Aparecido en ABC Color.
Asunción, Paraguay, Domingo 09 de Septiembre de 2007
Opinión
El cantinflérico discurso de Fernando Lugo en Quito.
Gustavo Coronel*
Definitivamente soplan grandes vientos de mediocridad en el hemisferio. Un buen ejemplo lo constituye el discurso que dio el candidato presidencial paraguayo Fernando Lugo en Quito, Ecuador. El evento en sí fue una muestra de la distorsión en los valores políticos y éticos que evidencian algunos gobiernos de la región. Este evento fue organizado por un grupo llamado Ruptura25, asociado con el presidente ecuatoriano Rafael Correa, y contó con su asistencia y participación.
El candidato Lugo fue presentado nada menos que por la ministra de la Defensa de Ecuador, Lorena Escudero, quien dijo: “Ahora damos paso a la exposición del compañero Fernando Lugo... futuro presidente de la República del Paraguay” (aplausos). Si hubiese hecho la ciudadana Escudero esta presentación del “compañero Lugo” no tendría mayores problemas, pero se trató de la ministra de la Defensa de Ecuador. Ello quiere decir que el Gobierno del Ecuador ya ha tomado partido activo en el proceso electoral Paraguayo. La presencia del Presidente Correa en el acto no dejó dudas sobre este acto de grosera intromisión en los asuntos internos del Paraguay.El discurso en sí hubiese podido ser dado, con orgullo, por Mario Moreno, Cantinflas, el recordado cómico Mexicano. Pretendió ser una definición del socialismo del siglo XXI, esa creación gaseosa de los ideólogos de Hugo Chávez, imitada fielmente por el presidente Correa. Para Lugo el problema económico de su país se resolvería nombrando ministra de Economía a una ama de casa, declaración recibida con gritos eufóricos por la audiencia. En esa manera primitiva de ver las cosas sigue la línea de Hugo Chávez, quien pasó de administrar una pequeña cantina militar a dilapidar casi doscientos mil millones de dólares de ingresos petroleros en nueve años. Lugo continuó su discurso de manera un tanto imprecisa citando a Voltaire y a Aristóteles, a quien le atribuyó algunos conceptos tales como: “la economía es el nombre que se da ante la emisión cuyas sustancias es la creación de los medios que son necesarios para el sustento de la familia y el Estado, es decir, el cubrimiento de las necesidades”. Si usted entiende esto, es más afortunado que yo. Lugo añade que Aristóteles también señala “la insaciabilidad de la crematística”, otro concepto bastante vaporoso. Lugo apunta que la “misión de la economía consiste en satisfacer las necesidades generales mediante una planificación razonable del Estado”. No parece existir el sector privado en su peculiar visión del mundo. Continúa diciendo: “El conflicto entre los que tienen y aquellos que no tienen... no se resolverá con teleconferencias de los ladrones globales solo por la conquista del pueblo”. En otras palabras, vamos a quitarles a los “ladrones globales” (todos quienes tengan algo) para darles a quienes no tienen. No piensa Lugo en la necesidad de generar riqueza, sino en despojar a unos para dárselo a otros, exactamente lo que el desequilibrado dictador venezolano está haciendo. Se alinea Lugo con el ejército de liberación nacional de Colombia, con los piqueteros argentinos, con la revolución cubana, es decir, con los grupos de forajidos, desocupados y fallidos del hemisferio. Una frase nos deja pasmados: “Lo que caracteriza a nuestra época es el acortamiento de los movimientos sociales a expensas de la economía del escritorio...”. ¿Qué significará esto? El deber de un líder que se estime debe ser la sencillez y la precisión en hablar, no la incoherencia y la pomposidad. Dedicó Lugo la mitad de su discurso a criticar los procesos políticos paraguayos, lo cual no es difícil de hacer ni particularmente original. Es indudable que Paraguay requiere mejoras significativas en su estructura política, económica y social, pero ellas deben darse en democracia. La experiencia venezolana bajo Chávez ha demostrado que el país se ha deteriorado aun más, mientras el autócrata lo somete a sus insensatos sueños de un socialismo que ni él mismo entiende. En este discurso Fernando Lugo ha mostrado su limitada capacidad de entendimiento de los procesos mediante los cuales un país pudiera salir de la pobreza. Sus indigestas nociones de socialismo nos harían sonreír pero, lamentablemente, nos proporcionan gran angustia, la angustia que siente el pasajero de un avión cuando ve que alguien no calificado pretende tomar el timón de la nave.
* Geólogo petrolero, politólogo y autor del informe: "Corrupción, mala gerencia y abuso de poder en la Venezuela de Hugo Chávez".
2 comentarios:
ADIÓS A LA SOTANA
(Luis Agüero Wagner)
Una aldea vino, anduvo por allí y se fue por allá, una aldea al parecer deshabitada, una aldea de casas de alfeñique en tuza de milperíos secos entre iglesia y cementerio. ¡Que la fe que construyó a la iglesia sea mi fe, la iglesia y el cementerio; no quedaron vivos más que la fe y los muertos! (Miguel Ángel Asturias, en “El Señor Presidente”)
Al igual que Fernando Lugo, unos exitosos conductores de radio han sido apalabrados para candidatarse por los hombres dignos de poca fé y conocidos por carecer de candidatos confiables- (léase luguistas), quienes ahora atacan con virulencia al oviedismo olvidando que su “único líder” de sotana hizo un papelón ante la prensa escrita, oral y televisiva mendigando una entrevista a Lino Oviedo ante su prisión en Viñas cué.
Ese evidentemente es el nivel de quienes se autoproclaman como “los únicos chicos buenos” de la clase política, como los exquisitos eunucos políticos de Tekojoja, genios de las finanzas municipales como los primos Filizzola, robacoches como Nils Candia, izquierdistas financiados por la CIA como Camilo Soares, los liberales marxistas y otros monaguillos de cristalina pureza celestial, muertos vivos y parásitos sin vida propia cuya única alternativa de existir y subsistir es colgarse de una sotana.
Cabe preguntarse cuál sería su comportamiento en caso de encontrarse en el poder si ésta es la forma en que actúan en la llanura, y con muy remotas posibilidades de alcanzar una victoria electoral para la cual no les alcanza la voluntad, evidentemente empeñada únicamente en reeditar pactos como los de los Levi Rufinelli con Stroessner o los de Domingo Laíno con Wasmosy.
La anunciada reedición artificial de la estratagema colorada recordada como “Tu voto vale doble”, luego que la predecible impugnación del candidato de la sotana se produzca y el PLRA se quede con la chapa, no tiene muchas chances por lo anunciado del engaño que hoy por hoy, ya está en boca de todo el mundo. Con toda seguridad el mismo candidato desechable conoce su destino, por lo que se ha hecho acreedor más bien de un repudio y voto castigo por prestarse a un engaño en perjuicio de la ciudadanía.
Decía Miguel de Unamuno que es en el aspecto religioso donde hay que ir a buscar lo más típico y lo más radical de un pueblo. Al estilo cantinflesco que ya le han atribuído con bastante acierto, nuestro nuevo y mesiánico único líder ha recorrido el camino inverso, yendo de la religión a buscar a los radicales.
En la esquina contraria, con el peso de sus dos millones de afiliados, tenemos a la secta satánica que aunque cada cinco años inexorablemente se alza con una victoria sobre los egregios moralistas de la oposición, cada tantos años igualmente acostumbra gestar -sometiendo al pueblo a un desesperante desgobierno- algún mesiánico trastornado que cree ser el enviado del altísimo. Hoy es el turno de Fernando “Cantinflas” Lugo, quien preanuncia para el Paraguay un gobierno similar al de Argentina en tiempos de Carlos Menem.
Encargada del arbitraje de esta maniquea pugna entre la luz y las tinieblas, tenemos a la la Santísima Trinidad que integran Dendia, Mochito y Zambonini.
Ante esta oferta política y semejante terna arbitral, sólo me resta comprometer mi voto en blanco para las próximas elecciones, dado que es lo más acorde con estos supuestos salvadores de la patria que sin sotana, sólo pueden
sumar cero, más cero, más cero.
NOS INVITARON A DEBATIR SOBRE EL
SOCIALISMO DEL SIGLO XXI EN PARAGUAY
Lic. Ricardo Maldonado Banks
La oscura noche neoliberal, del Consenso de Washington con Fukuyama y el “fin de la historia”, llego a su fin. Hoy, América Latina despierta con SOCIALISMO, emergiendo de los movimientos sociales, devora actores políticos para disputar y posicionarse en el poder.
Para impedir y desacreditar la creciente expansión de la nueva idea-fuerza: “Socialismo del siglo XXI”, se movilizan los aparatos ideológicos y académicos, intelectuales, periodistas, fundaciones y servicios de inteligencia, la represión policíaca-judicial y extrajudicial donde sea posible, todo para tergiversar la nueva teoría y difamar al nuevo movimiento.
Fue aprobado en la convención de la ANR, de la mano de Nicanor Duarte Frutos la ideología “Coloradismo es Socialismo”, queda por resolver en sus internas si triunfa este sector con el liderazgo de una mujer que encarne la propuesta o acabe en simple retórica por el triunfo de la derecha. En el PLRA, el sector social progresista se impuso por estrecho margen para apoyar al presidenciable que plantea la discusión sobre el Socialismo del Siglo XXI, Fernando Lugo.
Hoy nos preguntamos: Pero, ¿Qué es el socialismo del siglo XXI?
Previa a unas elecciones generales, con una gran confrontación de ideas y de fuerzas sociales, esta pregunta produce el efecto de un tsunami. Y ocurre en medio del estrépito de instituciones que se derrumban. Hoy el estado paraguayo es un adefesio institucional. Una total deformidad. Un sistema decrepito que espera sepultura.
Dios quiso inventar el paraíso perdido en el Paraguay, por eso no hay ninguna catástrofe natural. Nuestra única catástrofe es la clase política que tenemos. Ya no hacen política, solo arquitectura electoral. La corrupción y la decisión política de hacer un pueblo pobre llevo al fracaso de la clase política, no de la democracia.
Cuando se trata de discutir de política, los insultos personales siguen predominando por sobre la discusión serena y prudente de las posibles soluciones a los problemas que enfrenta el país. La capacidad de analizar la realidad que nos rodea y desear un modelo social distinto constituye la base psicológica necesaria para afrontar cualquier transformación de la realidad.
En la sociedad contemporánea, la ley es el vehículo del cambio político deliberado. Pero, en Paraguay la ley no representa a la sociedad sino a sus gobernantes. No tenemos estado de derecho sino estado de legalidad.
Las leyes “políticas” son producto de los intereses de los actores políticos dominantes. La esclavitud, por ejemplo, fue legal y se consideraba natural hasta fines del siglo XIX, cuando, gracias a una presión social sostenida durante muchos años, se transformaron las leyes de la época, convirtiendo en ilegal esta infame práctica. Todas las leyes políticas esclavizan al hombre.
El escenario de confrontación del socialismo del siglo XXI está en lo institucional y en lo social. No importa que las leyes e instituciones estén ordenadas y sean eficientes: si son injustas han de ser reformables o abolidas.
Sólo instituciones políticas justas pueden generar una sociedad justa, donde éstas, no sólo cumplen con su papel de reglas del juego político, sino que determinan qué tipo de valores se establecen en la comunidad política: la ciudadanía, la soberanía, la dignidad humana, la identidad colectiva, en resumen: la justicia.
El socialismo plantea la eterna aspiración de la humanidad, vivir en una sociedad más justa, más fraterna.
El Socialismo del siglo XXI es un concepto reciente, a partir de 1996, ideado por el alemán Heinz Dieterich Steffan. Defensor de la Democracia participativa y directa, se aparta de la vieja teoría de de la Dictadura del proletariado de Carlos Marx de hace unos 150 años atrás, asumiendo posturas que pueden asemejarse al liberalismo social.
La filosofía debe hacer el cuestionamiento crítico de la sociedad y de las ideologías, incluso de la propia. No es una filosofía que se cree dueña de la verdad absoluta. No es el socialismo científico. Este socialismo no esta predefinido, más bien se construye cada día.
El Socialismo del siglo XXI plantea un esfuerzo por crear una estructura institucional cooperativa que permita la libre circulación del conocimiento disperso para, en base a la interpretación de la realidad económica y social de nuestros problemas, descubrir en ella los fundamentos de la libertad y la fraternidad.
Los fundamentos que aporta al debate son:
1. En primer lugar la moral: Recuperar el sentido ético de la vida. Luchar contra los males que sembró el capitalismo: individualismo, egoísmo, odio, privilegios. Es un arma en la lucha contra la corrupción. El respeto por la vida, por los derechos individuales y sociales, por la inclusión.
2. En el aspecto político: La democracia participativa. Hoy el socialismo se construye como proceso de perfeccionamiento de la democracia, y esta se perfecciona con más participación popular. Pasar de una democracia meramente delegativa, como es hoy, que no es siquiera una representativa, porque delegamos, pero no nos sentimos efectivamente representados, a una democracia participativa. El poder popular.
3. En lo social: Igualdad con libertad. Desarrollo de la libertad personal individual y, a partir de ésta, por el progreso de la sociedad, una sociedad de incluidos, de iguales, sin privilegios.
4. En lo económico: Cooperativismo y asociativismo. El control fundamental de los medios de producción debe ser social, lo que no es sinónimo de estatal. La única vía posible es una economía mixta, que tendría tres sujetos, el Estado, la empresa privada y la propiedad social, como cooperativa. Por ejemplo las empresas estatales (INC, Ande, Essap) pasan del estado a la sociedad organizada en una cooperativa. No confundir con la idea de corporaciones representadas que tuvo origen en el fascismo (Como en el IPS, ex Banco de Trabajadores). Este es el punto crucial, por eso la confrontación feroz del Socialismo del Siglo XXI es a nivel institucional y no de la propiedad privada, ni la planificación centralizada como lo fue en el marxismo.
5. Deliberación pública que incluya el respeto irrestricto de los derechos políticos a todos los actores miembros de la comunidad, en igualdad de condiciones sin importar su filiación política.
Buena parte de la reacción ante el Socialismo del Siglo XXI no es de oposición sino de miedo a la innovación, el mismo miedo a caminar y vivir su propio destino, que hizo pactar a las elites criollas y creó oligarquías y caudillos populistas que vendieron su alma al diablo.
Es momento de usar constructiva y productivamente los diferentes pensamientos ideológicos, y no para confrontar y destruir al que piensa diferente, como es la costumbre.
Sigue el debate… pronto escucharemos a los artistas y otros famosos, periodistas, analistas, clérigos, astrólogos, hasta figuras del deporte y del modelaje, cuyas opiniones acerca de todo lo divino y humano son consultadas, ya opinarán con propiedad que no es la hora de ver que pasa sino de hacer que pase y por eso dirán que son socialistas…… porque esta de moda.
“Nadie puede parar una idea, cuando su tiempo ha llegado” Berthold Brecht
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