En mi rincón de Virginia, USA, recibo
la noticia de la muerte del ilustre abogado Arístides Rengel Romberg y mi mente
se traslada de inmediato a la década de 1970, en la cual pudimos construir una
casa en la Lagunita, arañando ahorros, época en la cual todavía nadie pensaba
vivir “tan lejos de la civilización”. Tan remoto era el sitio que con mi lote
de terreno vino una acción gratis del Club, la cual posteriormente llegó a
valer más de lo que había pagado por el terreno.
La Lagunita se fue poblando y llegaron los Quirós, los Pons, Freddy Hoyos, los Riquezes y otros,
familias con las cuales establecimos
lazos que se harían muy estrechos. Una de esas familias fue la de Arístides
Rengel, su esposa Morella y sus hijos Pedro, María Teresa, Lule y Juan.
Nuestros hijos crecieron junto con ellos, vecinos de ellos, y compartieron sus
años de adolescencia con la maravillosa familia. Esa amistad
ha continuado y se ha solidificado durante todos estos últimos 50 años, en los
cuales hemos compartido alegrías y tribulaciones. Hemos llegado a considerar a
los hijos de Arístides y Morella Rengel como nuestros, así como estamos seguros
de que Arístides y Morella han visto los nuestros como suyos.
Por todo lo dicho arriba y por tantas otras razones, al recibir la noticia
de la muerte de Arístides hemos sentido la muerte de un miembro querido de
nuestra familia.
Arístides fue un ilustre y admirado miembro del gremio del Derecho, aspecto
que para nosotros iba en paralelo con su condición de buen y querido vecino. Se
había graduado de abogado en la UCV en 1949
suma cum laude y viajó a Florencia, Italia, a especializarse. Fue profesor de la UCV y de
la Universidad Católica Andrés Bello por varias décadas. Sus trabajos sobre
Derecho Civil, sobre el Código de Procedimiento Civil y Derecho Procesal Civil
son ya clásicos de la jurisprudencia venezolana. Además de su brillante carrera
de abogado y de maestro, Arístides fue uno de los fundadores de la Universidad Monte
Ávila.
Arístides era una combinación de seriedad y de buen humor. Era un hombre
conservador y muy religioso y le dio a sus hijos un magnífico ejemplo a seguir.
En su compañía y en la de Morella disfrutamos muchos momentos de cordialidad y
afecto.
Para Morella, su esposa de 67 años, y para sus hijos, nuestro estrecho abrazo
de solidaridad. Arístides vive en ellos.
El Dr Rengel, Primer decano de derecho de la Universidad Monteavila. Un academico y un jurista de los que casi no quedan en Venezuela. RIP.
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ResponderEliminarQEPD!
Sentido pésame Gustavo.
Un abrazo,
María Teresa
Lo recuerdo con respeto y aprecio. Un gran señor. Tuve oportunidad de tener contacto con él cuando estuve a cargo de la oficina de la Esso (Química y Services) en Venezuela, y el bufete Travieso,Evans et. al. era nuestro apoyo legal.
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