Mi
recuerdo más amable, entre los muchos que tengo de Marcos Marín Marcano,
inolvidable amigo desde hace 60 años quien acaba de fallecer, es estar sentado
junto con él en la plaza de Los Millanes, en la isla de Margarita, su lugar de
nacimiento, conversando largamente sobre los asuntos de Venezuela y lo que
podríamos hacer para ayudarla. De esas conversaciones nació en 1990 una ONG
llamada PRO CALIDAD DE VIDA, la cual llevó a cabo algunos significativos
programas de mejoramiento ciudadano en materia de educación en valores, liderazgo
comunitario y estrategias para el control de la corrupción. Desde el inicio de
esta iniciativa Marcos fue mi principal punto de apoyo, aunque luego vendrían a
reforzarnos otros maravillosos amigos y amigas a quienes he mencionado en otras
oportunidades, ver: Venezuela 1981-201,
Una Memoria Ciudadana, Gustavo Coronel, Amazon, páginas 27 y siguientes.
Esta
hermosa iniciativa de Pro Calidad de Vida no fue la única que emprendimos
juntos. En 1974 Marcos, Odoardo León Ponte y yo dimos los primeros pasos para
fundar a AGROPET, junto a técnicos y gerentes de la industria petrolera
venezolana, organización que le dio un vuelco favorable total a la manera como se llevó a cabo la nacionalización
de nuestra industria petrolera.
No
importa cuántas ideas le planteaba a Marcos, siempre encontré en él un sólido y
entusiasta punto de apoyo. Tuvimos una amistad basada en un total respeto mutuo
y total confianza el uno en el otro. Cuando fui enviado a Lagunillas con mi familia,
a fines de los 50, no pudieron asignarme inicialmente una vivienda. Marcos,
ausente por un período de asignación en otro sitio, me prestó su casa por
semanas, con todo lo que había adentro, desde ollas hasta toallas.
Marcos
fue muy católico e iba a misa todos los días. Viajando con él llegamos en una
ocasión a una ciudad en California donde no había iglesia católica cerca y me
hizo acompañarlo a una iglesia metodista, lo más cercano al hotel, para no
perder su cita con Dios. En todos los años que fuimos amigos Marcos me dijo que
él rezaba a diario por mi conversión, algo que siempre me conmovió, aunque
nunca tuvo éxito.
Marcos
era ingeniero civil y su carrera en SHELL, luego MARAVEN, se fue encauzando
hacia los aspectos de medición de la eficiencia y de la eficacia gerencial,
aspecto en el cual fue un pionero. Ello lo llevó a sus tareas académicas en la
Universidad Ávila, fructífera etapa de su vida en la cual produjo siete libros,
a saber:
1) Administración
Serena del Tiempo para la Alta Gerencia.
2) Aprovechamiento
óptimo del tiempo para estudiantes universitarios
3) Los Siete
Factores del Éxito Gerencial. Universidad Monte Ávila 2010.
4) Los siete
componentes de la eficacia gerencial. Universidad Monte Ávila 2017.
5) Los siete
Secretos de la Gerencia de uno mismo para gerentes. Universidad Monte Ávila
2017.
6) Los Siete
Requisitos para llegar a la tercera edad en óptimas condiciones para gerentes
de la segunda edad. Universidad Monte Ávila 2019
7) Reflexiones
Gerenciales sobre 7 puntos del libro de espiritualidad Camino. No editado
Esta obra
maravillosa puede verse en el siguiente link:
https://drive.google.com/drive/folders/1jyyiWxgsHIfNg9RfsCPMNOwOuUIo3TnQ?usp=sharing
La vida de mi querido amigo Marcos Marín
Marcano fue ejemplar y enriqueció a quienes tuvimos la suerte de disfrutar de
su bondad humana. Aunque no soy creyente si deseo que el cielo exista para
gente maravillosa como él. Fue una luz que por muchos años iluminó mi camino.
Por ello digo que en Los Millanes debe
haber lágrimas hoy.
Marcos Marín Marcano fue el primer Secretario de la UMA, la Universidad del Opus Dei en Venezuela. Un gran transmisor de conocimiento y un hombre de Fé.
ResponderEliminarEl cielo estará de fiesta por la vuelta de este gran hijo a la Casa del Padre.