Un pleito entre Gianfrancos

Gianfranco Rondón dice en su twitter: 

 Sólo trabajando duro y confiando en DIOS se consiguen los objetivos 

Según parece  Dios le ha dado bastante a Rondón. 

Así como el juicio a Kaufman et al in Florida hace algunos años sacó a la luz mucha vagabundería, tal como la de Tobías Nóbrega y sus cómplices, quienes – según los testigos del juicio -  se hicieron de millones de dólares durante su paso por el ministerio de finanzas, así un nuevo juicio entre venezolanos, radicado en Miami, puede sacar a la luz muchos trapos sucios. La parte acusadora es el Sr. Gianfranco Rondón y la parte defensora es el Sr. Gianfranco Napolitano, además de otras personas, incluyendo a la conocida periodista venezolana Patricia Poleo.

¿En qué consiste la demanda?

Rondón acusa a Napolitano et al de haberle querido extorsionar la cantidad de cinco millones de dólares. La extorsión vendría por la vía de una venta propuesta a Rondón de las acciones de Doral News y Doral TV en poder de Napolitano, transacción que él no aceptó. La extorsión, alega Rondón, ocurrió porque Napolitano y sus empleados, Patricia Poleo y Jonathan León, comenzaron una campaña de historias falsas y difamatorias en su contra, a fin de “convencerlo” de comprar las acciones. Dice que, en Enero de este año, un asociado de Napolitano lo visitó para intentar venderle las acciones. Un tercero, Carlos Herradez, dice haber recibido una visita de Napolitano, quien le pidió ayuda para convencer a Rondón de comprar las acciones a cambio del cese de la campaña. Según Herradez, Napolitano le ofreció un millón de dólares si lo lograba. Herradez rehusó e informó a Rondón de la supuesta trama.  

Las acusaciones de Napolitano y Poleo contra Rondón se basan en las relaciones de “negocios” que supuestamente tendría Rondón con Diosdado Cabello Rondón, Tareck El Aissami, Miguel Rodríguez Torres y otros chavistas, relaciones que lo han llevado a amasar una cuantiosa fortuna. Rondón, en efecto, parece tener mucho dinero, pero alega haberlo hecho trabajando honradamente y dice no conocer a Cabello Rondón. 

Por supuesto, no tenemos la menor idea de quien tiene la razón en este pleito entre Gianfrancos. El pleito parece ser entre dos adversarios curtidos en las lides de  negocios a la venezolana. Lamentamos que el nombre de Venezuela esté asociado a un pleito tan sórdido como este, pero ello es algo que ya viene sucediendo en el mundo entero con progresiva frecuencia. Desde Andorra hasta Panamá, desde Miami hasta París, desde Buenos Aires hasta Kenia, los venezolanos de la boliburguesía y los parásitos de siempre, hoy más codiciosos que nunca,  están dando una muestra  de deshonestidad  y desvergüenza que ha puesto el nombre de Venezuela por el suelo.  

Lo único que pudiera ser positivo acerca de este pleito es que podrían salir a flote revelaciones que se hubiesen mantenido en secreto de no existir el juicio. Ya tres ciudadanos “ejemplares del régimen”: Cabello Rondón, El Aissami y Rodríguez Torre han sido llamados por el Juez de la causa a declarar como testigos y tendrán que prestar su testimonio bajo juramento, ya sea en USA o, de negarse a viajar, en Venezuela, adonde se trasladarían miembros del sistema estadounidense de justicia. Como en el caso del juicio contra Kaufman, Maionica y Durán en Miami, mucho se supo mediante las declaraciones juradas de los testigos, incluyendo lo del dinero para la Sra. Kirchner, lo de los negociados de Nóbrega y de sus asociados, los pecados de Kaufman etc.  Lo mismo ha sucedido con el juicio a un Sr. Iallaramendi en Connecticut por el asunto del Fondo de los Empleados de PDVSA, durante el cual han salido a relucir las relaciones de Illaramendi con gerentes petrolero de alto nivel. Iallaramendi inclusive ha alegado, n su defensa, que fue presionado para delinquir por Rafael Ramírez, representante de la Venezuela chavista en la ONU, junto con la hija del difunto.

Esperemos entonces el resultado de este juicio, esperando que  la justicia estadounidense haga, de nuevo, el trabajo que la justicia venezolana ha debido hacer y no hecho, entregada como está en las manos llenas de billetes de Nicolás Maduro.