Leo que la
Asociación de Geólogos Petroleros Americanos, la venerable AAPG, acaba de
concederle el Premio Michel Halbouty de Liderazgo a nuestro amigo, colega
geólogo y compatriota Hans Krause.
Al inicio de los años 60 era yo geólogo de exploración de
la compañía Shell de Venezuela en Caracas. Estaba cerca de los 30 años de edad
y atrasado en mi plan de ser gerente de exploración de la empresa al llegar a
esa edad. Un día me llamó a su oficina el Gerente de Exploración de la época, el
geólogo suizo H.H. Renz (uno de los dos del mismo nombre que tuvieron actividad
en Venezuela) y me dijo que yo no sería el próximo Gerente de Exploración de la
empresa. Tenía debilidades en el trabajo que me lo impedían, me dijo Renz.
En aquella época la venezolanización en la empresa había
adquirido fuerza. Yo hubiera podido decir que me estaban “discriminando” y usar
el as de la venezolanización para forzar mi promoción.
Pero no lo hice, por una razón poderosa. Renz estaba en
lo cierto. Yo tenía debilidades como geólogo que me hacían, al menos en el
momento, un mal candidato. Y acepté lo que me propuso Renz: “Voy a enviarte a
Lagunillas, a que aprendas a ser un ingeniero petrolero de campo, a que
perfecciones tu petrofísica, a que veas y estudies en el terreno cómo se comportan
los yacimientos”.
Y acepté irme a Lagunillas, casi a comenzar de nuevo mí
carrera. Esa transferencia del “viejo” geólogo a Lagunillas me puso a trabajar
con geólogos e ingenieros petroleros – la mayoría más jóvenes que yo, quienes – además - sabían más que yo del
trabajo que me enviaban a hacer. Fui alumno de ellos, pues. Era un grupo en el
cual recuerdo, entre otros, a Ricardo Corrie, Francisco Rubio, Simón Antúnez,
Gustavo Inciarte, Enrique Hung y Hans Krause. Ese grupo me acogió con simpatía,
me enseñó muchas cosas que yo no sabía. Llegué a sentirme muy orgulloso del
trabajo que hacía, de madrugada, metido en un pequeño helicóptero, volando entre
tormentas del Lago a ser partero de un pozo que daría riqueza al país, mientras
los venezolanos dormían plácidamente. Aprendí que los pozos petroleros, como
los bebés, nacen casi todos de madrugada y a analizar los registros eléctricos a fin de tratar de predecir
la calidad productora del pozo.
A ese grupo le debo buena parte de mi éxito posterior en
la empresa. Cada quien tenía su personalidad muy definida y de cada quien
aprendí.
Con Hans Krause establecí una amistad muy estrecha, la
cual ha durado y se ha incrementado todavía más al correr de los años. Aunque
no nos vemos con frecuencia, hace uno o dos años cenamos juntos en la zona de Washington, gracias a la iniciativa de nuestro amigo común, Milton Cháves. Hans me había pedido un escrito para la publicación EXPLORER, de la AAPG, en la cual ha
sido – durante varios años – principal
promotor y editor de sus Historical
Highlights, ver: http://www.aapg.org/Publications/News/Explorer/Column/ArticleID/3187/In-the-Beginning-The-Legends-of-Venezuela
. Esta es una serie de escritos, muchos de ellos cautivantes, relacionados con
la geología, con la búsqueda del petróleo en todos los países del mundo, con
énfasis en sus aspectos humanos, en las numerosas sagas que han llevado a los
grandes descubrimientos de hidrocarburos en el planeta. No en vano había dicho
Wallace Pratt que “el petróleo se encuentra en la mente de los hombres”.
Wallace Pratt fue
el fundador de la Asociación y también fue el primer receptor del premio que hoy recibe nuestro amigo Hans
Krause. Este premio es el segundo en importancia que otorga la Asociación, la
cual cuenta con unos 40.000 miembros, un 40% de quienes viven y laboran fuera
de los Estados Unidos. Es una agrupación mundial, con 100 sociedades afiliadas
en todo el planeta.
El premio que recibe Hans Krause se otorga a miembros o no miembros de la Asociación,
quienes hayan demostrado un liderazgo excepcional y hecho aportes extraordinarios a las geo
ciencias, dentro o fuera de la Asociación. Ello le da al premio una categoría
universal. Es un reconocimiento al
liderazgo, a la visión que permite el avance de las ciencias de la tierra, dado
a quienes hayan hecho aportes muy especiales a la Asociación, generando estrategias
y programas que hayan aportado beneficios a la comunidad científica en las geo
ciencias.
El premio que recibe Hans Krause es una medalla con la
efigie del ilustre geólogo Michel T. Halbouty, la cual lleva la inscripción: ‘Dada
por excepcional liderazgo en las geo ciencias del petróleo”. La medalla lo
hace, automáticamente, miembro honorario de la Asociación.
Es un gran honor para Hans y para la comunidad de
geólogos venezolanos. Una distinción merecida para nuestro gran amigo Hans
Krause, quien tiene entre sus numerosas virtudes la habilidad para estimular el
entusiasmo y la acción entre sus colegas, el desprendimiento para hacernos
pensar que estamos haciendo una gran labor, sin hablar jamás de la suya.
Esa es la esencia del liderazgo.
Gracias por compartir esa historia y los pormenores de ese importante premio....
ResponderEliminarEstimado Amigo Don Gustavo, se dice pronto y ligero todas las vivencias y retos que desempeñaron muchos venezolanos y extranjeros en aquellos inicios de una industria petrolera fuerte y generosa con aquellos que mucho le aportaron. Gracias por este relato de primera fuente y un fuerte abrazo por el merecido reconocimiento a Hans Krause.
ResponderEliminarInteresante, gracias por compartir. Menos mal que no estoy en Whatsapp o en Facebook, detesto cuando alguien escribe algo tan bueno y ponen la manito con el pulgar hacia arriba. Saludos
ResponderEliminarAsí fue la IPN en sus tiempos de gloria y profesionalismo, cuando gente como los que mencionas forjaban Patria en los campos venezolanos. Muchos de ellos tuve el honor de conocer e inclusive recibir sus lecciones y sugerencias. Me entristece pensar cómo esa escuela de seriedad, ética y capacidad ya no existe en la PDVSA rojita.
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