Eduardo: ATERRIZA

 Eduardo: aterriza

Deseo comentar el más reciente escrito del Dr. Eduardo Fernández, por quien tengo aprecio personal pero con quien no estoy de acuerdo sobre lo que se requiere hacer en Venezuela . Su escrito dice así:

Eduardo Fernández: Por amor a Venezuela

Por amor a Venezuela debemos hacer algunas cosas. En primer lugar, deberíamos tomar conciencia de que el exceso de confrontación no nos ayuda. El país demanda un clima de sosiego, de paz, de serenidad, para procurar los acuerdos indispensables para superar la crisis. Tenemos 17 años de confrontaciones inútiles, conflictos que han contribuido a agravar nuestros problemas.

MI COMENTARIO SOBRE ESTE PÁRRAFO:

Nadie puede decir que un clima de confrontación es lo deseable. Pero lo que si es necesario decir es que una conciliación con los ladrones  ineptos del régimen no debe ser éticamente posible. En los 17 años que menciona el Dr. Fernández los demócratas venezolanos solo hemos tenido  humillaciones, abusos, bofetadas, robos y traiciones por parte del régimen. ¿Y ahora nos vamos a sentar y a llegar a acuerdos con ellos?  Lo siento, pero no.

Añade Fernández:

Hoy tenemos una crisis económica sin precedentes, con la más alta inflación del mundo, con una caída brutal del producto interno, lo que significa empobrecimiento creciente, con un dramático desabastecimiento y con una disminución acentuada de la calidad de la vida de todos los ciudadanos. Las consecuencias sociales de esa crisis económica son también alarmantes. Cada día que pasa nos hacemos más pobres todos los venezolanos. Algunos podemos aguantar más que otros. Los progresos sociales alcanzados en los años de la bonanza petrolera se están esfumando. Hoy hay más pobres en Venezuela que los que había hace 20 años y la situación se agrava cada día.
El año 2016 amenaza con ser bastante peor que el que acaba de terminar. Y eso es mucho decir. El año 2015 fue un año terrible. No hay tiempo para seguir postergando los cambios.

MI COMENTARIO: ¿Y entonces? Si el Dr. Fernández considera que los cambios son impostergables pero el régimen se mantiene en su curso suicida, ¿cómo es posible seguir buscando diálogo y negociaciones?  Este régimen nos ha llevado al foso de la miseria y de la degradación. Se necesitaría tener sangre de horchata para dialogar con esa pandilla de hampones.

Prosigue Fernández:

Tres fundaciones que llevan nombres de venezolanos muy distinguidos: Alberto Adriani, Arturo Uslar Pietri y Arístides Calvani, nos hemos puesto de acuerdo para proponerle al país una agenda de unidad nacional. Esa agenda comprende cuatro temas: en primer lugar, fortalecer la arquitectura institucional del Estado democrático, conforme a lo dispuesto en la Constitución nacional.

El segundo punto se refiere a la reactivación del aparato productivo interno y la promoción de empleo digno, productivo, estable y bien remunerado. Se trata de superar la crisis económica y poner a Venezuela a producir y a crear oportunidades para todos. En tercer lugar, un amplio programa social dirigido a erradicar la pobreza utilizando dos instrumentos la educación y el empleo. Educación de calidad para todos los ciudadanos, pero especialmente para los más pobres. Y educación para el trabajo en alianza con todas las empresas que existen o que puedan crearse en el país.

MI COMENTARIO: Celebro esta iniciativa. Sin embargo representa políticas a mediano y largo plazo. Son  recomendaciones que los venezolanos honestos hemos estado haciendo por muchos años a quienes están en el poder. Podrán ser ejecutadas por un gobierno democrático, no por esta pandilla, la cual lleva un rumbo totalmente diferente.

Termina Fernández así:

Finalmente, una propuesta para promover una política de reconciliación nacional. Hacer prevalecer un clima de respeto, de tolerancia, de diálogo constructivo entre el gobierno y los empresarios actuales o potenciales. Hacer realidad el principio de colaboración entre las diferentes ramas del poder público. Es decir, entre el Gobierno y la Asamblea Nacional.

MI COMENTARIO: Este es un pedido sin base alguna en la realidad del país, el cual se asemeja al médico que le recetó a un angustiado campesino venezolano tres meses de vacaciones en París. Nadie que conozca nuestra realidad puede recetar lo imposible, ya que ello contribuye a la frustración y a la desesperanza. Pedir un clima de respeto en la Venezuela actual dominada por una pandilla de malhechores es pedir lo imposible. Y ello es demagógico. Pedir la colaboración entre el Ejecutivo y el Legislativo en los momentos actuales es cerrar los ojos ante la horrorosa realidad del país.

Y eso es lo que yo le critico al Dr. Fernández. Pienso que su prédica contribuye al adormecimiento de nuestro espíritu de lucha, reblandece nuestra determinación de enfrentar con entereza una gran tragedia nacional. Como decía Winston Churchill:

“Un apaciguador es alguien que alimenta a un cocodrilo con la esperanza de que será el último en ser comido por él”.

Desearía preguntarle a Eduardo:

·      Qué tipo de diálogo puede tenerse sobre el desastre y la corrupción de PDVSA?

·      ¿Cuál sería el diálogo que tendríamos sobre los apagones y la falta de agua, productos de la ineptitud y desidia de los burócratas del régimen?

·      ¿Cuáles convenios podríamos llegar a tener con los miembros del Tribunal Supremo de Justicia?

·      ¿Recitaríamos con Luisa Ortega Díaz los poemas del “Nicaragüense” Víctor Hugo?

·      ¿Propondríamos algunos ajustes a la situación carcelaria que maneja Iris Varela con alguna esperanza de ser atendidos?

·      ¿Que podríamos convenir con el régimen sobre el control de cambios? ¿Sobre las medicinas que no se consiguen? ¿Sobre la compañía de servicios mineros y petroleros en manos de los militares?

No, Dr. Fernández. Esto no se arregla por las buenas con esa pandilla de malhechores. Hay que rebelarse en su contra y sacarlos del poder. ¿Oyó usted lo que dijo el Papa ayer en México? : “con el diablo no hay diálogo posible”. Hágale caso al Papa, Dr. Fernández.