VOX CLAMANTIS IN DESERTO
El General Manuel Quevedo, ministro de Energía y Petróleo y Presidente de PDVSA, el líder de la industria
petrolera venezolana, se ha dado cuenta de que la Faja del Orinoco está en
crisis. De una producción cercana a 1.3 millones de barriles diarios en 1998
los reportes actuales de producción revelan que el nivel de producción en la
Faja ha caído a unos 250.000 barriles diarios, es decir, la quinta parte de lo
que producía antes de la llegada de Hugo Chávez al poder. Ver revista
especializada ARGUS: https://www.argusmedia.com/en/news/1987478-venezuelas-crude-output-sinks-to-650000-bd-in-sept.
Justamente alarmado el General ha ordenado un inmediato plan de
recuperación del colapso de la producción.
Entre los componentes más importantes de este plan está la obtención de nuevos
socios que remplacen a las empresas contratistas, algunas de China, que se han
ausentado porque PDVSA no aporta su cuota accionaria en las empresas mixtas. De
allí que, según la publicación especializada ARGUS, ver: https://www.argusmedia.com/en/news/2036017-pdv-promising-to-revive-moribund-joint-ventures?backToResults=true se
estén suscribiendo dos importantes contratos con nuevas empresas que se
considerarían expertas en el negocio de
producir petróleo pesado. Según reporta ARGUS las dos nuevas empresas que
acuden hoy al rescate de la Faja del Orinoco y de PDVSA son CT ENERGY e INVERSIONES IBEROAMERICANAS. Al frente de
estas empresas están los experimentados hombres de negocios Oswaldo Cisneros
(CT ENERGY) y Alejandro Betancourt López
(INVERSIONES IBEROAMERICANAS).
LA EMPRESA CT ENERGY
Esta es, esencialmente, una empresa
holding financiera, la cual compró en 2015 las acciones de Harvest International.
La transacción entre CT ENERGY y Harvest fue posible porque el gobierno de Nicolás
Maduro le había negado a Harvest vender sus acciones por $755 millones a dos grandes empresas petroleras
internacionales. En desesperación, ello llevó a Harvest a venderle sus acciones
y su participación en la Faja al Sr. Oswaldo Cisneros por $255 millones, esta
vez con la aprobación del régimen. Esa era una suma muy inferior a la que pudiera haber
obtenido de las empresas petroleras anteriores. Que suerte, la del Sr. Cisneros,
haber comprado los derechos a producir una
gran cantidad de petróleo a precios irrisorios.
Debido a este descalabro la empresa
Harvest Internacional demandó a Rafael Ramírez,
ex-presidente de PDVSA, por extorsión, por la suma de $400 millones y ganó la
demanda. Luego, esta suma fue triplicada a $1420 millones por decisión del
tribunal. No sabemos si el Sr. Ramírez ya pagó esta suma o si ha logrado
transarse fuera del tribunal con Harvest.
En todo caso, CT ENERGY es ahora la dueña del nuevo contrato con PDVSA y
dice estar dispuesta a dar un bono de $400 millones a esa empresa como parte
del convenio. ¿Cómo operará esta empresa en la Faja? No lo sabemos. Para ello solo
cuenta con la experiencia petrolera de Oswaldo
Cisneros. Por cierto, ARGUS reporta que el Sr. Franco D’Agostino es socio del
Sr. Cisneros en esta empresa pero en documento presentado a la Security Exchange
Commision en 2016, el Sr. Cisneros dice que él es el único accionista de la
empresa y que Franco D’Agostino y Alessandro Barzonni, quienes aparecían
ligados a la empresa en 2015, nunca lo
fueron. No sabemos cuál es la verdadera situación, ver: https://www.streetinsider.com/SEC+Filings/Form+SC+13DA+HARVEST+NATURAL+RESOURCE+Filed+by%3A+CT+Energy+Holding+SRL/11409204.html, donde se dice textualmente: “b) - (c).
CT Energy Holding is a Barbados Society with
Restricted Liability, the principal purpose of which is to hold shares of the
common stock, $0.01 par value, of the Issuer. The sole member of CT Energy
Holding is Mr. Cisneros Fajardo, who owns 100% of CT Energy Holding’s equity
interests. Mr. Cisneros Fajardo serves as a member of the board of directors of
the Issuer.
Según información del periodista Casto Ocando, ver: http://eltiempolatino.com/news/2019/feb/03/vitol-la-empresa-con-oscuros-manejos-que-opera-en-/ han existido “un
conjunto de demandas que cursan en cortes federales de los Estados Unidos, así
como en Inglaterra y Suiza, que implican a Francisco D’Agostino, Alessandro
Bazzoni y Oswaldo Cisneros, socios en diversos proyectos petroleros en
Venezuela. También implican a varias firmas establecidas en Venezuela y en
Estados Unidos, y mencionan a media docena de individuos que participaron en
presuntas irregularidades”.
Agrega la nota que “Al
menos cuatro procedimientos legales fueron iniciados… por las firmas Chemplast
Steel Industries Metals Ltd y Southern Procurement Services (SPS) en tribunales
de Nueva York, Miami, Londres y Ginebra contra las firmas Elemento Ltd,
registrada en Inglaterra y sedes en Londres y la Isla de Malta; y Castleton Commodities
International (CCI), con sede en Stanford, Connecticut. Las acciones legales
también incluyen a los socios de Elemento Ltd Alessandro Bazzoni y Francisco
D’Agostino y Carlos Galindo; y a Oswaldo Cisneros, que aparece asociado a
D’Agostino y Bazzoni en la empresa mixta venezolana Petrodelta S.A., y a la
firma DP Delta Finance B.V.”
Sería importante
investigar estos informes, a fin de evaluar la conveniencia de suscribir un
contrato petrolero con esta empresa del Sr. Cisneros, si es que ha tenido o
tiene problemas legales como los reportados.
En todo caso, este es un perfil de empresas que no vemos
como el apropiado para entrar a un programa de desarrollo intenso de la faja,
lo cual requiere tecnologías, gerencia y capacidad operativa que no le vemos a
CT Energy Holding por ninguna parte.
PETROSUR E INVERSIONES IBEROAMERICANAS
La otra empresa contratista nueva sería PetroSur, en la que CVP, filial de Pdvsa, se
asociará con Inversiones Petroleras Iberoamericanas (IPI), con sede en Chipre
(antes en Madrid), para desarrollar el bloque Junín 10 en la Faja del Orinoco,
el cual posee reservas de crudo extra pesado estimadas en 1.030 millones de
barriles. El Tribunal Supremo (TSJ) controlado por el gobierno de Nicolás Maduro
ratificó la empresa el 12 de diciembre de este año.
Según la publicación ARGUS “Los socios principales de
Inversiones Iberoamericanas incluyen al ex presidente y director ejecutivo de
Repsol, Alfonso Cortina, el ex asesor de asuntos legales de Repsol, Ramón Blanco
Balin, y el inversionista venezolano Alejandro Betancourt, el socio principal
de Derwick Associates, según documentos legales venezolanos, españoles,
holandeses y chipriotas e informes internos de Pdvsa y correspondencia obtenida
por Argus”.
La contratista controlada por Betancourt López realizaría un pago inicial de USD 400
millones a Pdvsa por los derechos de desarrollo de Junín 10”. Es decir, estaría
comprando barriles de petróleo en el subsuelo por alrededor de cuarenta
centavos de dólar. ¿De dónde provienen estos millones? De los beneficios de los contratos de Derwick
Associates con PDVSA, sobre cuya transparencia hay algunas dudas ya
publicadas.
El Sr. Betancourt López tiene una historia de demandas en
su contra, como principal accionista de Derwick Associates, por lo cual la
nación venezolana debería revisar cuidadosamente sus credenciales para ver si
es conveniente que PDVSA lo tenga como socio.
¿QUE PIENSAN USTEDES? ¿SALVARÁN A PDVSA ESTAS DOS
EMPRESAS NUEVAS?
Realmente no sabemos ya a quien acudir para lograr alguna
reacción de los venezolanos civiles o militares, en Venezuela o en el exterior,
contra el imparable desastre de PDVSA, la incompetencia de Manuel Quevedo y los
intentos de PDVSA de seguir haciendo negocios de pacotilla y de poca
transparencia con empresas o empresarios que no tienen experiencia alguna en el
sector petróleo y que, además, presentan señales de tener problemas legales.
La cobardía y la indiferencia han destruido a Venezuela.
Es increíble ver como la están saqueando con entera impunidad. Solo nos está quedando la opción de los bonzos
que se prenden fuego para protestar con su muerte los atropellos y la corrupción
de los quevedos y maduros de nuestro país.
Aunque este ya no parece ser ni el país ni el pueblo que
comprendería ese tipo de sacrificio.
A mí me avergonzaría, en el crepúsculo de mi vida, ya teniendo suficiente dinero para vivir los últimos años de mi vida en paz y dedicar más bien a la filantropía, que tanta falta hace en Venezuela, aparecer dándole la mano y sonriéndole al dictador, asesino y ladrón Nicolás Maduro Moros. En nombre del honor de mi apellido y de mis antepasados y descendientes, me negaría a hacer negocios con un régimen asesino y pasaría a la historia del lado de los Thomas Alba Edison, diametralmente opuesto a pertenecer, para siempre, al grupo de los Ferdinand Porsche.
ResponderEliminarCisneros, un mafioso. Alejandro Betancourt mil veces denunciado por Alek Boyd. Y aparece mencionado D'Agostino, léase Ramos Allup. Por eso no salimos de este vainón. La gran pirámide de corrupción. Desde Ramirez para abajo, pasando por los capos del narcoregimen y la falsa oposición, hasta llegar a los "influencers", periodistas, twittetos y guaidolovers, todos con interés en continuar con la manguangua, mientras el resto de nosotros pelamos bolas.
ResponderEliminarHabrá que buscar la manera de que esto no quede impune. Da demasiada arrechera. Ay de quienes ya estamos viejos para luchar como corresponde en este caso. A buen entendedor...
Esto habra que arreglarlo "A lo Pinochet" No hay otra salida. Hay que eliminarlo de raiz.
ResponderEliminar