Urge la insurgencia interna y la intervención externa contra el narco-régimen venezolano

Lejanos están ya los días en los cuales los líderes opositores venezolanos decían de manera casi unánime: “Este problema es de los venezolanos y solo nosotros lo resolveremos”. Esta actitud llevó a algunos de ellos a viajar a Washington a pedirle al gobierno estadounidense que no se sancionaran a los criminales chavistas y a declarar en la prensa venezolana que se oponían a las sanciones de USA por considerarlas lesivas a nuestra “soberanía”.  Todavía hoy hay quienes desde las filas de la oposición se apegan a los clichés de “la planta insolente del extranjero”, aunque con criterios bastante selectivos, ya que guardan silencio frente al vergonzoso tutelaje del cual ha sido objeto el chavismo castrado por parte de la Cuba castrista. 

 En la MUD permanecen enquistados colaboracionistas y entreguistas como Henri Falcón y Manuel Rosales, o manipuladores políticos con agendas personales, como Henry Ramos Allup, todos ellos con aspiraciones presidenciales declaradas. Lo que hacen desde la oposición está diseñado para promover sus aspiraciones personales. Con gente como ellos manejando la oposición nos dirigimos hacia  gobiernos en los cuales los bandidos chavistas y el entreguismo de la MUD compartirían el poder y sus privilegios.

La MUD es una vergüenza

El liderazgo político venezolano requiere hoy de una transformación. No es posible seguir pensando en transarse con el bandidaje chavista. El nuevo liderazgo tendrá que adoptar una posición de franca insurgencia ciudadana. Solo así podrá colaborar efectivamente con las fuerzas externas que persiguen el mismo fin de expulsar al chavismo del poder en Venezuela. Ese liderazgo nuevo deberá crear un Frente Nacional, no un grupo de partidos políticos buscando, cada quien, el poder. Deberá ser representativo de la sociedad civil venezolana, no una agrupación meramente electoral. Hasta Henrique Capriles acaba de decir que ya la vía electoral está cerrada, admisión tardía pero ilustrativa de que nadie puede esperar en la Venezuela de hoy que el chavismo caiga por la vía de los votos. Lo que dicen algunos miembros de la MUD, como Ramos Allup, que habrá que estudiar la participación en la elección de alcaldes suena absurdo, a la luz de lo que sucede en Venezuela. La naturaleza invertebrada de estos señores es tal que el gobernador electo por el Estado Zulia acaba de decir que aunque supeditarse a la ANC es inconstitucional,  estarán consultando a sus electores si lo deben hacer. ¿Qué falta de decoro es esta? ¿Hasta cuándo el guabineo y la ambigüedad, la falta de principios?  

En Venezuela existen venezolanos íntegros, dignos, que puedan tomar las riendas de una insurgencia ciudadana que sea efectiva aliada de lo que debe ser un proceso de intervención externa en contra del régimen. Nombres como Ledezma, Machado, Ugalde, Aristeguieta Gramcko, Goicochea, Smolansky, L. Mendoza, Arria,  Carlos Blanco, Pérez Morales, se me vienen a la mente, como ejemplos de la nueva dirigencia ciudadana  que requiere nuestro país.

 ¿Por qué no menciono a Capriles y a Leopoldo?  Porque ellos deberán definir su posición. Leopoldo ha mantenido casi total silencio en los últimos meses. Capriles tendrá que definirse más claramente y de manera consistente, no decir una cosa hoy y otra mañana.

INTERVENCIÓN EXTERNA YA

En paralelo con la renovación del liderazgo político venezolano, el cual promueva una verdadera  insurgencia ciudadana, requerimos la  intervención  de países democráticos en Venezuela. Ya esa intervención está en marcha y no debe demorarse. Al contrario, su intensidad  debe incrementarse de manera urgente. Hasta hoy la intervención está liderada por los Estados Unidos, por un grupo de ex -presidentes latinoamericanos, por países europeos como España y Francia, por el Secretario general de la OEA, Luis Almagro y por el llamado Grupo de Lima, el cual está integrado por una docena de países latinoamericanos: Argentina Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú. Estos países e individuos coinciden en desconocer la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente venezolana y las recientes elecciones a gobernadores.  Esta coalición de países e individuos rechaza al régimen venezolano por ilegítimo.

Falta un actor extraordinariamente importante por definirse: la Unión Europea. Algunos países europeos ya han manifestado, de manera no oficial, su rechazo al régimen de Nicolás Maduro, pero falta una acción oficial y contundente por parte de estos países que lleve, junto a los otros países democráticos del mundo,  a un aislamiento total  del narco-régimen venezolano. Este aislamiento debe ser diplomático, económico y político.

  Rex Tillerson, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, Senador del Congreso de los estados Unidos,  el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau,  Luis Almagro, Secretario General de la OEA, y el Primer Ministro de España, Mariano Rajoy, deberían coordinar sus esfuerzos a fin de promover esta acción conjunta global en contra del narco-régimen de Nicolás Maduro y nuevas elecciones transparentes, con supervisión internacional, a fin de lograr la instauración de un gobierno honesto y democrático en Venezuela.  En mi escrito anterior en este blog, ver:   http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2017/10/cuatro-pasos-indispensables-para-la.html he descrito cuatro pasos fundamentales a ser tomados por un nuevo gobierno en Venezuela.

Las sanciones políticas y económicas en contra del narco-régimen venezolano  deben aplicarse de manera global. Si ellas no funcionaran a corto plazo deberá contemplarse la intervención armada  por parte de países miembros de la OEA, a fin de proceder a la captura de la pandilla que usurpa el poder en Venezuela. Es imposible seguir pensando en que tal intervención sería una violación de soberanía nacional. Al contrario, sería un acto de liberación de un pueblo oprimido y humillado por los bárbaros chavistas, una violación que ya lleva 18 años en progreso, llevada a cabo por la mafia chavista-militar que se ha enriquecido de manera obscena a osta de las privaciones del pueblo. Los nombres se conocen. 

El pueblo venezolano es hoy rehén de ese grupo de criminales civiles y militares. El país debe  resistir internamente y recibir el apoyo decidido del mundo externo para terminar de una vez por todas con la pesadilla  narco-chavista.