Jorge Giordani, ex-ministro de planificación y de finanzas del difunto
sátrapa Hugo Chávez Frías forma, junto con Rafael Ramírez Carreño, Nelson Merentes
y el mismo Hugo Chávez Frías el cuarteto fatídico responsable por el proceso que ha llevado a Venezuela a la
ruina. Su labor en las tareas de planificación del desastre, su insensata
actuación como administrador de la riqueza petrolera venezolana durante el régimen
de Chávez, lo hacen uno de los máximos culpables del desastre venezolano.
Yo no puedo decir que Giordani es un ladrón, como si es el caso de muchos
de sus colegas del régimen de Hugo Chávez Frías. Pero si puedo decir que
Giordani es un corrupto. ¿Por qué lo digo? Porque la corrupción no está
limitada a robar el dinero de la nación, no está limitada a traficar con
influencias para mantenerse en el poder. Corrupción es también pertenecer por
un largo tiempo al servicio de un régimen donde haya gente robando y abusando
de su poder ilegítimo, donde haya gente diciendo que trabaja para el pueblo
cuando solo trabaja para su propio beneficio. Corrupción es ser cómplice. Y
esto fue lo que hizo Giordani, no por días o semanas o meses, sino por años,
mientras fue una de las eminencias grises del funesto régimen de Hugo Chávez
Frías, mientras validaba con su silencio los desastres que el sátrapa cometía
en contra de su pueblo. Tarde vino a piar Giordani, cuando escribió una carta
en la cual admitía que el régimen de Chávez había malversado miles de millones
de dólares. Mucha de esa malversación ocurrió cuando Giordani era ministro de
la mayor confianza de Chávez y uno de los tres o cuatro personajes más
importantes del régimen. Corrupción es también utilizar el dinero de la nación en
proyectos ilusos y costosos que nunca arrancaron, tal y como sucedió con el Proyecto
del Eje Orinoco-Apure. Corrupción es pertenecer a un gobierno que prostituyó a
las empresas del estado, comenzando por PDVSA y la CVG y que desvió los
ingresos derivados del petróleo hacia fondos financieros paralelos, manejados
sin transparencia y en los cuales desaparecieron miles de millones de dólares. Giordani
era uno de los administradores de esos fondos.
Giordani es un corrupto pero sigue hablando. Y lo que dice es insensato y
demuestra que no está arrepentido de sus crímenes ni ha aprendido nada de los
horrores de los últimos 19 años. Dice lo siguiente en su artículo de APORREA: “Encrucijada ante la historia, todo ello nos concierne”, Viernes,
15/06/2018, ver: https://www.aporrea.org/actualidad/a264926.html
:
“Los
primeros años del proceso bolivariano con el triunfo electoral del Comandante
Chávez en diciembre de 1998, y el inaudito esfuerzo de voluntad que terminó en
una inmolación personal, a través de una política social de inclusión basada en
la distribución de la renta petrolera… “
Se empeña Giordani en
definir la satrapía de Hugo Chávez Frías como ejecutora de “una política social
de inclusión basada en la distribución de la renta petrolera” cuando apenas fue
una política de limosnas al pueblo, exigiéndole a cambio lealtad política para
su régimen anti-democrático. Esa trágica política de limosnas fue humillante y
embrutecedora para el pueblo y eventualmente condujo a niveles de pobreza
mayores que los encontrados por el sátrapa.
Agrega Giordani:
“Esa
lucha entre fuerzas, por un lado, las que pretenden mantener los privilegios de
la Cuarta República iniciada en 1958 luego del derrocamiento del régimen de
Pérez Jiménez e instalación del Pacto de Punto Fijo, y por el otro, la
irrupción de un movimiento bolivariano impulsado por sectores nacionalistas de
la Fuerza Armada venezolana, con el apoyo del pueblo y de fuerzas progresistas,
no ha podido consolidar hasta los momentos un nuevo Bloque Hegemónico”…
Según este personaje el
régimen de Chávez-Maduro ha tenido el apoyo del pueblo, de la Fuerza Armada y
de sectores progresistas. Cualquier venezolano sabe que el pueblo está pasando
hambre y muere sin atención médica cuando no a manos del hamponato promovido
por el chavismo y que la Fuerza Armada, especialmente su llamado Alto Mando Militar
representa hoy el mayor cáncer que aflige a la nación, nido de
narcotraficantes, contrabandistas, especuladores y contratistas rapaces.
Seguirlos ensalzando como lo hace Giordani demuestra su naturaleza ruin e
indigna.
No contento con el desastre
que ha causado, ahora Giordani propone lo siguiente:
“Lo
que se requiere es la definición de una estrategia ofensiva que oriente la
construcción de un nuevo bloque histórico popular y revolucionario…. mantener
lo que han sido los avances alcanzados por el proceso bolivariano. Debemos
actuar antes de que sea demasiado tarde”.
Es decir, se requiere la
aparición de otro sátrapa a lo Chávez. Maduro es un excremento, con lo cual
estamos de acuerdo con Giordani, por lo que – según Giordani - se necesitaría un líder carismático a lo Chávez
quien repita los primeros doce de chavismo. Giordani no se arrepiente, no
rectifica, su mediocridad no da para más que no sea pedir una repetición del
sainete chavista que terminó con la muerte del sátrapa, a manos del castrismo,
en una cama en La Habana. Y no solo lo pide Giordani para la pobre Venezuela
sino para toda la región, o para todo el planeta, al decir:
“Y
cómo estamos hablando de una Patria Grande, la que soñaron los Libertadores, no
es solamente Venezuela la involucrada en esta construcción de futuro, ni en el
ámbito de la América toda, ni tampoco en el de las luchas universales por esa
utopía realizable posible”.
Este loquito vive en un
mundo irreal, de su exclusiva creación. No habría que hacerle mucho caso si no
fuera porque todavía existe un grupo remanente de viudos del chavismo que sueña
con la aparición de un clon del sátrapa, el cual venga a rematar la tarea que
no pudo completar el fallecido paracaidista.
Y lo que es más indignante
es que Giordani pretende hablar verdad. Dice, con gran cinismo:
“Quién
hoy pretenda combatir la mentira y la ignorancia y escribir la verdad, debe
superar, cuando menos, cinco dificultades. Debe tener el valor de escribir la
verdad, aunque en todas partes la sofoquen; la sagacidad de reconocerla, aunque
en todas partes la desfiguren; el arte de hacerla manejable como arma; el
juicio de escoger aquellos en cuyas manos resultará más eficaz; la maña de
propagarla ante éstos”.
El mediocre Giordani
pretende ser un perseguido, un héroe de la resistencia en contra del mismo régimen
que el promovió. De criminal activo ha pasado a ser una voz plañidera que sueña
con una repetición del cataclismo nacional que fue la etapa de Hugo Chávez Frías.
Giordani no debe ir a la
cárcel, debe ir a un manicomio.
Giordani, del CENDES, un mediocre, resentido. Destruyó Venezuela con Chávez, par de hijos de la gran puta.
ResponderEliminarPico y pala.............pan y agua..........por el resto de los miserables dias que le quedan a Giordani..........y es poco castigo para el mal que ya ha hecho.
ResponderEliminarAh, ya pague pedi el libro en copia de papel para disfrutarlo y compartirlo con mi familia. I can't wait for the book to arrive.
Ciao
El Cabo Reyes
Giordani se cree un intelectual, y no es mas que un resentido ignorante. Sus mejores dias, que fueron bastante mediocres, han pasado. Es hora que se calle y se hunda en su marasmo privado. Nadie necesita sus opiniones.
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