Foto Cortesía de Pedro Burelli
Me informan que falleció en Orlando, Florida, donde residía,
mi querido amigo por más de 60 años Pablo Reimpell. Desde que lo conocí en Shell
Venezuela, luego en Maraven, luego en PDVSA, Pablo Reimpell siempre fue Pablito
para mí y para nuestros colegas. Pablito, lo llamábamos porque era de estatura
más bien modesta y porque toda su manera de ser tenía algo de niño, de
inocente. Su dulce sonrisa y sus apacibles gestos eran como un remanso de paz
en nuestros turbulentos ríos petroleros de la época. Subimos más o menos juntos
la escalera gerencial, él siempre un tanto más adelantado que yo, hasta que nos
encontramos en PDVSA, en cuya primera etapa Pablito iría a ser el coordinador de
finanzas de la nueva empresa y yo iría a la primera junta directiva.
En muchas otras oportunidades, tanto en mi blog www.lasarmasdecoronel.blogspot.com
y en mi libro: “The Nationalization of the Venezuelan Petroleum Industry”,
1993-1994, he pintado su perfil como quizás el funcionario más importante – junto a la del General Rafael
Alfonzo Ravard - que tuvo PDVSA en su primera
etapa, aquella hermosa etapa en la cual se respetó la integridad financiera y
operacional de Petróleos de Venezuela. Aún después de la salida del General
Alfonzo Ravard por razones políticas, Pablito continuó siendo el símbolo en PDVSA
de la gerencia profesional que era necesaria, indispensable, para mantener el
progreso de una empresa. Salido de la escuela gerencial de Shell, junto con
Alberto Quirós, Pablito se convirtió en un pilar de la institucionalidad en PDVSA y logró mantenerse en su labor
gerencial libre de influencias políticas, aun después que la empresa comenzara
a ser politizada. Ello fue posible porque Pablito era universalmente respetado.
Su opinión lograba conciliar posiciones, eliminar conflictos, pintar situaciones
reales.
PDVSA fue exitosa gracias a hombres como él, venezolanos como Guillermo Rodríguez Eraso,
como Alberto Quirós, como Rafael Alfonzo Ravard, una cosecha de gerentes dignos
como pocas veces se han reunido bajo un solo techo.
Pablo Reimpell merece ser recordado por mucho tiempo
en nuestro país, como uno de los héroes que lograron una transición armoniosa en la industria petrolera venezolana. Yo siempre
lo recordaré, en lo que me queda de vida, como un gran amigo, el de la dulce sonrisa, el que sabía lo que había que saber
sobre finanzas en la industria y, sobre todo, el que sabíamos todos que nunca haría nada que no fuera exactamente lo
que había que hacer.
Insisto que uno se da cuenta cuándo a un país no le interesa su historia cuando ve casos como el de tu libro sobre la estatización del petróleo y solamente está en inglés.
ResponderEliminarQEPD don Pablo, lo recuerdo porque Sofía Ímber y Carlos Rangel solían invitarlo a su programa "Buenos Días" en Venevisión.
Acosta,
Bs As.
Argentina.
Es muy importante oír este tipo de mensajes de un Venezolano muy especial.
ResponderEliminarUn caballero en toda la extensión de su significado … siempre recordaré esa sonrisa dulce y su palmada en mi mejilla con un Dios te bendiga … mis palabras de solidaridad en este momento para todos sus familiares y amigos … la PDVSA que construyó una Venezuela de Primera
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