PDVSA: eres una empresa prostituída y mentirosa

Mientras menos petróleo más barriga

PDVSA: acabas de  publicar un escrito sobre la faja titulado: Boyacá, Junín, Ayacucho y Carabobo. En la Faja ganamos todas las batallas,  el cual me gustaría comentar, puesto que me parece un testimonio claro del grado de prostitución al cual has llegado. Antes de la llegada de Chávez al poder eras una empresa seria. Hoy eres un tarantín donde se cría cochinos, se siembra yuca, se hacen bloques, se importa pollo semi-podrido, se roba parejo, sin paradas y se hablan muchas  pendejadas. Todo eso, menos una cosa: producir petróleo eficientemente, que era lo que se te pedía.

Dice tu pasquín:

Desde el 2007, un nuevo capítulo en la historia del mayor reservorio de crudos del planeta comenzó a escribirse, a tesón de los miles de jóvenes profesionales que a diario salen a potenciar el futuro de la Nación y resguardar la soberanía energética del país en la Faja Petrolífera del Orinoco “Hugo Chávez Frías”. La nacionalización de la Faja, el 1ero. de mayo del año 2007, es un hecho histórico que enterró para siempre el modelo entreguista en el manejo de los recursos naturales provenientes de la Faja Bituminosa, como fue llamada por la vieja PDVSA durante la IV República. Mis comentarios, en itálicas: 1.     Olvidemos la precaria sintaxis de quien escribe, seguramente un graduado de la Universidad Bolivariana, y concentrémonos en lo que dice. Primero, lo del “mayor reservorio de crudos del planeta” es falso. La faja del Orinoco no es un solo reservorio de petróleo, sino múltiples reservorios que se extienden por unos 50.000 kilómetros cuadrados. Las llamadas reservas probadas de la faja del Orinoco representan un fraude que puede ser aceptado por quienes no conocen la terminología petrolera pero no por los técnicos petroleros a nivel mundial, quienes se burlan de esto. El régimen del difunto dictador decretó arbitrariamente un factor de recobro del petróleo en sitio de la faja que viola  todas las definiciones internacionales en materia de reservas probadas. Gracias a este abuso, el monto de las reservas de la Faja fue doblado mágicamente por ustedes, con fines propagandísticos.    2.     Eso de que la Faja se nacionalizó en el 2007 es un rotundo embuste, repetido hasta la saciedad por la PDVSA roja. El cambio de contratación con las empresas petroleras privadas en la Faja, llevado a cabo por el difunto le dio a esas empresas el 49% de propiedad sobre el petróleo producido. Como puede llamarse eso una “nacionalización”?   3.     La faja se llamó bituminosa por cierto tiempo, durante la etapa inicial de su desarrollo, desde 1937 hasta las décadas de los 50 y 60. Luego comenzó a llamarse petrolífera. Ambos términos son técnicos y son válidos. Bitumen es un petróleo muy viscoso que existe en porciones de la faja. Parte de la faja puede llamarse con entera  propiedad bituminosa. La PDVSA roja ha querido construir todo un cuento político en torno a estas denominaciones, pero eso solo hace reír a quienes saben de petróleo. Continúa el escrito de la PDVSA roja: La entrada en vigencia del Decreto 5.200 quedó para la historia como la punta de lanza del Presidente de la República, Hugo Chávez Frías en la construcción del Socialismo Bolivariano y de la verdadera Plena Soberanía Petrolera. Más importante aún, con ello la Nueva PDVSA absorbió a más de 4 mil hombres y mujeres, que en la actualidad con su empuje y mística siguen consolidando los planes y proyectos de producción en los más de  55 mil kilómetros cuadrados de este territorio recuperado. De ser catalogada como un área bituminosa, la Faja Petrolífera del Orinoco pasó a convertirse en la franja con mayor concentración de hidrocarburos en todo el planeta, con reservas certificadas de 297 mil 570 millones de barriles, ubicando a Venezuela en el primer lugar con las mayores reservas probadas de crudo extra pesado en el mundo, un hecho inédito que convierte a este territorio en el epicentro de desarrollo energético y geopolítico del país y la conformación de la Zona Económica Especial Faja Petrolífera del Orinoco “Hugo Chávez Frías”. 1.     Esto es risible. Estos payasos  llaman soberanía petrolera entregarle a las empresas privadas internacionales el 49% de la propiedad de la producción de la faja. Menos aún es soberanía petrolera  haberle hipotecado la producción de la faja a China, que es exactamente lo que han hecho, comprometiendo así la herencia de los venezolanos.  Repiten los payasos eso del cambio de términos de bituminoso a petrolero, como si ello tuviese alguna significación real. Repiten lo de reservas probadas de 297.570 millones de barriles cuando ello es un fraude técnico por el cual deberían ir a la cárcel, ya que viola todas las reglas internacionales que definen lo que es una reserva probada. Y toda esta patraña la han urdido para tratar de figurar como el país más poderoso del planeta en materia energética, cuando la realidad es que ya hemos caído muy bajo en ese mundo, gracias a la corrupción de Rafael Ramírez y su pandilla  y a la ignorancia del difunto y de los payasos actuales 2.     Ese término de “epicentro del desarrollo geopolítico del país” no tiene mucho sentido. La Geopolítica, por definición, no tiene un epicentro local de desarrollo, es un concepto que aplica a la relación entre estados, a nivel global, no se aplica a lo local. Pero más allá de esta indigestión lingüística, la realidad de la faja dista mucho de ser equivalente a un centro de desarrollo energético o de ser una zona económica especial. Lo que hay allí en este momento es un gran arroz con mango, un estancamiento del proceso de desarrollo que ha debido llevarse a cabo. No hay mayor incremento de producción, no hay inversiones proporcionales al tamaño del proyecto, no se han construido plantas de mejoramiento en estos 16 años, las empresas internacionales se muestran renuentes a invertir y muchas ya se han ido: Exxon, Conoco, BP, Petrovietnam, Petrobras, Shell y consorcios rusos ya se largaron. De las que quedan solo tres o cuatro tienen capacidad para hacer el trabajo pero no están invirtiendo porque han perdido la confianza en la confiabilidad de un régimen encabezado por un payaso ignorante.     Dice el documento: En 8 años ya suman un millón 326 mil barriles día, gracias al trabajo de miles de trabajadores, que desde las áreas de producción en las Divisiones Carabobo (574,4 MBD), Ayacucho (407.9 MBD), Junín (310.6 MBD) y Boyacá (33.4 MBD), remiten hasta la División Mejoramiento, para cumplir con el plan de producción previsto. Sin duda, es todo un récord en el ámbito petrolero internacional. Pero aún falta mucho por crecer. Pedro León, director ejecutivo PDVSA en el reservorio más importante del planeta, ha destacado la titánica e histórica tarea que le ha correspondido escribir a sus trabajadores, a quienes llaman los "Centinelas de la Patria". Aquí se juega el futuro de nuestra Nación. Los trabajadores son unos centinelas, no sólo se comprometen con la producción, sino con el resguardo de nuestra soberanía. Hoy más que nunca, la lucha sigue", indica. 1.     El crimen más grande que la PDVSA roja ha cometido es el de entregarles inmensas áreas de la Faja del Orinoco a las empresas de China, a fin de que las explotaran,  siempre y cuando China hiciera grandes préstamos a Venezuela. Allí naufragaron todas las pretensiones del régimen sobre soberanía petrolera. De allí en adelante la tan cacareada soberanía petrolera se convirtió en un disco rayado de consignas patrioteras vacías. Los párrafos sobre “centinelas de la patria”, “la titánica e histórica tarea” no son más que cursilerías estúpidas. La actual PDVSA es realmente una empresa traidora, vendida a una ideología aberrante, entregada a la dictadura chavista/madurista y corrompida hasta el tuétano. Y esto de la corrupción está bien documentado y será la base para castigar a tanto ladrón que la ha gerenciado.       2.     Esto es. Finaliza el documento de la PDVSA roja: El carácter plural y democrático del empleo, bajo el esquema socialista de las nuevas relaciones de producción, aunado a la formación del hombre y la mujer para el desarrollo de habilidades y aptitudes que le permitan afrontar proyectos de envergadura, condujo a la creación del Programa Socialista de Formación Petrolera Orinoco y, a través de éste, se conforma el Batallón Faja. Este plan de inserción e inducción integral inició en 2010. Hoy lo componen 1.582 de profesionales venezolanos, ingenieros  e ingenieras que representan el futuro de PDVSA; forjando su obra en equipos multidisciplinarios que desarrollan la Faja Petrolífera del Orinoco “Hugo Chávez Frías”. El grupo de profesionales con ingenio se perfila con valores y marcados principios socialistas. Más allá del ámbito técnico, del uso de la mente en situaciones donde el resultado sólo se cuantifica, los nuevos ingresos de PDVSA trabajan con corazón, buscando frutos cualitativos y a los que en socialismo le es llamado “calidad de vida”, “suma felicidad” y como diría el Comandante Eterno de la Revolución Bolivariana el “vivir viviendo”. 1.     Perdónenme, señores. Pero qué es esto del batallón Faja? La única manera de probar la eficiencia de una acción es a través de sus resultados. Que ha hecho este “batallón”? Por qué se llama así? Cuáles son sus objetivos? Por qué no se pueden lograr objetivos de una manera normal, sin hablar de batallones, regimientos, centinelas de la patria y otras ridiculeces? Que es eso de que hay que tener principios socialistas para operar eficientemente un campo petrolero? Cuando ha sido la ideología un requisito de la capacidad técnica? Al contrario, los países socialistas son los más atrasados del mundo en el campo técnico. Dejen de hablar tantas pendejadas y pónganse a trabajar! 2.      Que ha logrado el fulano batallón? La producción de la faja se mantiene enanizada en comparación con su potencial. Los cálculos de reservas probadas son fraudulentos, como ustedes bien lo saben. Esto de la Faja se ha convertido en un gran mito propagandístico, en una pompa de jabón que puede reventar en cualquier momento. La producción real de la faja es de cursilería, no de petróleo.            Ponerle el nombre del difunto ha terminado por empavarla.