También en El Nacional de hoy, jueves 21 de julio, 2022
En un inmenso ladrillo de
3200 palabras publicado en APORREA, ver: https://www.aporrea.org/actualidad/a314014.html, Rafael Ramírez, el
principal culpable del desastre de PDVSA, hace un intento de auto-retrato en el
cual aparece como héroe.
Y, Venezuela se pregunta, ¿héroe de qué? Bajo su funesta labor como
ministro de energía y petróleo y presidente de PDVSA desde 2002 hasta 2014, la empresa
petrolera que había sido una de las cinco principales del mundo, se convirtió
en una quincalla importadora de pollos medio podridos, entre muchas otras
tragedias.
¿A quién engaña Ramírez
Carreño? ¿Qué está buscando? Es
sencillo. Ayudado por un grupo de aliado$$$ trata de crear la imagen de un
“chavista originario” para aspirar a la
presidencia de Venezuela. Pretende que haber sido lugarteniente de Hugo Chávez
representa una credencial de buen venezolano, cuando es realmente la de un
cómplice corrupto del paracaidista que entregó
Venezuela a los cubanos castristas.
En el ladrillo publicado
por APORREA Ramírez Carreño hace una enumeración de sus actividades durante su
mandato petrolero, bautizándolas como de gran contenido patriótico, cuando en
efecto, llevaron a PDVSA a la ruina.
Veamos lo que dice:
· Describe una pretendida
victoria “popular” contra el paro nacional que expulsó a Chávez del poder.
Chávez fue realmente reintegrado a la presidencia por Raúl Baduel, luego
asesinado por el chavismo. La complicidad de las Fuerzas Armadas sería premiada por Chávez con el manejo
militar de múltiples gobernaciones y de más de 60 empresas del estado.
· Al ser nombrado ministro y
presidente, dice Ramírez en su ladrillo,
decidió “refundar” la industria, convertirla “en una empresa al servicio del
pueblo”. Para eso no se le ocurrió nada mejor que transformar a PDVSA en una
empresa repartidora de comida semi-podrida, constructora de viviendas que se
caían al poco tiempo, criadora de búfalos y fabricante de adoboncitos,
repartidora de limosnas en dinero efectivo o comidas con exigencias de lealtad política
a la revolución. El efecto de esas decisiones miserables no se hizo
esperar. La producción bajó de 3.2
millones de barriles diarios en 1998 a unos 2.3 millones de barriles diarios en
2011, una pérdida de casi un millón de barriles diarios, enteramente atribuibles
al desastre gerencial instalado en PDVSA por Ramírez y a su entrega de PDVSA al
régimen chavista tutorado por los castristas.
· Habla Ramírez de haber
“reestablecido el control del estado sobre la industria petrolera, de combatir
el secretismo y promovido la diversificación de mercados, incluyendo a
PetroCaribe”. Lo que hizo en realidad fue cambiar a los antiguos contratistas
extranjeros en socios, dueños del 40% de la producción de la Faja del Orinoco,
cambiar las condiciones de asociación, lo cual hizo que se fueran todas las
empresas extranjeras menos una o dos; eliminó los informes de PDVSA a la
Security Exchange Commision y los informes anuales de la empresa; dejó de
publicar el PODE, informe del ministerio de energía y minas; llevó a cabo una
repartición de petróleo subsidiado a Cuba y a los países de PetroCaribe, lo
cual le ha costado a Venezuela unos 80.000 millones de dólares en regalos y
subsidios que salieron de los hígados de
los venezolanos, una gigantesca masa de dinero que es hoy irrecuperable.
· Dice que “recuperó los
inmensos volúmenes de gas natural encontrados Costa Afuera”. En realidad este
gas está aún allí, sin desarrollar, con la excepción del yacimiento Perla en el
Golfete de Coro, el cual ha sido un rotundo fracaso económico hasta ahora. En
los trabajos que se hicieron en relación con esos proyectos fallidos de gas costa
afuera se llevaron a cabo grandes fraudes financieros, relacionados con los arrendamientos
de la gabarra de perforación Aban Pearl y las dos gabarras de Petrosaudí, que representaron
millones de dólares en pérdidas para la nación pero dieron gran riqueza hasta
ahora impune a varios miembros de la pandilla PDVSA estrechamente relacionada
con Ramírez.
· Habla Ramírez de haber “nacionalizado”
la Faja del Orinoco, cuando lo que hizo fue desnacionalizarla, al convertir
contratistas extranjeros en socios. Todo
ese tinglado se vino abajo y hoy la Faja es, en gran medida, un cementerio de
chatarra.
· El muy descarado Ramírez
afirma que la existencia del petróleo en la Faja “era escondida por las
transnacionales y la vieja PDVSA”. Esta es una
falsedad ridícula por cuanto la existencia de los recursos de la faja
era conocida desde 1936 y fue presentada
en detalle al mundo hace unos 60 años, en 1967, durante el Séptimo Congreso
Mundial de Petróleo llevado a cabo en Ciudad de México, presentación hecha por
los geólogos José Antonio Galavis y Hugo Velarde, por cierto bajo mi
supervisión.
· Agrega el farsante Ramírez
que “las transnacionales pretendían llevarse ese petróleo pagando solo el 1% de
regalías”, cuando lo cierto es que esa regalía menor acordada de manera
temporal fue hecha para incentivar la inversión multimillonaria de los
mejoradores de la Faja, plantas que hacían posible la conversión del petróleo
pesado en producto exportable y las cuales – por cierto – fueron abandonadas
por el chavismo y hoy se encuentran esencialmente inservibles, lo cual ha
obligado al chavismo a importar gasolinas y diésel en cantidades cada vez
mayores, algo realmente vergonzoso para Venezuela y que el mitómano Ramírez le
oculta a los inadvertidos lectores de APORREA.
· Habla Ramírez del
“prestigio que Venezuela tenía en la OPEP” durante su “presidencia”, cuando la realidad es que el prestigio originalmente
ganado por la Venezuela responsable se fue a pique durante su mandato, el de
Ali Rodríguez y el del payaso Manuel Quevedo. Hoy en día Venezuela no cuenta en
la OPEP.
· Dice Ramírez: “En
un período de 10 años, logramos ingresar al país 700 mil millones de dólares,
de los cuales, 500 mil fueron ingresos al Fisco en regalías e impuestos y 200
mil, fueron aportes al desarrollo social: Fonden y Fondo Chino, siempre
resguardando los recursos presupuestados para las operaciones e inversiones de
PDVSA, los cuales JAMÁS se tocaron: ¡habría sido una estupidez, matar la
gallina de los huevos de oro!”.
La realidad es otra: la nación dejó de percibir miles de
millones de dólares debido a la declinación en la producción y exportación, a
la necesidad de comenzar a importar hidrocarburos a precios internacionales y
al derroche de regalos en especie y efectivo a Cuba y a los países parásitos de
PetroCaribe. Buena parte del dinero del Fondo Chino fue dedicado, lo admite
Jorge Giordiani, a pagar la campaña del agonizante Hugo Chávez en 2012, con la
complicidad de Ramírez Carreño.
·
Dice Ramírez: “Éramos el país del Vivir Bien, del que
nadie escapaba, pleno de trabajo y oportunidades, con una economía en
crecimiento permanente, de 300 mil millones de dólares de PIB, con una
inflación controlada, con plenos Derechos Humanos, Laborales, plena vigencia de
la Constitución y las leyes y del estado de Derecho”.
Decir
esto para describir la Venezuela de Chávez, en la cual ya la gente se comenzaba
a ir del país por centenares de miles, en la cual el país entró en quiebra y China y Rusia tuvieron que prestar dinero para
sacar a Chávez adelante por breve tiempo, es mentir con total descaro. Ramírez
es un mentiroso audaz, quien confía en la falta de información del pueblo
venezolano para pretender pintarse como héroe.
·
Termina Ramírez su ladrillo agradeciendo al traidor Hugo
Chávez su labor en beneficio del pueblo, agradeciendo su “amistad”, que no era
otra cosa que su complicidad en el saqueo de la nación. Le agradece haberle
prometido que él seguiría siendo su ministro después de su victoria electoral
de 2012, la cual – ya se sabe – fue lograda con el dinero del Fondo Chino,
despilfarro inútil puesto que ya el paracaidista agonizaba.
Dice Ramírez en su ladrillo ser socialista
y chavista hasta el final, es decir, confiesa con orgullo sus crímenes. Con intolerable
cursilería dice: “Ese Fuego sagrado está intacto en mi alma. He pensado mucho
en el país, en nuestro pueblo, sigo trabajando intensamente, y sé lo que tenemos
que hacer para salir de este abismo, para restablecer nuestra industria
petrolera, nuestra economía y las garantías políticas-sociales de los
ciudadanos. Restablecer la Constitución y las leyes, volver a la Plena
Soberanía Petrolera y al vivir bien del pueblo”.
Con proclamas decimonónicas como estas Ramírez
se está lanzando como candidato presidencial en una Venezuela que él contribuyó
poderosamente a destruir.
Yo digo que a esa gentuza de Ramírez y su
pandilla, esté donde esté, hay que denunciarla y desnudarla en toda su fealdad
moral y exponerla al juicio de los buenos ciudadanos.
Exhorto a APORREA, nido del
chavismo/madurismo, a publicar este escrito, como contrapartida de lo que
publica con la firma de Ramírez Carreño. Eso sería lo justo.
Y lo peor del caso que describe es que probablemente Ramirez tiene una gran oportunidad para ser electo presidente por ese pueblo que ya lo hizo con Chavez y Maduro.
ResponderEliminarLamentablemente parece que Venezuela ya no tiene solución .. ojalá que este equivocado ..
Lean quién fue Hidelgar Rondón de Sansó, se sorprenderán.
ResponderEliminarCon chavez el pueblo cayó por inocente, maduro fue impuesto y ya estaba la bota militar protegiendolo.
ResponderEliminarYa han pasado demasiada hambre y necesidades para volver a caer en la trampa.
No hay que olvidar que ellos tienen el control del sistema electoral y que también han dicho que a ellos no los van a sacar nunca del poder, ya que tienen las armas para así imponerlo ...
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