domingo, 15 de abril de 2018

Las capas de la cebolla





El mundo político venezolano es como una cebolla cuya capa externa, la que está en el poder, tiene el color negruzco y la tristeza de la podredumbre. Evidentemente hay que quitarla, si no queremos perder toda la cebolla. Sin embargo, eliminar esa capa exterior podrida no será suficiente para salvarla.
Nos estamos dando cuenta de que la segunda capa, lo que pudiéramos llamar la endodermis, está casi igualmente infectada de mediocridad y de carencia de coraje cívico que la capa exterior. Esto es lo que está sucediendo actualmente con la maniobra que pretende llevar a cabo Henri Falcón, acompañado de un grupo de venezolanos quienes – desde hace algunos años para acá -  transitan una vía ambigua entre un llamado a la coexistencia pacífica con el  régimen y la promoción de una alternativa electoral prostituida.  
Los miembros de este grupo, esa  segunda capa de la cebolla incluyen – entre otros -  a Eduardo Fernández, su hijo Pedro Pablo, Enrique Ochoa Antich, Leopoldo Puchi, Claudio Fermín, Carlos Raúl Hernández, Simón García, Felipe Mujica, Fernando Mires (quien parece ser, para Falcón, una especie de lo que fue Heinz Dieterich para Chávez), el mercenario Zapatero, algunos encuestadores que le hacen el juego al régimen y uno que otro de los hermanos Villegas. La tesis que este grupo sostiene, al menos de manera ostensible, es que “se pueden ganar las elecciones”, a pesar de que sean ilegítimas y  fraudulentas y a pesar de que el régimen haya dicho abiertamente que “no entregará el poder”. Y digo ostensible porque existe una macabra posibilidad de que este grupo de Falcón esté negociando con el régimen, de manera solapada, un entendimiento que permita establecer una transición en la cual esta segunda capa de la cebolla, la de Falcón,  suba  al poder mientras los criminales del régimen reciben – en nombre de la conciliación -  las garantías necesarias para irse tranquilamente del poder, intocados con sus dineros mal habidos. Este es un escenario que he llamado “CABALLO DE TROYA”.
El argumento de este grupo es que no es correcto dejar de votar, puesto que la abstención favorece al régimen. El país digno argumenta que ir a estas elecciones fraudulentas valida la dictadura de Maduro, le da un barniz de legitimidad y – a menos que estemos ante un escenario de componenda – estará condenado al fracaso y debilitará cualquiera acción cívica basada en la existencia de un fraude electoral.   
Hemos dicho que participar en estas elecciones fraudulentas es inmoral. Quienes la promueven se limitan a utilizar una estrategia politiquera. Insisten en hacer ver esta tragi-comedia como un acto genuino de consulta popular, cuando solo es una farsa burda y evidente para quienes quieran ver, una farsa que ha sido rechazada por millones de venezolanos y por los países democráticos de la región y de la Unión Europea. Al servir de comparsa al narco-régimen, Falcón y su charanga se ponen al servicio de un tragedia que ya le ha costado a Venezuela demasiado sufrimiento.
La gente de Falcón dice que la abstención no es una alternativa. Pero se olvidan de mencionar que lo que se está pidiendo en Venezuela no es una simple abstención sino una rebelión ciudadana, la cual complemente el rechazo internacional a la farsa que ellos apoyan. El grupo de Falcón habla de una simple abstención cuando lo que está planteado es un rechazo activo y militante en contra de la farsa, la protesta masiva de los venezolanos en contra del mamotreto electoral que Falcón está promoviendo. No se trata simplemente de no acudir a votar sino de generar una masiva protesta cívica, un paro general, un verdadero levantamiento ciudadano expresado en marchas, protestas y huelgas en todo el país. Ello complementaría las sanciones internacionales, las cuales aumentan la presión en contra del narco-régimen  y contribuiría a darle  el golpe de gracia a la pandilla de criminales del chavismo y a sus cómplices liderados por Henri Falcón, quien es un populista más al estilo de Chávez y de Maduro. Ya estamos viendo sus promesas de limosnas y subsidios.  
No solo una capa sino dos capas de la cebolla política venezolana están podridas. La de Maduro, la externa y la de Falcón, la inmediata. Será necesario seguir quitándole capas marchitas a la cebolla si queremos salvarla.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente metafora. El regimen, en su plan totalitario cumplio exitosamente la etapa de desacreditar el voto. Desde hace años he dicho que el voto, que ya no elige, pasaba a ser un elemento tactico, dentro de la estrategia de acabar con la cacocracia. Me explico:
En terminos estadisticos, votabamos "todos" -mas de 80%- o no votaba "nadie" -menos del 20%-. Esto con el fin de iren cualquiera de los dos casos, a una rebelion civil como la que Ud. Plantea. Pero el escenario de medio camino era el menos favorable y, ademas, el colaboracionismo nunca se lo planteo.
Ahora menos. El "falsonismo" fase superior del colaboracionismo, debe provocar solo el primer escenario, el de una abstencion masiva que conduzca a la rebelion final.
Falcon y los granujas que lo acompañan le hacen el juego a la narcotirania y estan pagados para eso. Creo que hay pocas dudas al respecto. (Va sin acentos)

Anónimo dijo...

El colaboracionismo nunca se planteo la rebelion. Añado para explicar el final del 2do parrafo del comentario, que esta poco claro

Anónimo dijo...

"En las cárceles venezolanas el hecho de estar preso por razones políticas es algo absolutamente monstruoso”, afirma al recordar su confinamiento de varios días en “El tigrito” como sanción por haber recibido una felicitación de cumpleaños de otros compañeros.

Asegura que en Ramo Verde pudo ver “como golpeaban al general (Raúl Isaías) Baduel” que fue ministro de Defensa del fallecido presidente Hugo Chávez y quien lo restituyó en el poder después del golpe de estado del 11 de abril de 2002, y los “tratos crueles” que le daban a Leopoldo López"

Profesor de la UCAB, Contreras.

Esto se acabó Gus. La oposición sabe todo esto y juega el jueguito por plata.

Anónimo dijo...

Cuando por fin se ha conseguido el apoyo en el exterior para declarer que esas elecciones son ilegales, todavia hay pendejos o gozones que le quieren dar vida al regimen con una eleccion fraudulenta.

Muy bueno es exponer que un "triunfo" de henry falson se esta tramando para poder "perdonar" a los criminals chavistas por sus pecados para que puedan gozar de sus dineros mal habidos...........como dice Don Gustavo, todo un caballo de troya.

Lo mejor que pueden hacer los Venezolanos ese dia es quedarse tranquilitos en sus casas pero que dismimuladamente monitoreen el movimiento en los centros electorales para que se den cuenta de la poca afluencia de votantes (que va a contrastar con los numeros que trampabisay lucena va a dar con respecto al numero de votantes y con respecto a quien gano y por cuantos votos).

Anónimo dijo...

A propçosito del escrito y los comentarios, circula en las redes sociales que Capriles se va a incorporar a la candidatura de Falcón.