ENRIQUE MÁRQUEZ Y EDUARDO FERNANDEZ: VÍCTIMAS DEL DAÑO
ANTROPOLÓGICO
Nota Preliminar: No pienso que las dos personas a quienes
aludo en esta entrega son malas. Creo – como lo digo en el título - que son víctimas del fenómeno que ha
capturado la voluntad de venezolanos de bien, poniéndolos, de manera inconsciente,
al servicio de la cruel dictadura que azota a Venezuela.
¿Qué se entiende por daño
antropológico? Paola Bautista de Alemán cita la siguiente definición en
artículo publicado en Pro Da Vinci, ver: https://prodavinci.com/reflexiones-sobre-el-dano-antropologico-en-venezuela/: “el debilitamiento, la lesión o quebranto
de lo esencial de la persona humana, de su estructura interna y de sus
dimensiones cognitiva, emocional, volitiva, ética, social y espiritual, todas o
en parte, según sea el grado de trastorno causado. El mismo ha surgido y se ha
instaurado como consecuencia de vivir largos años bajo un régimen en el que el
Estado, y más en concreto, un Partido único pretende encarnar al pueblo... De esta forma subvierte la vida en la verdad,
menoscaba su libertad, y vulnera los derechos y deberes cívicos, políticos,
económicos, culturales y religiosos de las personas, lo que hiere profundamente
su dignidad intrínseca, al mismo tiempo que provoca una adaptación pasiva del ciudadano al medio y una anomia social
persistente”
Esta definición ha sido hecha por un
intelectual cubano para explicar la progresiva sumisión de su pueblo a la dictadura
castrista, pero la autora del artículo reflexiona sobre su presencia en
Venezuela. Algunos de los síntomas que acompañan el ablandamiento actitudinal
de la persona incluyen un predominio del relativismo moral y el adormecimiento
de la conciencia crítica. La autora del artículo agrega: “en Venezuela existe un entorno
totalitario en donde se busca dominar la conciencia de los
venezolanos y se afecta profundamente nuestra condición humana. Por tal motivo,
no sorprende que los síntomas que enumeró Valdés a propósito del caso cubano
nos resulten familiares”.
ENCUENTRO DOS CASOS RECIENTES QUE ILUSTRAN ESTE FENOMENO.
En la Venezuela de hoy encuentro
dos casos que, en mi opinión, ilustran este fenómeno: uno es el del recién nombrado
director del CNE venezolano, Enrique Márquez. El otro es el del conocido político
venezolano Eduardo Fernández. Veamos cual es la postura que ellos han adoptado
sobre la situación política venezolana.
ENRIQUE MÁRQUEZ
Ver su entrevista para la
Voz de América, en la cual establece su
posición frente al régimen dictatorial venezolano: https://www.vozdeamerica.com/venezuela/vicepresidente-nuevo-cne-venezolano-no-existe-otra-alternativa-la-negocion.
En esta entrevista Márquez
dice lo siguiente (con mi comentario sobre cada punto)
1.
“Mi nombramiento forma parte de un acuerdo con el
Partido Socialista Unido de Venezuela, organización afín al gobierno de Nicolás
Maduro”
Mi comentario: Márquez
ha convenido en formar parte de un acuerdo con el régimen más corrupto, cruel,
corrupto e ineficiente de la historia política venezolana. Esto constituye una
entrega.
2. “Tengo confianza en mis colegas rectores… Esto va a requerir de mucha
madurez política entre nosotros y voy a apostar que eso pueda ser así. Pienso perseverar
en esa lucha”
Mi comentario: Esto es un síntoma
clásico del daño antropológico, eso de llegar a confiar en la buena fe del
régimen y de los representantes de ese régimen en el organismo en donde él se
encuentra en minoría. Estará convalidando decisiones con las cuales muy
probablemente estará en desacuerdo.
3.
“Apelo a la urgencia de entendimiento para destrabar el juego político en el
país…. Es importante que los actores políticos tengan un punto de entendimiento”.
Mi comentario: el entendimiento puede
ser posible entre partes que tengan diferencias profundas de perspectiva pero
que sean moralmente equivalentes. No puede haber entendimiento entre partes que
tienen una posición ética diametralmente opuesta. Al convenir en entenderse con Maduro, Márquez
se abre a hacer concesiones indebidas, a entregar valores y principios que
deben defenderse a toda costa.
4. Márquez dice: “No percibo que exista otra alternativa al entendimiento, a la
negociación. A pesar de todos los fracasos que ha podido haber, hay que
perseverar en la negociación política”
Mi comentario: Por supuesto que hay
alternativas: la rebelión ciudadana, la desobediencia civil, la intervención
regional en alianza con la sociedad civil venezolana. La negociación política
es un acto de puro pragmatismo, carente de ética, como la fue – por ejemplo –
la negociación con las FARC en Colombia, rechazada por el pueblo. Alguien
quería ganarse el Premio Nobel de la Paz, a costa de vender sus principios.
5. Márquez dice: “No hay forma de que un bando político aniquile al otro. Tenemos muchos
años en ese error. Hay que buscar entendimiento”.
Mi comentario: esto representa, en
blanco y negro, una capitulación. Es decir, como no podemos con ellos, nos
unimos a ellos y tratamos de lograr algunas concesiones, para lo cual tendremos
que estar preparados para hacer algunas concesiones. De eso se trata y eso es
inmoral y le da un mensaje horrible al país: el crimen paga.
6. Dice Márquez: “Tenemos que interactuar con el Poder Judicial para esos casos y con
la Contraloría para el caso de los inhabilitados políticamente, cosa que
haremos para propiciar que la participación sea política de Estado”
Mi comentario: esta posición consagra
la cogestión entre el régimen y la “oposición” e incorpora esa falsa oposición
a las tareas de gobierno con el régimen. Quien así habla ha sido capturado por
el régimen.
7. Dice Márquez:
“Aparecerá la
elección presidencial en su momento constitucional o en el momento que haya un
acuerdo político”
Mi comentario:
Es decir, para Márquez los tiempos válidos son los que dicta el régimen, no los
urgentes para salir de la dictadura. Esto lo hace un colaboracionista puesto
que le permite a Maduro permanencia en el poder. Márquez olvida que todo el
tinglado de Maduro es ilegítimo de origen y de comportamiento y actúa como si
estuviera dialogando con un gobierno democrático.
EDUARDO FERNÁNDEZ
En artículo aparecido en
Noticiero Digital, ver: https://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=177463 , Eduardo Fernández enumera ocho acciones que deben
adelantarse en Venezuela a fin de “ganar el cambio político”. Estas acciones le
darían oxígeno al régimen dictatorial de Nicolás Maduro.
1.
Hay que llamar al electorado a votar/ Hay que renunciar a
la abstención.
Mi comentario: estas dos recomendaciones son, en
realidad, una sola. Según nos recomienda Fernández hay que ir a votar bajo los
términos de una dictadura rapaz y corrupta, convocado el proceso por un CNE nombrado
por una asamblea nacional ilegítima. Esto reconoce y valida la dictadura de Maduro
y hace de Fernández un vocero consciente o inconsciente de esa dictadura.
2.
Hay que
regresar a la política democrática y electoral
Mi comentario: Fernández insiste en que puede existir un proceso
electoral democrático bajo una dictadura como la que tiene Venezuela. Esta es
una clara ilustración de relativismo moral, el cual olvida la naturaleza del
régimen y lo considera un interlocutor y competidor legítimo.
3.
Hay que
renunciar a la idea de que esto lo arregla un golpe militar o una invasión
extranjera.
Mi comentario: Fernández considera que un pronunciamiento
militar en defensa de la constitución y de la democracia violada por Maduro
sería un “golpe”. Un político experimentado como él desconoce que el verdadero
golpe militar fue dado por el chavismo y que, por lo tanto, un pronunciamiento
militar que expulsara a Maduro del poder no sería un golpe sino una restitución
de la vigencia de la constitución. Fernández es una víctima del daño antropológico,
de lo que también podría llamarse síndrome de Estocolmo. Hace algún tiempo felicitó
al régimen, porque le había renovado su pasaporte en poco tiempo, un régimen
que tiene 300 presos políticos y maneja un estado narco y ha arruinado al país.
Otros puntos de Fernández:
presentar buenos candidatos, honorables y competentes. Presentar candidatos de
unidad, etc.
Mi comentario: es decir, según Fernández estamos en un
país donde es posible actuar como s estuviéramos en democracia, con sistemas
transparentes. En Suiza, pues.
Estamos presenciando un espectáculo deprimente, el de
venezolanos de extracción democrática espiritualmente agotados, exhaustos,
víctimas del daño antropológico, capturados por el régimen asesino y corrupto
de Nicolás Maduro. Hay un proceso de rendición colectiva en marcha que es
necesario resistir. Si Neville Chamberlain hubiese dictado la política inglesa
en los momentos críticos de la amenaza nazi, casi seguramente hoy se hablaría
alemán en Londres.
No faltará quien diga, viendo a Boris Johnson en la TV: a
lo mejor todo el mundo estaría feliz y contento.
Neville Chamberlain nació en el país equivocado. De haber nacido en Venezuela hoy sería un prócer.
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