Los padres nos dan no solo los cromosomas que influyen decisivamente sobre
nuestra personalidad sino también la primera educación, la cual se imprime en
nuestra conciencia casi como un complemento del legado genético. Mucho de lo
que moldeó mi manera de ver el mundo me fue transmitido durante esta primera
etapa de la vida. Tengo dos recuerdos de cómo se imprimieron estas enseñanzas
en mi conciencia. Una vez, a los seis años, me jubilé de la escuela para ir a
pescar sardinas. Días después de ese crimen nos encontramos en las calles de
Los Teques con la maestra, quien le dijo a mi mamá, en mi presencia,: “ Gustavo
se jubiló hace unos días”. A lo cual mi mamá le contestó: “creo que te
equivocas. Gustavo jamás haría algo así”. Y seguimos nuestro camino. Desde ese
día hasta hoy jamás me he “jubilado” de nuevo, ni dejado de enfrentar mis responsabilidades.
En otra ocasión, cumplía 5 años y mis
padres prepararon una fiestecita. Yo me coloqué en la puerta para recibir los
regalos de mis amigos y pretendí no dejar entrar a uno de ellos que no llevaba
un regalo. Mi mamá lo hizo pasar y me dijo: “los amigos no son amigos por los
regalos, son amigos porque te quieren. Un amigo es el mejor de los regalos que
podrás tener”. Desde entonces, procuro hacer por mis amigos todo lo que puedo,
sin esperar nada de ellos que no sea su amistad.
El signo de la educación en esos
primeros años es el amor.
Los maestros nos toman de la mano desde los años de la pre-adolescencia,
hasta que salimos de una universidad. Nos encuentran ya semi-formados intelectualmente, por lo que hemos aprendido en el hogar. Su labor
es de una importantísima formación ética complementaria. Durante estos años se refuerzan los
conceptos del deber, de la tolerancia, de la compasión. Esos maestros se convierten
en personajes inolvidables y no se irán jamás de nuestros corazones. Son los
Isaías Ojedas y los Jorge Losch de este mundo, quienes no tienen hijos suyos
pero hacen suyos todos los hijos ajenos. Mi profesor de paleontología en la
Universidad de Tulsa, Ed Heuer, me dijo una vez: “Eres el mejor estudiante
venezolano que he tenido”, lo cual siempre me llenó de orgullo. Fue tiempo
después que me di cuenta de que había sido hasta ese momento su único estudiante
venezolano. Mi profesor de Geología Estructural, el legendario Albert Murray, me
dijo; “eres muy mal dibujante pero tu actitud es impecable. Creo que será más
importante en tu vida tener una buena actitud que ser un buen dibujante”. Y
creo que no se equivocó.
Los maestros son la extensión natural de nuestros padres.
Y los amigos son la extensión natural de nuestros maestros. MI más antiguo
amigo, Antonio Pasquali, con excepción de Ali López, a quien nunca he vuelto a
ver, me dijo una vez en el Parque Knoop de Los Teques, cuando le comenté que
estaba escribiendo un ensayo sobre los Esenios para un concurso: “Escribe ese
ensayo con alegría y con pasión, algo que sea primaveral”. Aunque no gané el
concurso, ese consejo que recibí de Antonio a los 12 años me ha acompañado durante
toda la vida. En una ocasión mi querido
amigo Alberto Quirós me dijo: “Te admiro porque eres incapaz de establecer
compromisos con tu conciencia”. Esa frase ha sido para mí como una condecoración
que he llevado durante muchos años, a la cual no puedo serle infiel, aunque
quisiera. En estos años un querido amigo, Moisés Naím, no solo me ha dado su
generosa ayuda en los Estados Unidos sino que me ha mostrado con su ejemplo como
cualquier tema siempre tiene ángulos originales de enfoque, los cuales hay que
buscar para tratarlos de manera original y creativa. De amigos como Manuel
Romero en Caracas y José Benjamín Escobar o José Emilio Castellanos, aquí en
los Estados Unidos, recibo constantes demostraciones de apoyo a mi labor
auto-impuesta de censor del régimen chavista.
Dos amigos a quienes admiré mucho fueron Jorge Olavarría y Pedro Pick.
Jorge por su avasallante cultura y su efervescente personalidad. Pedro Pick por
su infatigable vocación de servicio y su gran calidad humana, siempre dispuesto
a ayudar a los demás. Con Jorge compartí parte de la maravillosa aventura que
fue “RESUMEN”, la mejor revista venezolana de su época. Sus reuniones de los lunes
con quienes quisieran asistir eran una fuente inagotable de ideas, entrevistas
con personajes interesantes, desde Herman Kahn hasta Teodoro Petkoff, y ocurrencias
que nos hacían reír. Un día Jorge le dijo a un periodista que trabajaba para
él: “Tienes que irte de la revista por motivos de salud”. Y el periodista le
contestó: “pero Dr., si yo estoy bien de salud”. Y Jorge le dijo: “No es por tu
salud, es por la mía que te tienes que ir. Me tienes al borde del infarto!”. Al final lo dejó en su trabajo porque Jorge
tenía súbitas explosiones seguidas de la más perfecta calma. Pedro
Pick era un gran samaritano. Una vez lo acompañé a visitar un enfermo en el
hospital de Boston. Por el paciente supe que Pedro le estaba pagando la
hospitalización y, lo más importante, lo visitaba casi todos los días. La ayuda
que recibí de él durante mi estadía de dos años en Harvard fue algo que jamás
podré olvidar. Y Pedro era así con todos.
Mi mamá tenía razón. Los amigos no necesitan llegar con regalos. Ellos son
el regalo.
El dolor por la desaparición de mis padres, de mis maestros y de algunos de
mis mejores amigos se ha ido convirtiendo en el tiempo en una dulce nostalgia.
No pocas veces pienso como me gustaría que mi madre y mi padre pudieran
sentarse una vez más más conmigo frente a una puesta de sol, agarrados de la
mano. O como me gustaría ver de nuevo a Jorge Losch, el de la estentórea voz que trataba de enseñarme como coexistían
Darwin y el Creador o poder decirle a Isaías Ojeda que nunca traicioné sus
enseñanzas. Todavía hoy me sorprendo
copiándole un escrito a mi amigo y mentor Alberto Quirós, quien ya no podrá
leerlo. Y con frecuencia pienso en Jorge y su capa de caballero español
convertido en la admiración de los sencillos habitantes de Norwich, Vermont o en
Pedro Pick, en Harvard, siempre hilando el tejido de la amistad con quien
tuviera la suerte de encontrarse con su cordial sonrisa.
Pero amigos también son los hijos y los nietos ya adultos, una vez que cada
quien vive su vida. Ayer fuimos todos a celebrar el cumpleaños de mi hijo mayor,
a cantar en un Karaoke coreano de siniestro aspecto, cada quien eligiendo ser
su cantante o rapero favorito: Neil Diamond, Michael Jackson o Johnny Mathis o,
con menor éxito, los Bee Gees.
Que tesoros he acumulado en todos estos años. Pienso en todo esto durante
una mañana otoñal, de cielo azul, brisa
fresca y olor a manzanas, mientras
escucho el concierto para Cello de Edward Elgar, el que Jacqueline Du Pre toca
aún desde el cielo. Y mientras mi
esposa, mi mejor amiga e inseparable compañera de este maravilloso viaje por la
galaxia, me trae una taza de café. Nada
de decir humeante, me aconsejaría Moisés.
Se sienten muy lejanos, al menos desde mi rincón, los truenos de la
tempestad que azota al mundo.
Qué hermoso articulo Gustavo. Tu eres uno de mis amigos más admirados porque no comprometes ni tus principios ni tus ideales. Eres fuerte como un pilar y tus conocimientos brotan como un manantial inagotable de donde muchos nos alimentamos a diario. Tus escritos han sido para mí una hermosa escuela, a veces difícil no por ti , sino porque Venezuela pasa por momentos que nunca pensamos que llegarían. Marianela aparte de ser la mujer de tus sueños, tu dulce compañera, es también una gran maestra y una estupenda amiga a quien admiro y llevo muy adentro de mi corazón. Dios me los bendiga, me los cuide y me los guarde. Los quiero y los admiro muchísimo,
ResponderEliminarNoemi
" La vida no es como la vivimos, sino como la recordamos para contarla" dijo El Gabo. Gustavo Coronel tiene una vida interesante segun se deduce de este escrito. Ojala que una rafaga repentina de nostalgia no lo traiga a Venezuela ahora porque no deseo que se entristesca con lo que vera.
ResponderEliminarYo soy familiar con su paso por la Universidad de Tulsa y Maraven porque tambien como varios otros venezolanos estudie alli y trabaje en Shell de Venezuela y Maraven en sus tiempos. Se tanto yo como varios de mis amigos admiramos la labor de Gustavo Coronel como profesional y como defensor de Venezuela.
Gracias, Noemí y Noel.
ResponderEliminarLa amistad con Noemí ha sido muy especial y espero que siempre habrá un lugar para seguirla disfrutando,
Gustavo
Yo voy a ser la voz discordante. No tnego nada que reprochar en general a este artículo, salvo que Ud. como amigo de sus amigos -lo que es un sentimiento noble- pasa por alto la conducta para mí inadmisible de un hombre muy brillante, como Ud. bien dice, pero bastante veleta, como Ud. tambien deja entrever: Jorge Olavarría.
ResponderEliminarOlavarría, quien una vez una pintura de CAP en la portada de Resumen que asemejaba a Bolívar, apoyó abiertamente a Chávez, cosa que no se repara con su famoso discurso porterior en el Congreso. Creo que eso debería ser mencionado.
Es bastante difícil separar los ámbitos público y privado. Por ejemplo, Poleo, a quien Ud. ha criticado antes y quien me parece inteligente como a Ud. le parece Olavarría, ha cometido un acto repudiable al publicar un artículo acusando de ser un nazi, sin nombrarlo, a Petit Da Costa, a quien considero un hombre honorable, . El hecho es que la nuera de Petit, Nitu Pérez, sostuvo una polémica bastante fuerte hace unos meses con Poleo. Me parece bajo desquitarse así meses después.
Discúlpeme esta intervención pero necesitaba expresar las dos cosas. Los hombre deben ser de una sola pieza y, para mí, demostradamente, ni Olavarría ni poleo han demostrado serlo con sus vaivenes.
Que bello tu escrito. Lo disfruto en este domingo de octubre en la Sabana de Bogotá.
ResponderEliminarAmigo Coronel: Un Abrazo, mucha emoción, muchos recuerdos todo lleno de Alegría y Pasión, para los que trabajamos contigo en Hidrocapital, tambien eres un referente de Pasión, Excelencia y Rectitud.
ResponderEliminarUn Abrazo, en tarde lluviosa caraqueña.
Epa hombre es que tu, anonimo, ves a Olavarria desde los otros ojos, o tambien vas a decir que no tuvo culpa de apoyar a Chavez Frias el amigo Otero Silva, la mujer, Ramia, el sexapiloso Napoleon Bravo, que le jalaba tanta bolas que hasta en la Casona fue a llevarle una serenata cantandole un poema de Andres Eloy que habla de Maisanta? O como te parece que el correveydile de Elias Pino Iturrieta le firmo una carta de amor a Fidel Castro? La cartica anda por alli, by the way. Es que tu, anonimo, tambien juzgas porque es facil, pero Olavarria, a tu decir, es veleta porque se anoto a apoyar a Chavez Frias? Y que tal que mas de 3 millones de imbeciles votaron por Chavez Frias en 1998? Tampoco juzgas entonces a CAP que es el culpable 1 de toda esta vaina, y al que verdaderamente tendrias que criticar porque recuerdo como si fuera ayer, yo mismo lo vi porque alli estuve, en la visita de Nelson Mandela dijo tal cual que Cuba y Fidel eran arrechisimos porque mandaron tropas a Angola a defender no se que "dignidad" de no se cuales "pueblos"?
ResponderEliminarPetit Da Costa es todo menos un buen ciudadano, te cuento que una vez no dejo dormir a nadie porque en su casa hicieron una fiesta a todo dar, musica a todo volumen y la gente no pudo dormir, ninos, ancianos, jovenes, se los paso por el forro de las bolas porque el es Petit Da Costa, todo eso pese a que se le llamo a la policia ni le paro bolas ni nada, siguio con su aquelarre. La denuncia de los vecinos la puedes leer en Vargas.
No joda es que es facil hablar por hablar.
En cuanto a tu articulo, Gustavo, maravilloso.
Y eso por no hablar venir a hablar aqui de Poleo quien era el chavista numero 1 del pais. Pero el anonimo no se acuerda, o no se quiere acordar. Poleo era mas chavista que Chavez, confesion de partes, en la despedida de Poleo se puede leer como se conocieron y como Chavez se la pasaba metido en la redaccion del Nuevo Pais. La carta es una que ni un padre dirigiria a un hijo, buscala, es el editorial del numero de marzo de 2013 de Zeta.
ResponderEliminarQue vaina con la impertinencia!, ser'a que no pueden disfrutar este espont'aneo y fresco art'iculo del Sr. Coronel sin enturbiarlo con politiquer'ia?
ResponderEliminarGracias, Luis, en Bogotá y José María. Grandes recuerdos de tu labor en Hidrocapital, José María.
ResponderEliminarA los dos anónimos. Las reacciones destempladas no excusan a Olavarria. El que todos esos hayan apoyado a Chávez menos. Todos fueron culpables. Como dice uno de Uds. también lo fueron los más de tres millones de irresponsables que votaron por el individuo ese. Por cierto, yo no lo hice, por si acaso.
ResponderEliminarY si se molestaron en leer bien, yo no defiendo a Poleo , más bien ataco sus vaivenes, como ataco los de Olavarria. Y no voy a caer en el terreno que pisa uno de los comentaristas sobre la vida íntima de estos personajes. En cuanto a lo que se de Petit da Costa sus escritoa me parecen poco complacientes con la oposición que el llamó primero que nadie colaboracionista. Si lo que dicen sobre su vida privada es verdad No tengo nada que decir. Historias hay de personajes públicos pero ese no es el punto en discusión.
En cuanto a que esto sea politiqueria, no lo es y la mejor prueba es que el autor Gustavo Coronel no ha protestado porque sus escritos son la mayor parte del tiempo muy polémicos.
De todas maneras me excuso con Coronel si esto le causó alguna molestia.
Por cierto, en mi primer escrito se me olvidó escribir "publicó " sobre la portada de CAP en Resumen.
Yo respeto la admiración de Coronel por Jorge Olavarria pero yo no acepté nunca su apoyo a Chavez, ni el de Poleo, Ramia, Otero, etc. Ni el comportamiento de adecos y copeyanos que por acción y omisión abrieron la caja de Pandora. Y todavía siguen: según informaciones ciertos sectores y personas ligados a la MUD aparecen como auspiciadores de un evento sobre como invertir en Cuba, entre ellos Ramón Medina el mismo que dijo que Leopoldo se había buscado estar preso.
Capisci?
Como también me pareció repulsivo aquel comunicado del 89 alabando al asesino Castro. Así que no veo en los escritos más que un muy respetable deseo defender a Gustavo Coronel de un ataque que yo no.le hice.
ResponderEliminarReacción mía no creo que más fuerte que la que el tuvo con los artículos de Mires sobre el Papa en Cuba. En fin...
Me nutri con la lectura de su articulo. Tuve a Puyula como maestro en clase de Fisica (laboratorio) por ahi por 1973-74. Asi que tenemos algo en comun. Leyendo su articulo, casi se me sale una lagrima, porque es gente como Usted que me dice que mi pais, del cual me autoexilie, ha generado y generara gente Buena y brillante. Se que esta pesadilla Bovesiana debe pasar tarde or temprano. Por favor, continue sus escritos, ya que es a Usted a quien leo cuando me queda algo de tiempo porque tengo que trabajar mucho en este pais del norte para pagar los "biles" como dicen mis amigos Mejicanos.
ResponderEliminarLLevatelo............Simon.
Sr. Coronel, me emocione hasta las lagrimas al leer su relato, sera la nostalgia que a veces llega sin avisar. Aunque no dejo de agradecer el poder estar viviendo en un Pais de oportunidades , principalmente a mi hijo, extrano a rabiar los afectos que deje en Venezuela. Continuare leyendole..
ResponderEliminarThis is a beautiful write up, a reflection of life as fulfilled people owe to, I have really enjoyed the gift my brother has given me by emailing me this write up, thanks Luis. And thanks to the writer.
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