicar su criminal complicidad. De nada valen las acusaciones hechas por Colombia sobre la presencia de narcoterroristas en territorio venezolano. De nada vale lo encontrado en las computadoras de Reyes y Jojoy.
Nada de esto vale para José Miguél Insulza. De allí que su desprestigio personal en América Latina ya sea significativo. Ha logrado la aceptación de los gobiernos pero no de los pueblos de la región. Cuando lo veo entrar a un salón yo me salgo rapidamente, para testimoniar mi repudio a su triste postura.
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