Carta a Guillermo Cochez, ex-embajador de Panamá ante la OEA

Lo que usted dijo es verdad pero se quedó corto ante la magnitud del fraude


Apreciado amigo:
Ciertamente no hay título más honroso en este momento que el de ex-embajador ante la OEA, sobre todo por las razones que llevaron a su separación. Ha salido usted de ese organismo vergonzoso por decir lo que había que decir, aun sabiendo que una jauría de tarifados de la satrapía chavista lo llenarían de improperios y que su mismo país haría el “gesto” de destituírlo.
Ha salido usted de la OEA para la historia. El espectáculo de un hombre digno y solo ante la cobardía, diciendo la verdad, es siempre solemne y da nuevas fuerzas a quienes comparten su amor por la democracia y la justicia y pudieran desanimarse al verse rodeados de alimañas políticas por todas partes.
Aunque nadie puede predecir el futuro, tengo la convicción de que su dignidad y entereza ante aquella audiencia cobarde le dará a usted muchas satisfacciones en su vida. No solo podrá verse en el espejo sin avergonzarse sino que su actitud será más y más reconocida en su país y en el continente a medida que pase el tiempo.
Deseo decirle que lo que usted denunció en la OEA se está confirmando hoy de manera abrumadora. No hay organización de juristas en Venezuela que no haya condenado la absurda sentencia del Tribunal Supremo de Justicia del país, un organismo totalmente desprestigiado y a la  a la cabeza del cual se encuentra una abogada dos veces separada de sus cargos en años anteriores por actos impropios. De allí que las acciones del régimen instalado de manera ilegítima en Venezuela sean  vistos como nulos. Se ha dado el caso del nombramiento del nuevo Canciller, el cual ha aparecido en la Gaceta Oficial “firmado” en Caracas por el ex-presidente Hugo Chávez, aun no juramentado como nuevo presidente, cuando este personaje se encuentra en La Habana. Ya ha aparecido publicamente la acusación de que la firma que aparece en la Gaceta Oficial no es original del ex-presidente sino una copia. Sin embargo, este nombramiento aparentemente fraudulento ha sido celebrado impudicamente por los miembros del régimen y hasta la señora Canciller de Colombia ya ha llegado a Venezuela a “conversar” con la figura, en una nueva demostración de entreguismo por parte del gobierno del país vecino.
Debo decirle también que Venezuela, debido a la situación de anarquía política que impera hoy, está en deplorables condiciones. La comida escasea en los mercados, la empresa petrolera ha sido rebajada de calificación financiera por su alarmante endeudamiento y su declinante producción, el ministro de la defensa olvida su  lealtad a la constitución y se dedica a amenazar a los opositores al régimen con la represión armada, mientras los representantes diplomáticos del régimen en el mundo, desde Singapore hasta  Holanda, guardan un ensordecedor silencio de esclavos, apenas roto por los insultos que el tránsfuga Roy Chaderton se permitió vomitar en su contra, durante la reunión de la OEA en la cual usted habló la verdad.
Ojalá pudiera reportarle que su digna actitud ha tenido entusiasta acogida entre la oposición organizada de mi país. Lamento decirle que, salvo voces aisladas, esa oposición se ha mostrado blanda y plastilínica, decidida a aceptar pasivamente la farsa que se desarrolla ante sus ojos en aras de una paz que  solo equivale a apaciguamiento. No puede haber paz verdadera en un país donde la  intención de una de las partes es la de destruír a la otra parte. Nuestra oposición organizada sigue  hablando como si estuviera actuando en una democracia y adversando un gobierno civilizado, negándose a aceptar la realidad de que el régimen está en plena guerra a muerte contra la democracia y la libertad. Allá ella, porque por esa inexplicable lasitud deberán pagar un alto precio.
Debo informarle que el régimen que usted ha denunciado valientemente ante el continente se ha entregado completamente en manos de los castristas. Sus miembros están permanentemente en La Habana, recibiendo ordenes de un régimen asesino que ha esclavizado a su gente por 60 años. El régimen chavista es el patético satélite político de un país miserable, ante el cual se ha bajado los pantalones.  No es secreto para nadie que la invasion cubana a Venezuela se ha llevado a cabo de manera total en los últimos años. En los asuntos militares, en los asuntos de identificación, en el sector eléctrico (se le pagan más de tres millones de dólares diarios a los Cubanos por su “asesoria”en este campo), en el sector agrícola, en todos los órdenes de la vida nacional, Venezuela es hoy un país colonizado por una isla que no tiene nada que ofrecernos, como no sea malas costumbres y  esclavitud política y social. Debe avergonzarnos que usted, Sr. Cochez, haya tenido que salir en nuestra defensa y no haya sido el propio embajador venezolano en la OEA quien haya denunciado, en un acto de dignidad, este lamentable estado de cosas. Chaderton ha aceptado mansamente esta vergonzosa esclavitud, olvidando, quien sabe por qué razon, lo que aprendió bajo la democracia.  
Su acción en la OEA tendrá repercusiones positivas. Ya Canadá ha pedido el envío de una mision de la OEA a Venezuela, a lo cual el repteante Insulza se ha negado de inmediato. Sin embargo, confío en que las voces democráticas dentro de la OEA serán oídas en algun momento discutiendo la tragedia venezolana sin tapujos, sin cobardía, sin bozal de arepas, como decimos en nuestro país cuando alguien calla el crimen por haber recibido favores del criminal.  
Espero tener la oportunidad de verlo muy pronto, a fin de agradecerle personalmente su digna actitud,
                                                                                        Gustavo Coronel