**** El pececillo le da de comer a la ballena
Nicolás Maduro se fue al Caribe antes de la reunión de la
OEA, a repartir dinero para tratar de lograr una votación favorable sobre el
condenatorio Informe de Luis Almagro en la OEA. EL resultado de su viaje fue
muy desfavorable. Cinco de los países del Caribe votaron en contra de su régimen
y dos otros países se abstuvieron, entre ellos Trinidad Tobago.
En este país Maduro hizo una compra de alimentos por
valor de 30 millones de dólares. No hubo mucho tiempo para hablar de precios o
de calidad. No se trataba de eso, se trataba de comprarle el voto a T&T. Lo
mejor que los 30 millones de dólares pudieron comprar fue la abstención del
país vecino.
Un aspecto de la tragedia venezolana se hizo evidente en
esa transacción. El ministro Pérez Abad habló de la comprita hecha por
Venezuela de la siguiente manera: “Queda ratificado el esfuerzo que hace el
gobierno para manejar de manera eficiente las necesidades del pueblo de
Venezuela”. Que términos tan grandilocuentes para
definir lo que fue una vulgar maniobra politiquera de Maduro. Según Pérez Abad
las 160 toneladas de comida trinitaria son un gran esfuerzo para manejar eficientemente
las necesidades del pueblo venezolano.
Hace
tres días fueron un par de aviones de manufactura china a buscar la comida trinitaria
que, según Pérez Abad, resolverá el hambre de los venezolanos. ¡Donde hemos
llegado! El pececillo dándole de comer a la ballena.
Espero que los que alguna vez apoyaron a este gobierno, encuentren la forma de resarcir a los que veíamos venir esta pesadilla.
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