Los miembros de nuestra familia que podamos hacerlo iremos a votar en las
próximas elecciones parlamentarias venezolanas.
¿Por qué?
Hay muchas razones que sugerirían que ello es una pérdida de tiempo y que,
peor aún, serviría para validar la ilegítima ‘legitimidad” del régimen. Entre
ellas:
·
El
Consejo Nacional Electoral es una vergüenza, controlado por el régimen por la
vía de unos directores deshonestos
·
El
ejército que “garantiza” la normalidad del evento electoral está dominado por
un alto mando militar plegado al régimen a punta de billetes
·
La
propaganda electoral a favor del régimen es avasallante y pagada con los
dineros de todos los venezolanos es avasallante. Todas las instituciones y
bienes del Estado son puestos a trabajar a favor del régimen
·
El régimen no permite observadores
independientes sino comparsas que vienen con el propósito pre-establecido de
lavarle la cara al vergonzoso espectáculo
·
Gente
del régimen es colocada en los centros de votación para “ayudar” a los
electores ignorantes a votar por el régimen
·
Los territorios electorales son alterados a
placer por el régimen para favorecer a sus candidatos, lo que se llama
“gerrymandering”
·
La oposición organizada se ha mostrado cobarde
a la hora de hacer valer sus derechos y de exigirle transparencia y no
“tramparencia” al régimen
·
Las
manipulaciones, los abusos, los fraudes, se llevan a cabo antes, durante y
después del acto electoral
Hay de todo esto y más. Pero, aun sabiendo todo
ello, creo firmemente que no podemos abstenernos en estas próximas elecciones. Amigos: el régimen está agonizando. El país
entero está sufriendo directamente los rigores de su ineptitud. La presión internacional
en contra de sus abusos se ha intensificado enormemente. Altos personeros del
régimen han sido acusados internacionalmente de narcotraficantes. Los escándalos
de PDVSA y Corpoelec están reventando en la prensa internacional y nacional. Hasta mercenarios como Ernesto Samper, desde
UNASUR, comienzan a pedir observación más imparcial del proceso electoral, porque
advierten que los vientos han cambiado. El apoyo regional al régimen se ha
debilitado de manera dramática. Los países comprados anteriormente por Chávez
se alejan de Maduro porque ya el dinero no les llega como antes. La crisis
económica y social de la nación es espantosa. Todas las encuestas independientes
y hasta las compradas por el régimen como Hinterlaces, apuntan a una debacle
para el régimen de tal magnitud que la Sra. Tibisay tendrá grandes problemas
para hacer trampas.
El voto,
aunque todavía estará parcialmente mediatizado por la pandilla chavista, puede
ser el golpe de gracia para este régimen, debido al clima nacional
prevaleciente de rechazo a la ineptitud y corrupción de Nicolás Maduro y su
pandilla. Llegado el día de las elecciones
hay que ir a votar masivamente. Este acto electoral será un acto de calle, de
afirmación ciudadana. Representa, además, el único recurso de protesta anónima
para miles de venezolanos atemorizados, rehenes del horror chavista. Ese día
muchos venezolanos anteriormente engañados por la falsa prosperidad que les dio
tener dinero en el bolsillo, hoy sometidos a grandes privaciones, le darán una
patada histórica a la pesadilla instalada en Miraflores.
Mientras ese día llega, hay que utilizar todas las
armas ciudadanas para expresar vigorosamente nuestra disidencia: la protesta,
la calle, la huelga de hambre, la presión internacional. Calle y más calle, en
pequeñas o grandes concentraciones, como la marcha que convocó recientemente Leopoldo López.
No hay contradicción alguna entre el voto y la
calle. La calle es la madre del voto. El voto es la herramienta democrática por
excelencia, pero combinémosla con la protesta cívica en todos los escenarios de
la vida nacional: la pita y la cacerola a los miembros del régimen en un teatro
o en el estadio, las marchas, las huelgas, las pintas callejeras, la
irreverencia libremente expresada en contra de los corruptos e ineptos del
régimen. Seamos creativos y perseverantes. Pidamos a viva voz la libertad de
nuestros presos y líderes.
Vamos a sacar a esta gentuza del poder, con calle
y voto, voto y calle.
Aunque sigan utilizando el gerrymandering y las maquinitas Chavistas Chimbas de loteria Olivetti. Mas las amenazas, y los sobornos.
ResponderEliminarCuando la gente vea que aunque fueron a votar mas del 80% (asi espero), y aunque todos sabemos que mas del 80% estamos hartos de la Dictadura, el resultado sea un 55% "a favor" de la MUD..
entonces mas marchas, huelgas y prostesta. hasta que la gente no se la cale mas.
Si el régimen no quiere llegar a las elecciones, es porque sabe que las perderá. Vale la pena hacerles saber que si las pierden y eso sólo se logra votando.
ResponderEliminarClaro que todos tenemos que ir a "votar", y quien no se mueva es porque esta contento muriendose de hambre, y que los otros sigan saqueando la nacion.
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