Después que los grandes asesinos han llevado a cabo la
matanza y se han adueñado de las presas más codiciadas. Cuando lo que va quedando es el pellejo, los huesos y las
vísceras de la gran criatura, los restos menos apetecibles de lo que fue alguna
vez un ser vivo que era parte de una manada libre y numerosa, llega el momento de los
buitres y de las hienas. Estos son
animales carroñeros, que se alimentan de los restos de los cadáveres que ya los
asesinos no desean. Se van acercando lentamente, disfrazados de curiosos
espectadores, vuelan alrededor de los restos, o se acercan con cautela, mirando
con temor a los grandes carnívoros que han llevado a cabo la matanza, corren o
vuelan despavoridos cada vez que las fieras les rugen pero regresan una y otra
vez, cada vez más cerca de los despojos. Sus reiteradas y perseverantes
aproximaciones al sitio indican que se creen con derecho a participar en el
festín, que piensan que todos deben comer de los restos que se
pudren en la sabana o en la selva.
Los buitres y las hienas son de lo más feo y despreciable
de la naturaleza. Malolientes, de aspecto desagradable, solapados, seres marginales,
todavía tienen la desvergüenza de reírse o de bailar en torno a los restos de
carne y sangre que ya han perdido total similitud con el ser que fue. Para
comer tienen que humillarse, tienen que reconocer como superiores a los grandes
depredadores. En la ley natural de la jungla son seres inferiores, cobardes, de
tercera categoría.
Hoy asistimos al triste espectáculo de los carroñeros en
acción. Ya Aquiles Nazoa los había descrito hace años en su fábula sobre el
Zorro Predicador, aquel animalejo desdentado, incapaz de matar por sí mismo,
quien comienza a predicar la UNIDAD entre los habitantes de la selva. Al
hacerlo con particular elocuencia el General León le dice que le concederá lo
que pida. Y el zorro, entonces, pide con
voz melosa: "deme usted unas gallinitas”. Su llamado a la hermandad no era
otra cosa que el disfraz que utiliza el carroñero para poder comer de los
restos de la orgía animal.
Lo peor es que los buitres y las hienas, al tener acceso
a la carroña, a los despojos de poder y de dinero que dejan a un lado los grandes
depredadores, pretenden actuar en nombre
y representación de las víctimas.
Seres despreciables y cobardes. Y aun así, bailan y se
ríen pensando que su hedor y su fealdad
son como para estar felices. Se revuelcan
en el pantano que les da nombre.
Es el tiempo de los buitres y de las hienas. Ya en la
sabana no hay nada más que ver. No queda ni un huesito.
NOTA ADICIONAL
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“Chúo” Torrealba acaba de decir en ND: : No podemos permitir que nos dividan para destruirnos
Yalezsa Zavala / 24 oct 2017.- El ex secretario ejecutivo de la MUD, Jesús "Chúo" Torrealba, criticó las descalificaciones e insultos en las redes sociales a los cuatro gobernadores de la MUD que se juramentaron ante la Asamblea Nacional Constituyente, y destacó que no pueden existir divisiones frente a la pelea contra el Gobierno
Que esperaba este personaje? Que felicitaramos a los arrodillados? Que calláramos para no destruir la famosa UNIDAD? Esto no es UNIDAD, señor, esto que ustedes montaron es deshonroso. No hay censura suficientemente fuerte para lo que acaban de hacer.
Suscribo cada una de sus palabras. Y entiendo que no los identifique. No hace falta. Sabemos quienes son y lo que pretenden. Punto final.
ResponderEliminarTodos sabemos que se habla de Ramos Allup y su banda de pillos adecos. Resultó que la Rata Vieja, siempre se disfrazó de Zorro Viejo.
ResponderEliminarGustavo, completamente de acuerdo contigo. Son unos politiqueros despreciables.
ResponderEliminarLa democracia esta por encima de los intereses personales, no les importo el mega fraude,se pierde el respeto, la dignidad,los gobernadores electos de oposición deben seguir el ejemplo de Fermin Toro,"Dígale al General Monagas que mi cadáver lo llevaran, pero que Fermin Toro no se prostituye". Recordando una frase de Wiston Crurchill:!El que se arrodilla para conseguir la paz,se queda con la humillación y con la guerra"
ResponderEliminarCuando les llegó el momento de valentía, se arrodillaron.... Muy triste.
ResponderEliminarQue tan lejos quedaron Don Rómulo Gallegos y Raül Leoni.
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