Todo el ladrillo (término periodístico que define un escrito larguísimo,
incoherente, lleno de estupideces) es una
sucesión de lugares comunes, de frases vacías y rimbombantes, de necedades que
pretenden darle sustento al inmenso fraude con el cual se ha sellado la ruina
de la industria petrolera venezolana. Quien quiera leerlo en su totalidad, lo
podrá ver en: PROFUNDIZANDO%20LA%20TRANSFORMACION%20DE%20PDVSA%20HACIA%20UNA%20CORPORACION%20SOCIALISTA%20(1).pdf
Las frases de Hugo Chávez Frías, el fallecido sátrapa, que sirven
de fundamento al Plan son las siguientes:
“Refundar la industria, refundar sus valores, resembrar sus valores,
redimensionar su visión, su misión, sus planes de corto plazo y de mediano plazo
y de largo plazo que no pueden ser
otros que los planes de desarrollo nacional. Nunca jamás puede haber una PDVSA con una
meritocracia insensata, cuyo mito ya se enterró y quedó enterrado más debajo de
la fosa del petróleo. Unos meritócratas insensibles, unos cogollos, cúpulas,
como queramos llamarlas, que demostraron lo que son realmente: apátridas, y
manejaron esta empresa durante décadas, con un proyecto antinacional, obedeciendo
a lineamientos contrarios al interés de la Patria, contrarios a los intereses
del Pueblo”
Hugo Chávez Frías,
Marzo 6, 2003
Como se podrá ver, el fallecido pensaba que la meritocracia en la administración
de la industria petrolera nacional era una mala palabra y por ello se dedicó a
poblar la empresa con ladrones ineptos, quienes no solamente desvalijaron la
empresa sino que la condenaron al colapso operacional definitivo. Sus insultos a la gerencia profesional de la PDVSA
son una muestra de su gran complejo de
inferioridad. Chávez fue un militar de modesto rango, resentido socialmente por
no pertenecer a la clase media, lleno de lecturas indigestas y pasto fácil de
charlatanes como Norberto Ceresole, Marta Harnecker, Herman El Troudi o el mercenario español
Monedero, a quien le cuadra bien el apellido. Su astucia lo llevó a rodearse de gente igual o peor que él. Desde Héctor
Ciavaldini, pasando por Ali Rodríguez, Asdrúbal Chávez, Rafael Ramírez, Eulogio
del Pino, hasta llegar al mamotreto de Manuel Quevedo, la sucesión de “líderes”
petroleros del chavismo fue de mal en peor. La historia del colapso que ellos
generaron puede resumirse así:
Cuando Chávez llegó al poder PDVSA producía 3 millones de
barriles diarios. Hoy PDVSA está produciendo 1,3 millones de barriles diarios.
Durante las presidencias de Ali Rodríguez y Rafael
Ramírez Carreño se perdieron 500.000 barriles diarios de producción
Durante la presidencia de Eulogio del Pino se perdieron 500.000 barriles diarios de
producción
En lo que va de la presidencia de Manuel Quevedo se han perdido 700.000 barriles diarios de
producción.
Esta, en pocas palabras, es la historia del gran fracaso y de la ruina
de la industria petrolera venezolana. Ha sido la obra de Chávez, Maduro, Ramírez
Carreño, Merentes, Giordani, del Pino y Quevedo, como principales culpables. Quizás
el mayor culpable ha sido Rafael Ramírez Carreño quién aceptó sin chistar las
ordenes de Chávez que llevaron a PDVSA a transformarse en una empresa social y
una quincalla, en la cual la producción de petróleo se fue mezclando con la
importación de pollos y alimentos podridos, el gran fraude de PDVAL, por el cuál
tendrán que responder. Cuando esto ocurrió se prostituyó la razón de ser de la
empresa y se la condenó al fracaso.
El documento que mencionamos comienza así, en palabras de del Pino: “El Plan Estratégico Socialista de PDVSA
2016-2026” marca un hito histórico dentro de la industria petrolera a nivel
mundial, que se inició en junio de 2015, con la participación de más de 96 mil trabajadores,
que representan alrededor de 70% de la fuerza laboral de PDVSA. 97472
propuestas originales fueron reducidas a 466 propuestas en la cuarta semana del
ejercicio”.
Ya en este párrafo
se anuncia el desastre. ¿Qué hacen 96000 trabajadores planificando, llevando a
la empresa a una virtual parálisis durante cuatro semanas, cuando deberían
estar operando la industria, mientras un grupo de 10 a 12 planificadores
planifica, conduciendo las entrevistas en la organización que sean realmente
necesarias? Estos miles de trabajadores
elaboraron, según del Pino, 97472 propuestas, las cuales fueron reducidas a
466. Es decir, después de ese gran esfuerzo de “planificación”, un 99,99% de
las propuestas fueron rechazadas. Suponemos nosotros que se rechazaron por
inútiles, fantasiosas, mezquinas, irracionales, ignorantes, irreales y todas
las demás razones por las cuales las propuestas se rechazan.
El documento
agrega que 163 de las propuestas aceptadas estuvieron dirigidas a “operar y mantener con los mayores
estándares de empresas de primer nivel” mientras que 122 propuestas
estuvieron dirigidas a “posicionar a PDVSA como empresa líder en
producción, procesamiento, refinación y comercialización de petróleo pesado”.
Quien tenga ojos
para ver y oídos para oír, quien no esté cegado por la ideología, tendrá que admitir
que PDVSA hoy es la antítesis de esos objetivos arriba mencionados. No es una
empresa de primer nivel, ni siquiera de tercer nivel. No mantiene sus
instalaciones, no es líder en producción (todo lo contrario), ha perdido más la mitad de su capacidad de
producción desde 1998, las refinerías son un desastre, su nivel de
exportaciones es ínfimo. Entonces, ¿de qué valen estas frases y este ejercicio
absurdo?
La respuesta es
clara. Este Plan no es un plan de empresa seria alguna sino un burdo plan
político diseñado para seguir engañando a las masas embrutecidas y empobrecidas
por el narco-régimen chavista. Parece mentira que haya quienes crean que PDVSA
debe ser una empresa socialista manejada por los trabajadores. Decir esto recuerda
a quienes se comieron el toro padrote, destinado a la reproducción en una tarde
loca de borrachera e ignorancia. Eso es lo que el documento dice: “la Gestión Directa y Democrática de La Clase Trabajadora en
el Proceso Social de Trabajo” es el pilar fundamental que impulsará las otras líneas
estratégicas. PDVSA
profundizará su transformación, mediante la
creación de un modelo organizativo que garantice… la participación activa y
consciente de los trabajadores y las trabajadoras”.
El documento establece el objetivo estratégico de: “Transformar a
PDVSA, filiales y negocios no petroleros, con la Gestión Directa y Democrática
de la Clase Trabajadora consciente de su rol protagónico y participativo en el
proceso social de trabajo, en una corporación socialista eficiente y transparente,
que genere los recursos necesarios en armonía con el ambiente, para que la República
Bolivariana de Venezuela trascienda de ser un país exportador de materia prima,
hacia un país potencia”.
Por lo tanto, se
debe:
• Profundizar el
contenido político y social en la industria petrolera para avanzar hacia la
PDVSA Socialista y Revolucionaria.
• Conformar e
Impulsar las Escuelas de Cuadros Socialistas Hugo Chávez (EFCSHC) en toda PDVSA.
Estos dementes
piensan que siguiendo estas directrices “estratégicas” se podrá obtener: “la
soberanía tecnológica como herramienta liberadora del pueblo”. La realidad es
el colapso, el desplome, la vergüenza nacional que es hoy PDVSA y su quiebra
financiera y operacional.
Estos
inconscientes fueron más allá. Dijeron en el documento:
“Es necesario entender que lo planteado por
la clase trabajadora se dirige hacia una transformación profunda de PDVSA, y
que este proceso tendrá implicaciones en lo ético, político,
económico–productivo y en lo social, por lo que es sumamente importante
comprender que el modelo de gestión establecido en PDVSA desde su fundación no
ha permitido garantizar en el tiempo la eficiencia y eficacia, soberanía
tecnológica y desarrollo territorial, esperado por todo el Pueblo venezolano”.
Es decir, la toma
de la gerencia de PDVSA por los trabajadores involucra, según el documento,
cambios en lo ético, político y económico. Y ya hemos visto esos cambios: en lo
ético, PDVSA se ha convertido en un nido de ladrones, lavadores de dinero y
cómplices de sus contratistas. En lo político, PDVSA se convirtió en empresa
traidora, dándole petróleo gratis a los Castro, a los Kirchner, a Ortega y a
otros de sus cómplices. En lo económico, PDVSA es una empresa quebrada. En lo
social, PDVSA se ha convertido en financiadora de dádivas y limosnas que han
generado grandes centros de corrupción como es el caso de la Misión Vivienda. Agrega
el documento que el modelo de gestión pre-chavista no ha permitido garantizar
la eficiencia, o la soberanía tecnológica que esperaba el pueblo. ¡Qué cinismo!
Este documento es la mejor prueba del fraude y
del fracaso chavista. Está firmado por Eulogio del Pino, formado en la PDVSA
meritocrática, pero un traidor a su misión gerencial.
Este tal documento confirma la ignorancia, idiotez y incapacidad de los tales lideres de laPdvsa rojita, que hoy no es mas que una triste sombra de lo que fue antes de la llegada de Chavez y sus piratas.
ResponderEliminarDe ser una de las dos mejores empresas propiedad de un Estado (la otra Saudi-Aramco) está hoy por debajo de las peores incluyendo la Pemex mejicana.
Todo producto de corrupción, incapacidad, su posición anti-meritocrática (que es el principal creador de una empresa seria y próspera.