No solo es la muerte algo perfectamente serio, como decía Antonio Machado,
sino que es doblemente triste cuando llega en tiempos de dictadura, en momentos de
rebeldía, de sentimientos de impotencia mezclados con sueños de libertad.
Cuando los venezolanos nos asomemos a la primera alborada en libertad, después
de la larga y horrorosa noche, deberemos tener un lugar especial en nuestro corazón para
amigos, familiares y héroes ciudadanos quienes no podrán compartirla con
nosotros.
Cuando la barbarie tiene, como hoy, sus días contados pienso en Franklin
Brito, asesinado por el régimen al dejarlo morir de mengua, en 2010, después de
una conmovedora lección de coraje e integridad ciudadana.
Recuerdo con melancolía a Aldemaro
Romero, muerto en 2007, soñando con una patria libre de ladrones, narcotraficantes
y entreguistas, tratando de hacernos reír con su música en sus últimas horas de
su vida, ver: https://www.youtube.com/watch?v=YvuiajRqvaY
Pienso en mi querido amigo de toda la vida, Alberto Quirós, fallecido en
2015, hace cuatro años, activo hasta el último día dando clases de civismo y de
integridad, insigne petrolero y maestro en buena ciudadanía. Su último artículo
puede verse aquí: http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2015/12/el-ultimo-articulo-de-alberto-quiros.html , el cual contenía una prospectiva para la Venezuela que él ya no podría ver.
Pienso en Jorge Olavarría, muerto en 2005, en plena dictadura del hombre en quien él creyó en algún momento y a quien denunció
públicamente, en el Congreso de la república, en uno de los discursos más
valientes que jamás se hayan oído en ese recinto, http://www.pedromogna.com/discurso-de-jorge-olabarria-el-5-de-julio-de-1999/
Recuerdo a Arturo Uslar Pietri, fallecido en 2001, sabiendo ya que Chávez
era un ignorante y que solo traería tragedia a Venezuela. Así lo dijo a Rafael
Arraiz Luca en la última entrevista apenas días antes de su muerte: “Chávez es un delirante, ignorantísimo, dice disparates, qué
desgracia”, ver: https://twitter.com/prodavinci/status/732210272904089600?lang=en
En nuestro corazón también habrá espacio para los
centenares de venezolanos muertos en
protestas contra los narco regímenes de Chávez y Maduro, jóvenes y viejos,
hombres y mujeres, generosos estudiantes y miembros de nuestras clases
trabajadoras y medias, quienes pagaron con sus vidas su protesta ciudadana y a
quienes la barbarie fascista-comunistoide les robó el derecho a vivir en
libertad, a realizarse plenamente como seres humanos, todo en nombre de una mal
llamada revolución que ha terminado en una orgía de robos, entregas, represión,
mentiras, lavado de dinero y narcotráfico.
Si no hay justicia, si no hay nuevas actitudes ciudadanas,
si el futuro liderazgo solo fuese más de lo mismo, si no hay coraje para hablar claro y para evitar hacer indebidas concesiones a los criminales, estas ilustres muertes carecerán de sentido.
Son nombres de muchos venezolanos y extranjeros que fueron factores en la Venezuela del pasado. A éstos nombres se pueden agregar muchos otros, pero los tengo en mi memoria y mi corazón.
ResponderEliminarTambién Rafael Tudela, víctima de este régimen y su famoso discurso de "hay que robar a los ricos" dicho por Chávez comenzando estos 20 tristes años.
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