**** Venezuela requiere reconstrucción
material, claro. Pero, ante todo, reconstrucción espiritual y moral
Venezuela se quitó el guayuco del
atraso en 1935, comenzó a modernizarse durante el período 1935-1958, se durmió
en sus laureles desde 1960, con los gobiernos
de Lusinchi y Herrera Campins, y se puso de nuevo el guayuco en 1999. Hoy en día el país
es un vergonzoso archipiélago de tribus, con caciques mediocres, las cuales han perdido el camino que los hubiera
conducido a la Nación. Esta pérdida del
camino se debe fundamentalmente a que los caciques militares y civiles, por
ignorancia, incompetencia, codicia y deseos de poder, las han llevado por atajos
que inevitablemente desembocan en el gran pantano del atraso y la anomía. El populismo, el robo, la falta de grandeza
han destruido la sociedad venezolana.
La Venezuela de hoy galopa hacia
el pasado. Su destrucción desde 1999 ha sido total. Lo peor ha sido la destrucción del alma, ese factor esencial
de toda sociedad que determina si es digna o no lo es de convertirse en Nación.
En este país donde el alma ha tenido que irse o está arrinconada en los hogares
dignos ha desaparecido el sentido de Nación y los proyectos de vida
individuales. Todo ello aplastado por el régimen ignorante y entreguista. El
gran payaso asesino ha llegado a pedir que el embajador cubano asista a al
gabinete ministerial, ilustrando así su condición vergonzosa, traidora e
invertebrada. Esta obliteración de
sueños y proyectos individuales de millones de venezolanos es lo que se ha
llamado el Daño Antropológico. Los escombros de la sociedad, las bandadas tribales,
andan hoy sin sentido de dirección coherente y nacional.
Intentar una restructuración del país
solamente sobre las bases materiales sería insensato. Hay que atender como
primera prioridad esta situación actual de anomía y tratar de transformar el archipiélago tribal
en Nación. Para ello será preciso que afloren líderes con la capacidad para
inspirar a los venezolanos para trabajar juntos en la creación de una sociedad
moderna, donde cada quien haga su aporte. Aunque tenemos individualidades
valiosas ese liderazgo no ha aparecido todavía en su requerido vigor.
El cuerpo es importante pero el
alma es esencial.
Así es lamentablemente. Lo más difícil será la recuperación moral y revivir la educación de venezolanos que llevan 20 años metidos en un marasmo moral, social y económico. Será una labor que no se logrará sino con mucho tiempo y trabajo. No soy para nada optimista.
ResponderEliminarCreo que fue Cabrujas que dijo que Venezuela era un "poquegente con un lago grandísimo de petróleo abajo de los pies". Hasta hoy fue la mejor definición de Venezuela que he leído. La de Gustavo cabe perfecto y podría ser hasta el nombre de un libro: Venezuela: el archipiélago tribal.
ResponderEliminarCastro - muerto
ResponderEliminarChavez - muerto
Morales - fuera
Correa - fuera
Maduro - cuando?
La educación en las diferentes organizaciones, los medios pueden apoyar con programas para apoyar la educación cívica.
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