Universidad de Tulsa: allí conocí a "Cabellito"
Casi al mismo tiempo del anuncio
de la muerte de Rafaél Tudela me llega el anuncio de la muerte de Jesús
Cabello, “Cabellito”, ingeniero de refinación graduado en la Universidad de Tulsa, Oklahoma,
pionero, a través de PURAMIN, de la
industrialización de corrientes de refinación en Paraguaná, ejemplar ciudadano.
Y, sobre todo, un amigo entrañable por muchos años. Recuerdo a “Cabellito”
siempre sonriente, siempre cordial y optimista. Hace un par de meses me envió
un mensaje personal, felictándome por mi empeño en escribir sobre Venezuela y,
al final, dándome su bendición. Me conmovió mucho ese mensaje por su carga de
ternura y de amistad. Me sorprendió la noticia de su fallecimiento porque
ignoraba que estuviese enfermo de cuidado.
Para muchos, los años de universidad
son de los más felices de la vida. Esto aplica, también, en mi caso. Los años
que pasé en la Universidad de Tulsa, Oklahoma, fueron de descubrimientos sobre
mi mismo, de enriquecimiento personal y de una idílica felicidad, en una ciudad
bella y amable, como era Tulsa en la década de 1950. En esos años el grupo de
venezolanos estudiando allá era muy numeroso, superior a los 40-45. Algunos eran un poco mayores mayores, viviendo fuera de
la Universidad con sus familias, haciendo post grados. De ese grupo recuerdo
(escribo de memoria) a José Alicandú, Fernando Delón, Oscar Rojas Boccalandro,
Pedro Márquez (conocido como “El Machete”), Gorgias Garriga, xxxxx Flores, José
Rendón, Alberto Santiago, Pablo yyyyy y José
(Pepe) Sahagún. Había otros que se me
escapan de la memoria.
“Cabellito” era, quizás, miembro
de ese grupo, pero lo recuerdo más integrado al nuestro, más joven, entre
quienes se encontraban Leonardo Moleiro, Régulo Felizola, Omar Molina Duarte, “Chuquito” Silva, Ricardo
Guzmán (Peruano pero asimilado a nuestro grupo), Alí López, Eleazar Niño, David
Gonzalez Barreat, José Aparicio, José Pereira,
Ramón Rubio, Diógenes Madrid (un poquito mayor, acabo de hablar con él por
teléfono, en su cumpleaños #90), Manuel Romero, Belén Pérez Chiriboga, mi hermana
Cristina, los hermanos Puppo (fallecidos aun en su primer año de universidad, en trágico accidente de automóvil), el "Pelón” Heredia,
Pancho Carreño, Arnaldo Serio, los hermanos
Vivas (Edmundo Virgilio y Gilberto),
Guillermo J. Salas y otros.
“Cabellito” era inseparable con
Omar Molina, Régulo Felizola, Chuquito y Ricardo Guzmán. Ya estaba casado, con
Teresita y esa condición le daba un estatus especial ante nuestros ojos. Lo
recuerdo siempre alegre, de hablar suave y maneras sosegadas, como un oasis de
tranquilidad en medio de nuestro grupo efervescente, incluyendo cantantes y
parranderos, protagonistas de épicas batallas en “The Little Room”, en downtown
Tulsa (se acuerdan, Manuél? Y Diógenes?
) .
A su regreso a Venezuela “Cabellito”
fundó su empresa “PURAMIN”, a fin de industrializar, en relativamente pequeños
volumenes, algunas corrientes de refinación secundarias que se producían en las
refinerías de Paraguaná. En esta
actividad fué un verdadero pionero .
Dejamos de vernos por muchos años
pero siempre mantuvimos una cordial relación epistolar y siempre le tuve un gran
afecto . “Cabellito” en Tulsa era clase aparte, un compañero querido y
respetado.
Y así fué después, en nuestra vida
profesional. Ya de aquel grupo de TU de los años 50 la mayoría ha fallecido,
pero quienes quedamos los llevamos a todos en el corazón, como recuerdo de una de las etapas más felices de nuestras vidas.
Muchas gracias por sus amables palabras hacia mi padre. Me consta que lo estimaba mucho. Tambien aprecio sus acertados comentarios sobre la situacion en Venezuela. Que Dios lo bendiga.
ResponderEliminarJesus R. Cabello