**** Hoy en dia el país coexiste tristemente con un régimen de hampones
Todos los días hay muestras claras de que el régimen venezolano está integrado por
hampones. Entre sus integrantes hay asesinos, narcotraficantes, ladrones,
patanes y, sobre todo, ineptos. Inhabilitan a la oposición con descaro,
confiscan propiedad privada a placer, insultan desde programas en televisoras
de la Nación. Quien se hace llamar presidente no hace más que decir hoy lo que va a hacer en un mañana que nunca llega. La moneda venezolana solo sirve para jugar Monopolio. Existe un asfixiante y cursi culto a la
personalidad del fallecido demente que arruinó a Venezuela. Los derechos humanos son pisoteados. El
país está quebrado financieramente y moralmente.
Lo más trágico de esta situación no es que exista un régimen de tan baja calidad
moral, sino que la sociedad venezolana lo permita y asista en silencio, de
rodillas, al desastre que se desarrolla ante sus ojos. En 16 años de continuas
humillaciones, de maltratos y abusos, el país ha permanecido esencialmente aletargado.
Quienes han levantado la voz están en la cárcel, abandonados y hasta criticados por sus compañeros de oposición. Las
organizaciones de la Sociedad Civil han desaparecido de la vida activa, como es
el caso de los sindicatos o, peor aún, se han resignado a vivir cada día más
esclavizados y humillados, como es el caso de FEDECAMARAS. Cuando aparece algún
manifiesto o protesta el documento se limita a manifestar “preocupación” o a
advertir que “la democracia está en peligro”, como si no hubiera desaparecido
hace ya 16 años. La Asamblea Nacional se ha convertido en una pocilga donde su
presidente se permite insultar a los aletargados miembros de la oposición, sin
que se escuche su protesta. Figuras como el Defensor del Pueblo o el Contralor
son fantoches que traicionan su misión con descaro. Los ladrones ocupan
embajadas, ministerios y presidencias de empresas del Estado.
Millones de venezolanos están
co-existiendo con una atroz dictadura, lo cual los está llevando a la
degradación. 16 años de abusos no los han convencido de que contra este régimen
había que rebelarse, que un diálogo con los hampones era y es imposible (y lo
siguen pidiendo), que cada nueva elección era un nuevo motivo para la frustración y una
nueva oportunidad para mostrar cobardía ciudadana.
Este año una nueva elección se presenta como una esperanza de cambio. Y, a
meses del evento, el régimen ya ha comenzado a violar todas las reglas de la
equidad electoral y de la decencia, mientras el país guarda silencio frente a
estas nuevas burlas porque sabe que debe ir a elecciones, no importa bajo
cuales circunstancias adversas, porque ese evento es visto como una vía para
salir de la tragedia. No me opongo al acto electoral y, llegado al día, pido a todos los
venezolanos decentes que vayan a votar. Creo que los resultados de ese evento
podrían ser positivos, a pesar de las frustraciones que ha generado
anteriormente. Ir a votar representa algo parecido a casarse de nuevo después de múltiples
divorcios, como decía Bernard Shaw: un triunfo de la esperanza sobre la
experiencia.
En mi fuero interno creo que la
única salida real para Venezuela, su única vía de verdadera redención como
sociedad es la rebelión abierta contra este régimen, pase lo que pase. Y lo
digo porque la coexistencia pacífica ha
prostituido, activa o pasivamente, a millones de venezolanos. Es trágico ver
como algunos miembros de la oposición organizada ven al régimen como legítimo y
hasta han comenzado a hablar su lenguaje. Hay un líder de la oposición que le
ha pedido a Maduro no sé cuántas “audiencias”, término que hiede a entrega. Ya
algunos líderes de la oposición que han adoptado la manera de hablar del
chavismo y han adoptado posturas populistas. Henri Falcón luce y suena como un chavecito. Hay quienes
critican a Maduro comparándolo desfavorablemente con Chávez, como dando a
entender que Chávez si era bueno. No se dan cuenta o no les importa bajar al
nivel del régimen.
Ante Venezuela se abren varios escenarios:
1.
COEXISTENCIA:
una transición política lenta y larga, a base de una lenta derrota política del régimen la cual incluya megociaciones y "diálogos" que dejen más o menos intacto el
núcleo corrupto e inepto del chavismo, lo cual casi aseguraría su futuro
regreso al poder; 35% probable
2.
PUDRICIÓN:
La implosión del régimen y un llamado a elecciones que pueda cambiar radicalmente el rumbo
del país; 30% probable
3.
INDIGNIDAD: la progresiva esclavitud y
humillación de un pueblo que ha perdido la vergüenza; 15% probable
4.
HAITIANO:
La intervención extranjera, ya sea diplomática vía la OEA o militar, via la ONU (Cascos Azules); 5%
probable
5.
REDENCIÓN:
La rebelión abierta de los venezolanos para expulsar del poder y castigar a los
miembros del hamponato chavista por sus crímenes; 15% probable
Lo que si es cierto es que Venezuela, la que
conocí por muchos años, a la cual le di mis mejores esfuerzos y de la cual
recibí grandes satisfacciones, ya no existe. Lo que existe hoy es un país de horror, llena de ladrones y asesinos, una Venezuela de la cual es imposible sentirse orgulloso. De esa Venezuela tuve mucha suerte de ausentarme y a esa Venezuela no regresaré
jamás.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con Usted.......a esta Venezuela que muto en una Cubazuela inmoral y corrupta yo no regresare. Solo regresare cuando alguien inteligente, ponderado y firme ante la maldad chavista, ejerza la presidencia. Para entonces espero que los democratas de verdaderos principios Bolivarianos esten gobernando.
ResponderEliminarMejor dicho imposible. A esa cubazuela no hay que regresar. Alitas Allie eres muy bella, tienes novio?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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