Acabo de regresar de una concentración de venezolanos frente a la estatua
de Simón Bolívar en Washington DC, en la intersección de las calles 18 y C. Es
una bella estatua pero en lamentable condición de pobre mantenimiento. Parece
mentira que la embajada de Venezuela en Washington, la cual gasta millones en
comprar mercenarios para que canten las alabanzas de la satrapía chavista en
los Estados Unidos, mantenga esta estatua en tan pobres condiciones. Técnicamente
el mantenimiento corresponde a la Alcaldía de la ciudad pero es intolerable que
los manganzones de la embajada no muevan el fundillo para activar una limpieza
y un mantenimiento continuo de la
estatua del héroe venezolano, a quien ellos dicen adorar. Esta es una prueba
más de que ese malandraje solo sirve para hablar necedades y engañar a los
venezolanos. Nunca los he visto fuera de su guarida, debatiendo con nosotros y
con ciudadanos estadounidenses. Prefieren la sombra y la compra de pistoleros
de la propaganda, a lo Eva Golinger y Walter Martínez.
A esta reunión de Washington asistieron muchas mujeres, sus niños y sus
esposos, novios y padres. Asistieron ancianos, como yo, y bebés. Llevamos
pancartas, fotos de nuestros presos. Cantamos el Himno Nacional no una sino
varias veces. Voceamos consignas. Los transeúntes pasaban y se detenían a ver quiénes
eran esa legión de gente vestida de blanco voceando consignas y mostrando sus
afiches hechos en casa. Sentían curiosidad por saber de qué se trataba. Unos
turistas de Oklahoma que pasaban por allí me preguntaron sobre esto y les
expliqué de manera resumida que estábamos protestando en contra de un
dictadorzuelo venezolano iletrado y corrupto. Una buena señora de ese grupo me
abrazó y me dijo que en Oklahoma nos recibirían con los brazos abiertos, que
ese era un estado de hombres y mujeres libres. Se sorprendió mucho cuando les
dije que yo había estudiado en Tulsa, una de sus bellas ciudades.
Esa hermandad que une a seres humanos libres de todo el mundo es de lo más
hermoso que podamos tener quienes amamos la libertad. La gente libre, aún prisionera, permanece
libre, mientras que los esclavos, aún sin cadenas, continúan siendo esclavos. Mientras Leopoldo López es un hombre libre, Maduro,
Cabello, los narco generales y los ministros y embajadores corruptos son
prisioneros de sus miedos, porque ven acercarse el día de sus juicios.
Así como nos reunimos en Washington DC, miles de venezolanos dignos se
reunieron en ciudades de Venezuela y del mundo para abofetear a los Cabellos y
Maduros de nuestro país, a las Barreiros, Varelas y Ortega Díaz, jineteras
morales, a los narco generales y seguidores invertebrados dentro de la Fuerza
Armada. Este deslave humano que ya comenzó con el deceso del sátrapa mayor
continua indetenible. El planeta entero sabe cuál es su calaña, no tendrán lugar donde esconderse.
Seguiremos informando…..
Hola Gustavo, te hago una denuncia para que por favor la canalices con el exilio. Hace unos meses me toco ir al consulado en San Francisco y me pusieron un video del esperpento antes de poder realizar mi tramite. Creo que eso solo puede pasar en los consulados de Corea del Norte y Venezuela. No es posible que te pongan a ver un video de idioteces chaburras antes de realizar un tramite. Lamentablemente estos carajos creen que con videitos lo van a convencer a uno de apoyar a un gobierno que tiene el sol en la espalda. La denuncia es grave y puedo dar las fechas en las que fui al consulado y me pusieron a ver el video.
ResponderEliminarEso es imposible, los consulados y embajadas son autonomas.
ResponderEliminarPor favor, envíame los detalles adicionales que puedas sobre esto y con gusto escribiré una nota en mi blog. Eso es un abuso más de esta pandilla.
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