INFORME DE
LAS NACIONES UNIDAS JUSTIFICA UNA INTERVENCIÓN MILITAR INMEDIATA DEL RÉGIMEN
VENEZOLANO POR LA COMUNDAD REGIONAL
DE NACIONES.
El Informe que acaba de
ser presentado por la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Derechos Humanos representa una clara justificación para la inmediata intervención
militar del régimen fallido y forajido venezolano por parte de la comunidad
regional de naciones.
He aquí las razones:
En primer lugar, los
hechos que denuncia el Informe son los siguientes (cita textual): “La oficina
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos considera que existen motivos razonables para
creer que se han cometido graves violaciones de los derechos económicos y
sociales, incluidos los derechos a la alimentación y la salud, en Venezuela. El
Gobierno se negó a reconocer la magnitud de la crisis hasta hace poco y no
adoptó las medidas apropiadas. Conforme se agudizaba la crisis económica, las
autoridades empezaron a utilizar los programas sociales de forma
discriminatoria, por motivos políticos, y como instrumento de control social.
Las recientes sanciones económicas están agravando la crisis económica, lo que
en último término aumentará el impacto negativo en el disfrute por la población
de los derechos económicos y sociales.
Durante más de un decenio, Venezuela ha
adoptado e implementado una serie de leyes, políticas y prácticas que han
restringido el espacio democrático, debilitado las instituciones públicas y
menoscabado la independencia del poder judicial. Aunque estas medidas se han
adoptado con la finalidad declarada de preservar el orden público y la
seguridad nacional contra presuntas amenazas internas y externas, han aumentado
la militarización de las instituciones del Estado y el empleo de la población
civil en tareas de inteligencia y defensa.
Todo ello ha
permitido al Gobierno cometer numerosas violaciones de los derechos humanos.
Las autoridades han atacado especialmente a determinadas personas y grupos,
entre ellos a miembros de la oposición política y a quienes se considera que
constituyen amenazas para el Gobierno por su capacidad para articular
posiciones críticas y movilizar a otras personas. Esta represión selectiva se
manifiesta en una multitud de violaciones de los derechos humanos, que pueden
constituir persecución por motivos políticos. Estas violaciones requieren más
investigación para determinar la pertinente responsabilidad del Estado y la
responsabilidad penal individual.
Miles de personas,
principalmente hombres jóvenes, han sido asesinadas en supuestos
enfrentamientos con fuerzas estatales en los últimos años. Existen motivos
razonables para creer que muchas de esas muertes constituyen ejecuciones
extrajudiciales perpetradas por las fuerzas de seguridad, en particular las
FAES. Al ACNUDH le preocupa que las autoridades puedan estar utilizando a las
FAES, y posiblemente a otras fuerzas de seguridad, como parte de una política
de control social. Estas muertes violentas requieren una investigación
inmediata para asegurar la responsabilidad de los perpetradores y las garantías
de no repetición.
Los pueblos
indígenas venezolanos son objeto de graves violaciones de sus derechos
individuales y colectivos. Al ACNUDH le preocupan especialmente los informes de
amenazas y actos de violencia contra autoridades y dirigentes indígenas y la
represión selectiva de los/as pemones que se oponen al Gobierno. Se necesita
más investigación sobre los derechos de los pueblos indígenas, con especial
atención a la represión de los pueblos indígenas y las violaciones a sus
derechos colectivos a la tierra, los territorios y los recursos.
El Estado ha
denegado sistemáticamente los derechos de las víctimas de violaciones de los
derechos humanos a la verdad, la justicia y la reparación. La impunidad ha
permitido que se repitan las violaciones de los derechos humanos, ha
envalentonado a los autores, y ha dejado de lado a las víctimas. Al ACNUDH le
preocupa que, de no mejorar la situación, siga aumentando el éxodo sin
precedentes de personas migrantes y refugiadas venezolanas y que las
condiciones de las personas que permanecen en el país empeore”.
En segundo lugar, porque
en base a las violaciones arriba denunciadas, el Informe (cita textual): «insta
al Gobierno de Venezuela a adoptar de inmediato medidas específicas para
detener y remediar las graves vulneraciones de derechos económicos, sociales,
civiles, políticos y culturales que se han documentado en el país», violaciones - agregamos nosotros - que incluyen la impunidad de quienes las llevan
a cabo, agudas carencias de agua,
alimentos y medicamentos, prisiones y torturas, atropellos a las minorías, parcialidad
manifiesta del poder judicial, fiscalía y defensoría del pueblo, promoción de
grupos armados, abusos en contra de emigrantes y utilización de los recursos públicos
para penalizar la disidencia política y favorecer a los allegados al gobierno.
La
tercera y, quizás, la más poderosa razón, es que todos los venezolanos y todos los países de
la región saben que el llamado que hace la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas al gobierno/régimen de Nicolás Maduro ni puede ser ni quiere ser
atendido por ese gobierno/régimen, por la sencilla razón de que su conducta es su esencia misma. La filosofía política que lo anima hace imposible
que ese régimen deje de actuar de la manera como ha actuado y sigue actuando.
Ni Hitler, ni Stalin, ni Gadafi pudieron dejar de ser lo que fueron.
Es por ello que el llamado que el Informe hace al régimen
venezolano es inefectivo y representa solamente una acción simbólica. El verdadero
llamado, a la luz de lo que dice el Informe y a la luz de la realidad
venezolana, que es mucho peor de lo que el informe menciona, es a una inmediata
intervención militar de los países de la región. No una intervención militar
unilateral de los Estados Unidos, el espantapájaros que invocan como amenaza los amigos del
régimen chavista/madurista para tratar de mantenerlo en el poder, sino un ejército
regional, en el cual estén representados los países democráticos de la región.
Sabemos que Cuba y los satélites políticos del castrismo, como Nicaragua y Bolivia se opondrán.
Sabemos que los mercenarios del CARICOM se opondrán. Sabemos que la fauna ideológica del Foro de San Pablo se opondrá. Pero es necesaria la acción, de la
misma manera que es necesaria la intervención de los vecinos cuando el marido
borracho y anormal está matando a su esposa a golpes, a la vista de quienes
tienen el deber de intervenir para salvar a una víctima exhausta e indefensa.
Y en ese ejército debe figurar una brigada especial
de voluntarios venezolanos miembros de la diáspora, aventados de sus hogares y
de su tierra de nacimiento por el horroroso régimen chavista/madurista.
¡Intervención
regional Ya! Cese de la usurpación. Liberación de presos políticos.
Justicia retributiva en contra de los asesinos y torturadores. Llamado a elecciones
supervisadas por la comunidad internacional. Ayuda humanitaria internacional. Regreso
de la Diáspora.
Lo triste es que ése reporte sólo servirá para que la comunista Bachelet se lave las manos y cuide su puesto. El régimen va a prometer que se portará mejor y soltará a algunos presos y listo: ganarán más tiempo así.
ResponderEliminarSi la OEA y la ONU van a tomar el reporte con seriedad, una acción militar multinacional sería el único paso lógico. Pero con la habladera de paja típica de éstos organismos, no creo que tomarán alguna acción seria o efectiva.
Ud. Cree que en el estado que queda Venezuela se puede llamat a elecciones?(lo escribo porque Ud. no mwnciona un plazo). El país ha sido demolido y fuera solo eso. Ha sido ocupado y hay que extirpar ese tumor de cubanos, guerrilleros, terroristas, colectivos y ver lo que se va a hacer con los militares. Luego, y yo en lo particular no me atrevo a dar plazos, elecciones.
ResponderEliminarCuâl es su plazo?
Ah, se me olvidaba, la justicia debe ser aplicada por igual a chavistas y a falsos opositores, cuando existan delitos comprobados.
En mi escrito digo claramente que las elecciones solo proceden despues del cambio de gobierno.
ResponderEliminarDisculpe. Ese no es mi punto. Desde luego que las elecciones solo proceden después de la expulsion del desgobierno y depuracion del REP.
ResponderEliminarEl problema es cuanto tiempo debe pasar para ir a unas elecciones después de derrocada la narcotirania. Hay quienes plantean un corto lapso despues de que eso ocurra -que por lo que se ve...-. Hay quienes creemos que debe haber una transición que tome tanto tiempo como sea necesario para estabilizar el pais y para barrer con los grupos irregulares que se adueñaron del territorio. Solo eso.
No especulen más. La intervención se enfriô (el lobby más Trump -reculó en Irán-), es académica la discusión de cuando deben hacerse las elecciones después de la transición.
ResponderEliminarHay un fortísimo tufo a elecciones con impunidad. Lean a Bocaranda y las presiones militares para hacer rápido elecciones e imagínense, con Diosdado como candidato...