jueves, 31 de octubre de 2019

LOS BELLOS DIAS DEL OTOÑO ESTÁN AQUÍ DE NUEVO



Una vez más las hojas caen suavemente y las ramas frondosas se desnudan, despidiéndose hasta la primavera. John Keats canta el otoño diciendo: “Quienquiera que te busque ha de encontrarte
sentada con descuido en un granero, aventado el cabello dulcemente”….
Para el poeta las bellezas del otoño comparan con las bellezas de la primavera. Nos dice, en su elogio de la tercera estación: “¿Dónde están los cantos de la primavera? Sí. ¿Dónde fueron? No pienses más en ellos, tú también tienes tu música”.
Y de verdad que la música del otoño es magnífica, alternativamente majestuosa con sus colores rojos, amarillos, ocres que le dan al paisaje una belleza que tiene que ser vista para ser justamente apreciada, con sus días de una admirable limpieza azul, de suaves brisas, dulces manzanas y gigantescas calabazas. La naturaleza nos da un espectáculo de suprema y última abundancia y bondad que  precede los rigores del invierno, la oscuridad y el frío. El otoño es como un orgulloso canto de  desafío de lo que va a morir.
El consuelo del hombre es que más allá del invierno le espera la primavera, la reafirmación de la vida. Las hojas caídas del otoño  serán remplazadas por nuevas hojas de un verde tierno, por una promisoria tibieza que trae de la mano un nuevo ciclo. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

La esperanza siempre. Reciba de mi parte un gran abrazo.