Pedir la renuncia de un incompetente, pedir una transición política en el
país, pedir un cambio de régimen, no es un golpe, no sea usted estúpido, Sr. Maduro.
Según la constitución vigente ello es un imperativo ciudadano, en vista de
que: (1) el régimen actual es represivo; (2), el régimen actual es
incompetente; (3) el régimen actual es corrupto; (4), el régimen actual está
dominado por el militarismo narcófilo; (5), el régimen actual se rige, no por
la constitución, sino por un documento anti-constitucional, uno de cuyos
objetivos declarados es “garantizar la permanencia en el poder y la
consolidación de la revolución”. En vista de esas “cualidades” que caracterizan
al régimen y que lo han hecho claramente ilegítimo, resulta un deber ciudadano
tratar de restaurar el estado de derecho y la democracia en el país. La
constitución no demanda que ello sea hecho únicamente por la vía electoral,
sobre todo si esta vía está contaminada de abuso, de ventajismo y fraude. Para
ser exactos, la constitución le pide expresamente a la Fuerza Armada que
intervenga un régimen que la viola, a fin de restituir su vigencia. No le pide
a la Fuerza Armada que trafique con drogas, no le pide que sea el principal
agente del contrabando de extracción, no le pide que desfile disfrazada y
cargada de medallas simiricuire, ganadas en un torneo de bolas criollas, no le
pide que declare su adhesión incondicional a un hombre, a un proyecto político
o a un documento violatorio de la constitución como es el Plan de la Patria.
Les pide que cumplan con su deber. Y si no lo hacen, se hacen cómplices del
régimen forajido. En la realidad, hoy son parte consustancial de ese régimen,
lo cual exige que sus integrantes no contaminados actúen para rescatar al país
de las manos llenas de dinero ajeno y hasta de sangre inocente de los militares
corruptos.
ESTO ESTÁ EXPRESAMENTE CONSAGRADO EN LOS ARTÍCULOS 333 Y 35O DE LA CONSTITUCIÓN VIGENTE EN VENEZUELA
ESTO ESTÁ EXPRESAMENTE CONSAGRADO EN LOS ARTÍCULOS 333 Y 35O DE LA CONSTITUCIÓN VIGENTE EN VENEZUELA
Solo a una dictadura se le ocurre que quienes aboguen por un cambio
político sean golpistas. Peor aún, solo a un régimen forajido y salvaje se le
ocurre catalogar de golpistas a los miembros de la oposición por hablar en su
contra y publicar documentos pidiendo una transición. Yo los llamo estúpidos
pero debiera llamarlos malvados. En realidad, le calzan ambos términos.
Que tendrán que hacer estos salvajes para ser catalogados como tales por
los países miembros de los organismos regionales? Ya han robado, expropiado,
asaltado, atropellado, aprisionado, torturado, asesinado, despilfarrado
nuestros bienes. Que más tendrán que hacer para que un Samper deje de alabarlos?
Para que un Santos rompa relaciones? Para que una Roussef sea digna de su
presidencia y los repudie? Que una Bachelet hable por la Chile democrática y
amante de la libertad? En qué idioma habrá que hablarles a estos invertebrados
de la política latinoamericana para que desempeñen su papel correcto?
Hasta los mejores, como el secretario general de la ONU, piden “un diálogo”
en Venezuela. Todavía hay gente en Venezuela que se dice democrática y pide un
diálogo con los salvajes. No se dan cuenta de que no puede existir tal diálogo
entre una víctima con el cuchillo al cuello y un asaltante encapuchado sediento
de sangre y de codicia. Lo que desea el
asaltante, en su sadismo, es que la víctima se arrodille y le pida por su vida
y se contente con ser su esclavo. La ONU, el Papa, Insulza, deberían dejar de
pedir diálogo y exigir el restablecimiento de la democracia, la justicia y el
respeto por la vida en Venezuela.
Y, uno se pregunta, cuantas toneladas de excremento tendrá que recibir el
país de manos de los salvajes? El país
está en quiebra, se hipotecan los últimos activos como CITGO, los bárbaros nos
endeudan obscenamente, se roban lo poco que queda, explotan las instalaciones
petroleras, nada se mueve, nada se hace. Y la sociedad venezolana continua
paralizada, viendo como la matan a pellizcos.
En Venezuela hay que irse a la calle masivamente, hay que protestar en la
calle, hay que irse a la huelga, hay que pedir a los organismos regionales, a
la ONU, a la Unión Europea, a los líderes democráticos del mundo que repudien
al régimen de Nicolás Maduro, hay que pedirle a la Fuerza Armada no prostituida
que restaure en Venezuela el estado de derecho. Nada de eso es golpe. Golpe fue
lo que dio el traidor en Febrero de 1992. Eso sí fue golpe y, paradójicamente,
el régimen que acogota hoy al país lo ha convertido en día de fiesta nacional.
Hasta cuando soportamos este abuso y callamos ante esta mafia de ladrones e
incompetentes que ha usurpado el poder?
Soy un crítico muy duro de los regímenes que por acción y omisión condujeron a esta maldición que nos va despedazando cada vez más aceleradamente.
ResponderEliminarSin embargo, aunque en general los resultados de la democracia fueron magros, para los recursos que se manejaron, hubo cosas buenas, como la antigua PDVSA.
Hoy acabo de ver un producto de limpieza, importado del "imperio", menos de un litrico, en más de Bs. 3000. Pensar que entre las cosas buenas, el Estado venezolano implementó la marca Norven, que era símbolo de calidad y orgullo para las empresas ve-ne-zo-la-nas que la ostentaban. Allí otro ejemplo de lo que pudo haber sido y no fue. Estos inútiles, amorales, corrompidos y descerebrados marxistas acabaron con la producciòn nacional, con Norven, con PDVSA y ahora importan todo, a precios escandalosos, mientras cada día son más abierta y obscenamente dictatoriales.