LA REBELIÓN ES EL CAMINO.
Desde Washington DC.
Las piezas del rompecabezas venezolano son múltiples y complejas. Hay gente feliz con Hugo Chávez porque reciben sus limosnas y no les importa el mañana ni les interesan los conceptos abstractos de democracia y libertad. Hay gente feliz con Hugo Chávez porque, aún sabiendo la diferencia entre democracia y dictadura, pertenecen a la boliburguesía que puede vivir en otros mundos cuando bien les plazca, o comparten el poder político que les permite vivir como potentados rodeados de carencias y miserias por todas partes. Hay gente feliz con Chávez porque lo que este personaje propugna encaja bien con sus prejuicios y resentimientos de clase o de naturaleza ideológica. Hay, pués, bastante gente feliz con Chávez, una masa que representa, a grosso modo, la mitad del país.
Sin embargo esto significa que la otra mitad del país es infeliz bajo Hugo Chávez porque se ha acostumbrado por años a vivir en libertad y ahora ve esa libertad groseramente amenazada. Hay mucha gente infeliz con Chávez porque poseen un nivel educativo que los hace miembros de una clase media cultural donde el trabajo, el ahorro y la propiedad privada son pilares fundamentales que se ven en peligro de extinción bajo este régimen. Hay mucha gente infeliz con Chávez porque sus principios éticos y ciudadanos se ven atropellados por la vulgaridad, corrupción, ineficiencia y mediocridad del sistema de gobierno que se ha instalado en el país. Esa mitad del país necesita ser oída, tomada en cuenta, respetada y representada en el proceso colectivo de toma de decisiones que afectan a toda la nación porque no es posible partir a Venezuela en dos rolos. Como lo hacemos?
El primer gran problema que encontramos es que esa inmensa masa disidente no es escuchada por el autócrata en el poder. No solo no es escuchada sino que es ridiculizada y atropellada sistemáticamente por Hugo Chávez y su prostituida visión del liderazgo.
El segundo gran problema es que los nueve años de régimen chavista han sido desastrosos para la nación. Más allá del debate político es posible medir los kilómetros de nuevas carreteras., las escuelas y los hospitales realmente construídos, las industrias instaladas, el monto de la inversión del sector privado, lo que se ha hecho en materia de infraestructura en el país y, realmente, esto da ganas de llorar. Hugo Chávez ha decidido caerle a realazos a los pobres y darles comida subsidiada o gratis, atención médica o para-médica Cubana, educación “express” a través de organismos de dudosa eficiencia y, en general, sustituir los procesos de desarrollo social estructural por soluciones temporales y efectistas. Esto no ha funcionado ni puede funcionar.
El tercer gran problema es que, en paralelo con este desastre, el líder está utilizando promesas demagógicas y su control sobre las corrompidas instituciones del Estado para garantizarse su permanencia indefinida en el poder, invalidando la posibilidad de un cambio democrático de gobierno.
De allí que la mitad de los venezolanos sientan que le están arrebatando su país. Esto no puede tolerarse. Millones de venezolanos quienes aman a su país y desearían verlo progresar de acuerdo a sus anhelos de mejoramiento social, político y económico se enfrentan hoy a un país derruido, sucio, miserable, vulgar, pleno de crímenes, manejado por una mafia corrupta, intolerante y desafiante, y a un régimen que les cierra todas las puertas de convivencia democrática.
Y es por eso que hemos llegado adonde mueren las palabras. A Venezuela se le abren hoy tres caminos. Uno de esos caminos es el de la dictadura. Este es el camino promovido por Hugo Chávez, apoyado por quienes reciben sus limosnas, por el ejército comprado, por la burocracia pagada por Chávez, por la boliburguesía (banqueros, comerciantes y contratistas) que se hacen de fortunas obscenas, por la indolencia de los llamados ni-nis y por el silencio cómplice de los paises Latinoamericanos y del Caribe que reciben sumisamente sus regalos y creen en sus promesas. El segundo camino es el que pretenden transitar algunos venezolanos demócratas, consolidando en el tiempo organizaciones políticas (Nuevo Tiempo, Primero Justicia) que derroten al dictador en buena lid democrática en el mediano plazo, pero concediéndole, ya de hecho, su supremacía hasta el 2012. Este gupo no advierte que la ventana democrática del país es cada vez más pequeña y que sus organizaciones no tendrán cabida en la Venezuela totalitaria del mañana. El otro camino es el de la rebelión popular contra las pretensiones del dictador.
Yo, Gustavo Coronel, en pleno ejercicio de mis derechos ciudadanos, después de haber considerado por buen tiempo y conversado con mis amigos más respetados sobre las tres alternativas mencionadas, me declaro partidario de la rebelión popular contra el dictador Hugo Chávez.
Es posible la rebelión popular?
Desde Washington DC.
Las piezas del rompecabezas venezolano son múltiples y complejas. Hay gente feliz con Hugo Chávez porque reciben sus limosnas y no les importa el mañana ni les interesan los conceptos abstractos de democracia y libertad. Hay gente feliz con Hugo Chávez porque, aún sabiendo la diferencia entre democracia y dictadura, pertenecen a la boliburguesía que puede vivir en otros mundos cuando bien les plazca, o comparten el poder político que les permite vivir como potentados rodeados de carencias y miserias por todas partes. Hay gente feliz con Chávez porque lo que este personaje propugna encaja bien con sus prejuicios y resentimientos de clase o de naturaleza ideológica. Hay, pués, bastante gente feliz con Chávez, una masa que representa, a grosso modo, la mitad del país.
Sin embargo esto significa que la otra mitad del país es infeliz bajo Hugo Chávez porque se ha acostumbrado por años a vivir en libertad y ahora ve esa libertad groseramente amenazada. Hay mucha gente infeliz con Chávez porque poseen un nivel educativo que los hace miembros de una clase media cultural donde el trabajo, el ahorro y la propiedad privada son pilares fundamentales que se ven en peligro de extinción bajo este régimen. Hay mucha gente infeliz con Chávez porque sus principios éticos y ciudadanos se ven atropellados por la vulgaridad, corrupción, ineficiencia y mediocridad del sistema de gobierno que se ha instalado en el país. Esa mitad del país necesita ser oída, tomada en cuenta, respetada y representada en el proceso colectivo de toma de decisiones que afectan a toda la nación porque no es posible partir a Venezuela en dos rolos. Como lo hacemos?
El primer gran problema que encontramos es que esa inmensa masa disidente no es escuchada por el autócrata en el poder. No solo no es escuchada sino que es ridiculizada y atropellada sistemáticamente por Hugo Chávez y su prostituida visión del liderazgo.
El segundo gran problema es que los nueve años de régimen chavista han sido desastrosos para la nación. Más allá del debate político es posible medir los kilómetros de nuevas carreteras., las escuelas y los hospitales realmente construídos, las industrias instaladas, el monto de la inversión del sector privado, lo que se ha hecho en materia de infraestructura en el país y, realmente, esto da ganas de llorar. Hugo Chávez ha decidido caerle a realazos a los pobres y darles comida subsidiada o gratis, atención médica o para-médica Cubana, educación “express” a través de organismos de dudosa eficiencia y, en general, sustituir los procesos de desarrollo social estructural por soluciones temporales y efectistas. Esto no ha funcionado ni puede funcionar.
El tercer gran problema es que, en paralelo con este desastre, el líder está utilizando promesas demagógicas y su control sobre las corrompidas instituciones del Estado para garantizarse su permanencia indefinida en el poder, invalidando la posibilidad de un cambio democrático de gobierno.
De allí que la mitad de los venezolanos sientan que le están arrebatando su país. Esto no puede tolerarse. Millones de venezolanos quienes aman a su país y desearían verlo progresar de acuerdo a sus anhelos de mejoramiento social, político y económico se enfrentan hoy a un país derruido, sucio, miserable, vulgar, pleno de crímenes, manejado por una mafia corrupta, intolerante y desafiante, y a un régimen que les cierra todas las puertas de convivencia democrática.
Y es por eso que hemos llegado adonde mueren las palabras. A Venezuela se le abren hoy tres caminos. Uno de esos caminos es el de la dictadura. Este es el camino promovido por Hugo Chávez, apoyado por quienes reciben sus limosnas, por el ejército comprado, por la burocracia pagada por Chávez, por la boliburguesía (banqueros, comerciantes y contratistas) que se hacen de fortunas obscenas, por la indolencia de los llamados ni-nis y por el silencio cómplice de los paises Latinoamericanos y del Caribe que reciben sumisamente sus regalos y creen en sus promesas. El segundo camino es el que pretenden transitar algunos venezolanos demócratas, consolidando en el tiempo organizaciones políticas (Nuevo Tiempo, Primero Justicia) que derroten al dictador en buena lid democrática en el mediano plazo, pero concediéndole, ya de hecho, su supremacía hasta el 2012. Este gupo no advierte que la ventana democrática del país es cada vez más pequeña y que sus organizaciones no tendrán cabida en la Venezuela totalitaria del mañana. El otro camino es el de la rebelión popular contra las pretensiones del dictador.
Yo, Gustavo Coronel, en pleno ejercicio de mis derechos ciudadanos, después de haber considerado por buen tiempo y conversado con mis amigos más respetados sobre las tres alternativas mencionadas, me declaro partidario de la rebelión popular contra el dictador Hugo Chávez.
Es posible la rebelión popular?
Un respetable líder de la oposición cuyo nombre mantengo en reserva me ha dicho que “no ve posibilidad de una reacción popular que culmine con una rebelión en Venezuela y que él está mentalmente condicionado a pensar en el 2012 como la próxima oportunidad de la oposición”.
Yo no creo que este sea el escenario venezolano más probable. Creo que lo que pasó en 2002 puede pasar de nuevo. Chávez es un táctico brillante pero también es un cobarde. Arrugó en 1992, arrugó en 2002 y va a arrugar en 2007 o 2008, si se enfrenta a grupos de ciudadanos decididos.
Que deseo significar por rebelión popular?
Yo no creo que este sea el escenario venezolano más probable. Creo que lo que pasó en 2002 puede pasar de nuevo. Chávez es un táctico brillante pero también es un cobarde. Arrugó en 1992, arrugó en 2002 y va a arrugar en 2007 o 2008, si se enfrenta a grupos de ciudadanos decididos.
Que deseo significar por rebelión popular?
La insurgencia de una masa considerable de venezolanos amantes de la libertad contra el dictador, en las calles y en los foros públicos del país, el desconocimiento abierto de su ridículo régimen, la huelga aquí y allá o la huelga de brazos caídos, general e indefinida, el enfrentamiento cívico contra el dictador, la rechifla a sus cómplices, el rechazo a las fuentes de información del régimen, el boycott contra los bancos, periódico, televisoras y comercios de la boliburguesía, el grito desafiante en el sitio público. Esta rebelión popular deberá estar preparada para ir a sus últimas consecuencias porque no es posible esperar comprensión por parte del dictador, quien ha armado a sus seguidores para usarlos contra los demócratas venezolanos.
Me uno a todos los venezolanos honestos, a los estudiantes, a las organizaciones de la sociedad civil, a los partidos que estén de acuerdo con esta postura, a la Iglesia Católica, a las individualidades como Hérman Escarrá, Oswaldo Alvarez Paz, Antonio Ledezma y a todos quienes peguen con sinceridad venezolana el grito de la rebelión ciudadana. Esta postura no es producto de la emoción sino de una lógica cívica y del convencimiento de que no nacimos para ser esclavos. Luchamos contra el pícnico de Michelena y ahora lucharemos contra el obeso de Barinas.
La oposición a Chávez es multicolor
Me uno a todos los venezolanos honestos, a los estudiantes, a las organizaciones de la sociedad civil, a los partidos que estén de acuerdo con esta postura, a la Iglesia Católica, a las individualidades como Hérman Escarrá, Oswaldo Alvarez Paz, Antonio Ledezma y a todos quienes peguen con sinceridad venezolana el grito de la rebelión ciudadana. Esta postura no es producto de la emoción sino de una lógica cívica y del convencimiento de que no nacimos para ser esclavos. Luchamos contra el pícnico de Michelena y ahora lucharemos contra el obeso de Barinas.
La oposición a Chávez es multicolor
5 comentarios:
Cuente conmigo gustavo
Es necesario aclarar la interpretación del artículo 350 de la constitución nacional vigente para que no haya confusiones al respecto, así como también comentar el artículo 333 ya que, en la actual situación del país, no hay uno sin el otro.
El referido artículo 350 señala, a la letra, lo siguiente:
Artículo 350 – Constitución Nacional
El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.
Analicemos juntos este artículo para ver que dice verdaderamente:
El pueblo de Venezuela – Se refiere al estado el cual está conformado por sus ciudadanos conforme a lo que establece la propia Constitución – fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad – la tradición republicana del pueblo data desde la época de Bolívar, que fue cuando se libraron las “luchas” por la independencia, por la paz y la libertad – DESCONOCERÁ – aquí tenemos que hacer un alto. Según el diccionario de Ciencias Jurídicas y Políticas de Manuel Ossorio, DESCONOCER significa: No conocer o ignorar. No identificar a una persona. Negar que sea de uno alguna cosa. Mantengamos en mente esta definición de DESCONOCER. Seguimos – cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos. – Es interesante esta parte del artículo ya que establece, no solo el desconocimiento de un gobierno autoritario, sino que también establece el desconocimiento de Leyes que no sean cónsonas con los valores, principios y garantías democráticos o que menoscaben los derechos humanos. (La modificación a la constitución propuesta por el sátrapa no es cónsona con los valores, principios y garantías democráticos)
Señalé arriba que era necesario aclarar la interpretación del artículo 350 para que no hubiera confusiones. Digo esto porque la sociedad civil venezolana e inclusive muchos militares de los que estuvieron en la plaza Altamira se ampararon en este artículo pero señalando “desobediencia” y no “desconocimiento”. Veamos que dice el diccionario Jurídico sobre “desobedecer”: Negativa a cumplir las órdenes emanadas de una autoridad con competencia para dictarlas, siempre que reúna las condiciones necesarias para presumirlas legítimas.
Comparemos ahora:
Cuando desconocemos estamos ignorando o no conociendo al régimen. Estamos no identificando al régimen. Estamos negando que ese régimen sea nuestro régimen.
Cuando desobedecemos estamos negándonos a cumplir las órdenes emanadas del régimen con competencia para dictarlas.
Aquí hay una gran diferencia. En el caso que desconocemos, pues ignoramos. En el caso que desobedecemos, “reconocemos al régimen” pero desobedecemos sus órdenes.
Es mi pensar que el concepto se equivocó en aquel abril cuando los militares que estaban todavía con el régimen y lo reconocían como tal se negaron a cumplir, “ÓRDENES EMANADAS DEL RÉGIMEN CON COMPETENCIA PARA DICTARLAS”, porque estas órdenes no reunían las condiciones necesarias para presumirlas legítimas.
Reconocían al Régimen como legítimo pero desobedecían sus órdenes por considerarlas ilegítimas.
Luego vino aquella audiencia de los militares en agosto donde una y otra vez escuchamos el término “desobediencia debida” por parte de los militares.
Pero la desobediencia está contemplada en la Constitución Nacional en otro artículo que señala que cuando una orden es ilegítima será culpable tanto el que da la orden como el que la ejecuta. En este sentido, si recibimos una orden que sabemos puede traer consecuencias jurídicas, porque es un comportamiento contrario a la Ley, pues entonces “desobedecemos”.
Ahora bien, el artículo 350 no habla de esto. Habla de “DESCONOCER”, y como hemos visto, el desconocimiento es la negación del régimen. Mal podemos acatar cualquier orden de un régimen que no existe. No importa que de este régimen salgan órdenes que están ajustadas a derecho, que no sean contrarias a la Ley, pero nosotros no vamos a escuchar esas órdenes porque el régimen, para nosotros, no existe. En otras palabras, el régimen se ha deslegitimado de tal forma que el pueblo lo desconoce o no lo reconoce más como suyo, no es el régimen que eligieron tener.
El problema en cuestión es que el artículo 350 es un mandato Constitucional y el pueblo está en franca violación, en desacato, verbigracia, en el NO ACATAMIENTO del mandato contenido en ese artículo.
El terminó “DESCONOCERÁ” es imperativo, es un mandato, es un deber, es una orden. No es algo que yo deba decidir si lo hago o no. No. Si yo pienso que este gobierno se ha deslegitimado porque contraría los valores, principios y garantías democráticos o menoscaba los derechos humanos, entonces yo debo DESCONOCER el régimen y es imperativo que lo haga, es un mandato constitucional, no es un derecho.
Pero es evidente que este es un régimen forajido y completamente corrupto y corrompido.
Entonces yo, como ciudadano venezolano, tengo que buscar el restablecimiento de la Constitucionalidad en el país. (Artículo 333 Constitucional)
Este es otro mandato, es imperativo. Veamos:
Artículo 333. Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella.
En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, TENDRÁ EL DEBER de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia.
Como podemos ver, no se trata de que yo decida si quiero o no quiero, o si me amparo o no me amparo en el artículo. No es un derecho. Yo tengo el DEBER de colaborar en el restablecimiento de la efectiva vigencia de mi Constitución en el caso de que la misma dejase de regir por la fuerza. Si enlazamos con 350 entonces tenemos lo siguiente:
Mi constitución dejó de regir en materia de principios y garantías democráticos y en materia de derechos humanos (Art.350). Entonces yo tengo que colaborar en el restablecimiento de mi Constitución (art.333) pero no puedo recurrir a las autoridades del régimen porque se han deslegitimado, así como la FAN, la policía y en fin todo el poder judicial, que por mandato constitucional tiene a cargo el hacer cumplir la constitución y las leyes, está completamente corrupto y arrodillado ante el sátrapa, entonces también debo DESCONOCER AL REGIMEN (art.350) y por la fuerza debo tomar el control del Estado para lograr los cambios que imperativamente me ordena mi Constitución Nacional Vigente.
Como vemos todo está ahí. Los ciudadanos venezolanos que reconocemos que este es un régimen que se ha deslegitimado porque no respeta los valores, principios y garantías constitucionales, no respeta los derechos humanos, hasta el punto de querer imponer un sistema de gobierno distinto al elegido por el pueblo en la última Constitución y tratar de imponernos a la fuerza una nueva constitución a la medida de la oligarquía comunistoide que quieren instaurar; los ciudadanos que reconocemos esto repito, estamos en franco desacato con los mandatos constitucionales establecidos en los artículos 333 y 350.
Entonces yo no te pido que me acompañes en la lucha para sacar al régimen despótico de facto que tenemos ahora, yo te pido que CUMPLAS CON LOS MANDATOS CONSTITUCIONALES QUE ESTABLECEN 1ro.) QUE DEBES DESCONOCER A LOS REGÍMENES QUE NO RESPETAN LOS VALORES, PRINCIPIOS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES Y VIOLAN LOS DERECHOS HUMANOS Y 2do.) TIENES EL DEBER DE COLABORAR EN EL RESTABLECIMIENTO DE LA EFECTIVA VIGENCIA DE NUESTRA CONSTITUCIÓN.
ES UN MANDATO CONSTITUCIONAL. ES LA LEY.
Y créeme, esto no se hace llevándoles flores a los cubanos con uniformes de policías y militares que ponen en las calles cuando marchamos.
Tampoco haciendo bailoterapia en las marchas. NO.
Hay que rebelarse. La rebelión civil es la vía, como bien lo señala el señor Gustavo Coronel.
Así que yo, GUILLERMO MORENA habiendo analizado bien la situación actual del país, en pleno ejercicio de mis facultades mentales, y en acatamiento a los artículos 333 y 350 Constitucionales, a partir de hoy, 13 de Septiembre de 2007, DESCONOZCO AL OPROBIOSO RÉGIMEN INSTAURADO EN VENEZUELA Y ME DECLARO EN REBELIÓN CIVIL PARA BUSCAR POR ESTA VIA EL RESTABLECIMENTO PLENO DE LA EFECTIVA VIGENCIA DE NUESTRA CONSTITUCIÓN NACIONAL.
La pregunta ahora es: ¿hasta cuando vas a estar tú en desacato de estos mandatos constitucionales?
GUILLERMO MORENA (ahora es que hay pa’rato)
Abogado de la otrora REPÚBLICA DE VENEZUELA.
Sr. Coronel: su histórico artículo y el análisis jurídico del abogado Morena constituyen la plataforma doctrinal que necesitan los venezolanos, para actuar en esta hora presente: "rebelión popular en defensa de la constitución". Sinembargo, hacen falta dos elementos adicionales. Por una parte, que esta plataforma sea objeto de una amplia difusión en Venezuela, a través de medios de comunicación social de penetración extensiva, ya que el medio cibernético es de muy limitada cobertura. Si ésto se hace, quizás pueda lograrse la cuarta pata de la mesa para que se produzca la postulada rebelión popular en defensa de la constitución. Esto es, la presencia de un liderazgo político activo que promueva esta rebelión. Lamentablemente, el grueso de los líderes de la oposición tienen la vista puesta en el 2012, como si el país pudiera esperar pacientemente mientras se destruyen los restos de la democracia y sus instituciones...Todavía es tiempo para que este liderazgo aborde el autobús de la historia, para transitar el camino que la referida plataforma doctrinal señala. Veremos...Lo saluda, su fiel lector, Juan Vicente González
Gracias por estos comentarios y por el sesudo análisis de morena. Seguiremos manejando este tema porque lo de Chávez, lamentablemente, no se resuelve por las buenas.
Quisera saber de que forma puedo ayudar a comenzar este gran movimiento de salvaciòn de la patria, ya que la patria es mi vida y prefiero estar muerto que irme de este paìs
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