martes, 2 de octubre de 2018

EL LEGADO PETROLERO DE HUGO CHÁVEZ FRÍAS, en LA PATILLA DE HOY



El legado petrolero de Hugo Chávez Frías (Análisis de Gustavo Coronel)

octubre 02 2018, 6:08 am
Posteado en:  DestacadosEconomía        
Durante el período 1999-2018 Venezuela ha sido material y espiritualmente destruida por un gobierno liderado, primero, por el fallecido Hugo Chávez Frías y, a partir de 2013, por Nicolás Maduro Moros.
Trabajo Especial de Gustavo Coronel | Geólogo, exdirector de Pdvsa
Agonizante en 2012 Chávez impuso al país a Maduro, quien ha acelerado el proceso de destrucción nacional comenzado por Chávez. Durante estos casi veinte años de régimen abiertamente dictatorial Venezuela ha experimentado cambios dramáticos, casi todos negativos:
1- Ha pasado de una tasa de inflación de 35% en 1999 a 14.000% en 2018
2- El Producto Interno Bruto experimentará este año una caída del 15% mientras el promedio en América Latina es de un aumento del 2-3%
3- El 70% de las empresas existentes en 1999 han cerrado sus puertas
4- Existe una crisis política, social y económica que ha colocado al país en el foso del progreso en la región latinoamericana.
5- La corrupción del régimen es de una magnitud nunca antes vista en el país
6- Unos dos millones de ciudadanos se han ido de Venezuela, en su mayoría miembros de la clase media, los mejor educados.
7- Desde el régimen se ejercen el abuso de poder, la represión a la disidencia y la ineptitud en las funciones de gobierno.
8- Venezuela ha sido transformada en un satélite político de la Cuba castrista, a la cual el régimen chavista le transfiere alrededor de 4000 millones de dólares al año, en dinero efectivo o petróleo.
Este escrito describe el proceso de destrucción que Hugo Chávez llevó a cabo en la industria petrolera venezolana, su trágico legado petrolero.
I. LA INDUSTRIA PETROLERA VENEZOLANA ANTES DE LA LLEGADA DE HUGO CHÁVEZ AL PODER
En 1999, cuando Hugo Chávez fue elegido presidente de Venezuela, la industria petrolera venezolana tenía casi 30 años de haber sido “nacionalizada”. Realmente nunca hubo una verdadera nacionalización sino una estatización de la industria, ya que el monopolio de la actividad fue a manos de una empresa 100% propiedad del estado, prohibiéndose a empresas petroleras privadas venezolanas como Mito Juan y Talón continuar llevando a cabo sus actividades. Durante estos treinta años PDVSA se mantuvo operando de manera razonablemente eficiente, aunque con el correr del tiempo el mundo político comenzó a intervenirla de manera progresiva. En la década de 1990 estudios hechos por empresas consultoras para PDVSA ya mostraban que PDVSA tenía exceso de personal y que su comportamiento y resultados operacionales y financieros eran inferiores a los de las grandes empresas transnacionales.
Sin embargo, sus aportes al país durante estos treinta años fueron positivos. Con excepción de un caso de espionaje industrial en donde un pequeño grupo de empleados de comercialización internacional de la empresa Maraven (Caso de los Petro Espías) se apropiaron indebidamente de dinero de la empresa, caso denunciado en su momento, la industria petrolera venezolana estuvo esencialmente exenta de escándalos de corrupción como los que han abundado en este siglo bajo el régimen chavista.
II. HUGO CHÁVEZ LLEGA A LA PRESIDENCIA
Al llegar a la presidencia en 1999 Hugo Chávez dijo que, en primer lugar, “resolvería los problemas políticos”, para luego encargarse de los asuntos económicos y sociales. Esta fue una curiosa manera de establecer prioridades, ya que es imposible separar lo político de lo económico y de lo social. En todo caso ello lo llevó, en un inicio, a designar a un tecnócrata de la industria petrolera, Roberto Mandini, como nuevo presidente de PDVSA. Esta designación apuntaba en la dirección correcta, ya que Mandini era un gerente probado de muchos años de experiencia en el sector petrolero. Sin embargo, Chávez le colocó al lado un “comisario político”, un ex-empleado de la empresa de bajo nivel, llamado Héctor Ciavaldini, quien había sido despedido de PDVSA por incompetente y la había demandado en búsqueda de dinero. La misión de Ciavaldini era la de informar a Chávez sobre Mandini.
Mandini no estaba acostumbrado a trabajar en estas condiciones. Su descontento con esta situación se incrementó rápidamente. A los pocos meses fue a Miraflores a hablar con Chávez y le exigió la remoción de Ciavaldini. Pensaba Mandini que Chávez apreciaría la diferencia entre un espía ignorante, Ciavaldini, y un gerente de primera línea como él.
Mandini se equivocó. El despedido fue él. Al tomar esta decisión Hugo Chávez dio el primer paso firme hacia la destrucción de Petróleos de Venezuela. Héctor Ciavaldini fue nombrado presidente de la empresa excediendo – con su pobre labor – las peores expectativas sobre su calidad gerencial. Comenzó, por instrucciones de Chávez, una cacería de brujas en contra de los gerentes profesionales de la empresa no afectos al nuevo gobierno y se involucró en una arrogante batalla en contra del sindicato petrolero con motivo del nuevo contrato colectivo.
En adición a sus abusos y desaciertos Ciavaldini continuó su demanda en contra de la empresa, lo cual representó algo nunca visto antes. ¡Una empresa demandada por su presidente!
Chávez se dio cuenta de la incompetencia de Ciavaldini y lo destituyó, nombrando en su lugar a un General del Ejército, Guaicaipuro Lameda, quien era un competente hombre de finanzas. Lameda visitó La Habana y tuvo una larguísima entrevista con Fidel Castro, dándose cuenta de que Chávez había caído bajo la tutela intelectual de Castro. A su regreso Lameda se convenció de que la única manera de mantener eficiente a PDVSA era con el concurso de la gerencia profesional. De manera progresiva se puso al lado de esa gerencia y en contra de los deseos de Chávez de manejarla políticamente. Chávez lo destituyó y Lameda se enteró de esta destitución en la radio, mientras manejaba su auto por Caracas.
III. LOS CUATRO PASOS EN LA DESTRUCCIÓN DE PETRÓLEOS DE VENEZUELA
Control político: el primer paso en la destrucción de PDVSA
Al despedir a Guaicaipuro Lameda Hugo Chávez tomó una decisión que generaría su salida de la presidencia, al menos por breve tiempo. Nombró presidente de la empresa a un profesor marxista de la Universidad del Zulia llamado Gastón Parra. Parra era un estudioso de los aspectos financieros y legales de la industria petrolera pero carecía de conocimientos sobre los aspectos gerenciales y operacionales de la industria petrolera y de experiencia en el plano internacional. Consideraba a los gerentes profesionales como vendidos al imperialismo estadounidense y sus escritos estaban llenos de críticas hacia la industria petrolera venezolana. En un discurso pronunciado en Enero 2004 Hugo Chávez admitió, con cínico orgullo, que este nombramiento había sido hecho por él para provocar una rebelión en PDVSA y poder llegar a controlarla políticamente.
Este nombramiento de Gastón Parra provocó una reacción de los empleados de PDVSA, la llamada Gente del Petróleo. Esta reacción desencadenó una movilización general de la población, culminando en una gigantesca marcha en Caracas, en la cual unos 700.000 venezolanos marcharon hacia el centro de Caracas. Chávez ordenó la represión de los manifestantes, quienes fueron agredidos a disparos desde el sector llamado Puente Llaguno. Igualmente Chávez ordenó al ejército salir a la calle con tanques y armas largas. El ejército se negó a cumplir esas órdenes y le pidió la renuncia. En la madrugada del 12 de Abril, 2002, el general Lucas Rincón (hoy embajador del régimen en Portugal) dijo a los venezolanos que la Fuerza Armada le había pedido la renuncia a Chávez y que este había aceptado el pedido. En un contragolpe militar días después el general Raúl Baduel restituyó a Chávez en la presidencia.
Chávez regresó a la presidencia decidido a tomar el control político de PDVSA, ahora con la excusa de la insubordinación de los empleados. Procedió a despedir a unos 22000 técnicos y gerentes de la empresa, decisión que condenó a la empresa a operar con una nómina progresivamente incapaz. La consecuencia de esta decisión fue no solo la caída en la calidad técnica y gerencial de la empresa sino la pretensión de remplazar calidad con cantidad. Hoy en día PDVSA tiene unos 160.000 empleados, casi cinco veces más de los que tenía en 1999.
El cambio en la Misión de PDVSA: segundo paso en su destrucción
Al regresar al poder, después de su breve expulsión, Hugo Chávez remplazó a Gastón Parra por Ali Rodríguez Araque, uno de sus cómplices de mayor confianza y le dio instrucciones que marcaron el segundo paso en el camino de la destrucción de la empresa. Le ordenó que cambiase la Misión de la empresa, de empresa petrolera a empresa social Desde 2002 hasta 2004 Rodríguez actuó para llevar a cabo esta orden. PDVSA pasó de ser una empresa que producía petróleo y gas para su venta a ser una empresa que construía casas, que financiaba programas sociales, que importaba comida y otras actividades no relacionadas con su misión original. Uno de los resultados inmediatos de este cambio fue el incremento de la nómina y otro, peor aún, fue el rápido incremento de la corrupción. La conversión de una empresa comercial en una empresa social es, de manera inevitable, una sentencia de muerte. Durante su presidencia de PDVSA Ali Rodríguez Araque puso los activos y equipos de la empresa a la libre disposición del gobierno de Chávez, lo cual dio origen a la híper-corrupción que se desarrolló a partir de su presidencia.
Ministro de Energía y Petróleo se convierte en presidente de PDVSA: el tercer paso en su destrucción
Cuando Rafael Ramírez, el ministro de Energía y Petróleo fue nombrado, simultáneamente, Presidente de PDVSA, se perdió toda posibilidad de mantener controles financieros y operacionales en la empresa. La misma persona se convirtió en supervisor y supervisado. Este es un pecado capital en la gerencia de cualquier empresa, la cual debe tener contrapesos institucionales. Estos contrapesos se perdieron con la llegada de Ramírez a PDVSA. Esta intolerable dualidad iba a durar unos diez años, desde 2004 hasta 2014. Durante este período se abrieron todas las compuertas de la corrupción. Ramírez manejaba la empresa como cómplice directo de Hugo Chávez. El ingreso petrolero que debía ingresar al país vía el Banco Central de Venezuela fue desviado, en gran parte hacia fondos financieros sin transparencia alguna, como es el caso de FONDEN. La empresa se comenzó a endeudar en gran escala para financiar las campañas políticas de Chávez. De una deuda de unos $3000 millones en 2001 PDVSA pasó a tener una deuda no menor de unos $80.000 millones en 2014, ya que se confiscaron numerosas empresas de servicios petroleros sin pagar indemnización, se emitieron bonos en dólares por un valor de unos $50.000 millones y se recibieron préstamos cuantiosos de Chevron, Schlumberger y de los gobiernos de Rusia, Japón y, particularmente, de China. Las finanzas de PDVSA se debilitaron de tal manera que el Banco Central de Venezuela comenzó a imprimir dinero inorgánico para inyectarle bolívares a PDVSA, una deuda interna que equivale hoy a unos $50.000 millones adicionales y que nunca va a ser pagada por la empresa.
Durante la presidencia de Rafael Ramírez el Director de Exploración y Producción fue Eulogio del Pino, quien luego lo remplazaría en la presidencia en 2014. Estos dos personajes actuaron sin controles para otorgar contratos multimillonarios a empresas sin credenciales. Ambos están bajo investigación de híper-corrupción. Del Pino está preso en Venezuela y Ramírez está perseguido por la justicia internacional. Los casos de presunta corrupción más notorios, los cuales no han sido debidamente investigados durante este período de Ramírez-Del Pino incluyen:
– Contratación de la gabarra Aban Pearl a una empresa intermediaria, a un sobreprecio de unos $350.000 diarios. Esta contratación arrojó pérdidas a la Nación por unos $300 millones
– Contratación de Gabarras de Perforación a la empresa PetroSaudí, una empresa corrupta, la cual le dio a PDVSA dos gabarras viejas a un grosero sobreprecio. Este contrato dio pérdidas a PDVSA por más de $1000 millones
– Adquisición de turbinas y otros equipos generadores de electricidad a la empresa Derwick Associates, a sobreprecios que han sido estimados en unos $1500 millones
-Contratación directa de tanqueros al empresario Wilmer Ruperti, luego demandado por la misma PDVSA, por falsificar su nombre en contrataciones con una empresa Rusa. Inexplicablemente Ruperti es aún contratista de PDVSA y ha financiado la defensa de los narco-sobrinos de Cilia Flores, condenados en Nueva York por contrabando de drogas
– Fraudes de contratación con Bariven, por parte de Roberto Rincón y asociados en Houston, con montos defraudados que se estiman en más de $1000 millones. Hay una media docena de gerentes de PDVSA presos en USA por este fraude, además de Roberto Rincón y su socio
– Lavado de dólares por parte de ex-empleados del Ministerio a cargo de Ramírez y de familiares del ministro, en bancos de Andorra y España. Hay gente presa en Venezuela y en España, incluyendo a Nervis Villalobos, ex-viceministro en el ministerio de Ramírez y Diego Salazar, primo hermano de Ramírez, además de los hermanos Luongo, del mismo grupo. Las sumas mencionadas por las informaciones de prensa montan a unos $4.000 millones de dólares
– Fraude relacionado con ventas de petróleo venezolano a través de empresas comercializadoras en conspiración con empresas venezolanas y empleados de PDVSA, por montos que se estiman en unos $10.000 millones. Este fraude ha sido objeto de una demanda en curso en el estado de Florida y ocurrió durante toda la presidencia de Ramírez y ocurre todavía
– El inmenso fraude de PDVAL, en el cual se importaron miles de toneladas de alimentos ya en mal estado y se enterraron cerca de los puertos venezolanos. Este fraude le costó a la Nación miles de millones de dólares y nadie ha sido castigado, ni siquiera investigado debidamente
– El saqueo del Fondo de Pensiones de los empleados de PDVSA, en el cual se perdieron unos $500 millones, sin que ello haya sido debidamente manejado por la empresa.
– El contrabando en gran escala de hidrocarburos a países limítrofes, manejado por presuntos cómplices de Ramírez y/o del Pino, tales como José Luis Paradas y su prima Gladys.
Un informe de la Asamblea Nacional de Venezuela responsabiliza a Rafael Ramírez por la pérdida para la Nación de unos $11000 millones, gigantesca suma con la cual Venezuela hubiera podido hacer tareas constructivas en favor de sus ciudadanos. En su momento el ilegítimo Tribunal Supremo de Justicia venezolano, hoy bajo la presidencia de un asesino, prohibió cualquiera investigación en contra de Ramírez, quien anda libre todavía. La mayoría de los contratistas corruptos de PDVSA arriba mencionados no han sido llevados a la justicia y viven a todo lujo en USA o en Europa.
Control de PDVSA por el sector militar: cuarto paso en su destrucción
Una vez despedido Rafael Ramírez de la presidencia de PDVSA el sucesor de Chávez, Nicolás Maduro, nombró a Eulogio del Pino como nuevo presidente de la empresa, quien se mantuvo allí desde 2014 hasta 2017. Como hemos dicho arriba, del Pino era un cómplice de Ramírez. A pesar de tener mucha mejor formación académica, su formación ética no era mejor. Durante su paso por la presidencia de la empresa cometió, al menos, dos grandes crímenes en contra de la Nación: (1), le dio entrada a la empresa a los militares, ignorantes en materia petrolera, quienes han logrado contratos de servicios petroleros a través de una empresa fantasma llamada CAMIMPEG; y (2), estructuró un absurdo sistema de planificación corporativa en base al cual se involucraba a miles de obreros en la elaboración de un demagógico Plan Corporativo, el cual estaba línea con el grotesco Plan de la Patria, documento politiquero y cursi creado por Chávez para “guiar” las políticas del Estado. Este sistema de “planificación” llevó a los obreros a pensar que ellos eran los nuevos gerentes, lo cual ha incrementado el caos gerencial de la organización. En especial la entrada de los militares a controlar la empresa ha sido el golpe de gracia para PDVSA. Maduro nombró presidente a un general de la Guardia Nacional, Manuel Quevedo, completamente ignorante en materia petrolera y permitió la entrada al sector de una empresa militar llamada CAMIMPEG, sin experiencia alguna en el sector, la cual se ocupa de servir de intermediaria entre PDVSA y empresas de servicios de experiencia, con el fin de obtener una parte de los beneficios de los contratos. Esta intermediación simplemente ha representado una manera más de saquear a PDVSA.
IV. LOS RESULTADOS DE LAS POLÍTICAS PETROLERAS DEL CHAVISMO
Las consecuencias de las destructivas políticas petroleras impuestas por Hugo Chávez y por su sucesor, Nicolás Maduro, están a la vista y pueden resumirse de la siguiente manera (cifras aproximadas):

https://www.lapatilla.com/wp-content/uploads/2018/10/Pdvsa-Comparativo-1999_2018.jpg?resize=640%2C406


Estas cifras, aunque aproximadas, reflejan la realidad del colapso sufrido por PDVSA durante los 20 años bajo el régimen chavista. Pero las cifras solo nos dan parte de la historia. El centro de investigación, INTEVEP, ha prácticamente desaparecido. El centro de Entrenamiento Empresarial, el cual llegó a ser reconocido a nivel regional, ya no existe. Los accidentes industriales se han multiplicado. En 2012 una gran tragedia en la refinería de Amuay cobró 50 vidas y fue producto de falta de mantenimiento, por lo cual las empresas aseguradoras rehusaron pagar los daños. Los derrames petroleros también se han multiplicado y han contaminado ríos importantes, como el rio Neverí en el oriente de Venezuela. Las deudas de la empresa y su creciente incapacidad de pago le han restado credibilidad y prestigio internacional a la empresa. Sus tanqueros son capturados en puertos extranjeros por acreedores que exigen su pago. En la OPEP, Venezuela carece de la influencia que tuvo en el siglo pasado y las cifras de producción que utiliza la organización son diferentes a las que envía el régimen, el cual carece de credibilidad en el seno de la organización.
Toda esta tragedia ha sido causada por la política petrolera impuesta por Hugo Chávez, la cual se basó en dos componentes principales: (a), Total control estatal del negocio y (b), Utilización de los ingresos petroleros venezolanos como arma política doméstica e internacional.
(a) Control total del negocio
Aunque el control estatal ha sido una constante de la política petrolera venezolana durante los últimos 50 años, Hugo Chávez la llevó a extremos populistas y demagógicos, más que nacionalistas, que resultaron ser especialmente negativos para el país. En efecto, Chávez hostigó de tal manera a las empresas transnacionales que las más importantes se fueron del país, incluyendo Shell, British Petroleum, ExxonMobil, y ConocoPhilips, las cuales habían sido protagonistas del desarrollo de la Faja del Orinoco y factores fundamentales en la construcción de plantas especiales de mejoramiento del petróleo extra pesado en esa región. Al salir estas empresas se paralizó ese desarrollo. Durante el régimen chavista no se ha construido ninguna otra planta de mejoramiento para ese petróleo y, como consecuencia, Venezuela se ve obligada a importar petróleo liviano para mezclarlo con el petróleo pesado de la faja del Orinoco, a costos excesivos. En realidad, hasta esa actividad está paralizada porque PDVSA no tiene dinero para pagar por la importación.
Para agravar aún más la situación Chávez procedió a invitar a Venezuela, como remplazo de las empresas de experiencia, a un grupo de empresas de países ideológicamente afines, es decir, Rusia, China, Vietnam y Cuba. Ninguna de estas empresas tenía la misma tecnología o solidez financiera o gerencial de las que se habían ausentado. Ello provocó el estancamiento del desarrollo de la Faja del Orinoco, área que contiene significativas reservas de petróleo pesado que no se han desarrollado debidamente en los últimos 20 años. La relación entre estas empresas extranjeras y el régimen chavista ha sido tan insatisfactoria que algunas de ellas también se han ido del país, incluyendo a PetroVietnam. Hoy en día la inversión petrolera extranjera en Venezuela esencialmente ha desaparecido, ya que las empresas foráneas en la Faja y en otras áreas petroleras se mantienen a la expectativa, en vista de la inestable situación política y financiera existente en el país y a las caóticas actuaciones del nuevo presidente de PDVSA, General Manuel Quevedo. Más aún, estas empresas pidieron en Abril de este año al régimen que despida al general Quevedo por incompetente.
(b) utilización del ingreso petrolero venezolano como arma política doméstica e internacional
El tutelaje ideológico ejercido por Fidel Castro sobre Hugo Chávez llevó a la utilización del cuantioso ingreso petrolero venezolano para comprar lealtades políticas en la región latinoamericana y en todo el mundo para “la revolución bolivariana”, nombre que contaminó la figura del libertador Simón Bolívar. En el plano doméstico el ingreso petrolero no fue debidamente utilizado para la estructuración de programas de educación, de salud y de infraestructura que pudieran sacar a los venezolanos de la pobreza sino en la estructuración de una política de dádivas y limosnas diseñada para mantener a los pobres venezolanos con algún dinero en el bolsillo, a cambio de su lealtad política al régimen. Miles de millones de dólares fueron utilizados en financiar las llamadas “Misiones”, la cuales daban a los venezolanos pobres un pescado al día sin enseñarlos a pescar. Aunque es imposible saber cuánto dinero fue malgastado y robado en estas actividades populistas, no creo exagerado decir que sobrepasó los $200.000 millones. Estamos hablando del llamado gasto social entre 2005 y 2014, etapa durante la cual entraron a Venezuela no menos de unos $500.000 millones de ingresos petroleros.
Pero si la corrupción imperante en el plano doméstico fue horrorosa no es menos cierto que en plano internacional fue muy cuantiosa. Para comenzar, Hugo Chávez transfirió a Cuba petróleo subsidiado, prácticamente, por valor de unos $50.000 millones entre los años 2003-2012. Otros $15.000 millones de subsidio fueron a los pequeños países del Caribe y de Centro América, también en forma de subsidios. Chávez hizo promesas y dio dinero para la construcción o modernización de hasta 17 refinerías en todo el mundo, en Brasil, Nicaragua, Cuba, Jamaica, Siria y hasta las islas Fiji. Dio dinero a Irán, a Bielorrusia, a Hezbollah, a Uruguay, a la Argentina de los Kirchner, a las FARC, todo en base a acuerdos políticos. Dio contratos corruptos a Odebrecht, en complicidad con Lula da Silva. Financió, con dinero petrolero venezolano, las campañas presidenciales de Ollanta Humala en Perú, Daniel Ortega en Nicaragua, Frente Farabundo Martí en El Salvador, Andrés López Obrador en México, Rafael Correa en Ecuador, Cristina Fernández de Kirchner en Argentina y, sobre todo, Evo Morales en Bolivia. En total, unos $150.000 millones de dinero venezolano fueron a financiar los locos proyectos geopolíticos de Hugo Chávez en todo el mundo.
Hugo Chávez fue culpable de despilfarrar o de permitir el robo por sus amigos de una suma cercana a los $450.000 millones de dinero venezolano. El resto del dinero fue utilizado en proyectos y programas sociales que nunca dieron frutos, excepto la creación de una estructura de corrupción doméstica y transnacional.
Hoy en día la población venezolana es más pobre que cuando Hugo Chávez llegó al poder
V. CONCLUSIÓN
El trágico incremento de la pobreza en Venezuela es inexplicable ya que las presidencias de Chávez y Maduro obtuvieron ingresos totales que sobrepasan $1.3 millones de millones. Un país que obtenga esta magnitud de ingresos, con una población de 30 millones debería ser una tacita de plata. Pero Venezuela es hoy un país miserable, con una población hambrienta, enferma, desconsolada, sufriendo los abusos de un régimen cruel, inepto y corrupto.
El legado de Hugo Chávez ha sido uno de muerte, corrupción, enfermedad y destrucción material y espiritual. Quienes llevaron a cabo sus órdenes en el sector petrolero, fueron sus cómplices y deberán ir a la cárcel: Héctor Ciavaldini, Ali Rodríguez Araque, Rafael Ramírez, Asdrúbal Chávez, Eulogio del Pino, Nelson Martínez, Manuel Quevedo, las directivas de Petróleos de Venezuela desde 2004 en adelante, gerentes y empleados involucrados en la híper-corrupción imperante en la empresa. Son centenares de bandidos que deben ser castigados por la justicia. La mayoría de ellos andan libres, disfrutando de sus dineros mal habidos. Por ello es que la justicia deberá prevalecer.
Por qué si no hay justicia, habrá revancha.

REFERENCIAS
  1.  Para una amplia discusión de estos índices, ver: “1981-2015, Una Memoria Ciudadana”, Gustavo Coronel, Amazon Books, 2018
  2.  Detalles del proceso nacionalizador y post-nacionalizador de la industria petrolera venezolana pueden encontrarse en “The Nationalization of the Venezuelan Oil Industry”, Gustavo Coronel, Lexington Books, 1993, 1994
  3.  Ver: http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2017/10/la-tragica-involucion-de-la-gerencia-en.html
La crisis gerencial en PDVSA estalló en 2002, cuando el difunto nombró a Gastón Parra presidente de la empresa petrolera. Parra, a quien conocí muy bien, era un profesor universitario dotado de una estrecha visión de la industria petrolera, totalmente apegado a una visión marxista de la economía, quien apenas habría visto un pozo petrolero en fotografías.
  1.  Detalles en: http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2009/12/pdvsa-en-2002-violacion-protestas.html y video de su discurso:https://www.youtube.com/watch?v=DhKxPNmewA0
El 15 de Enero de 2004 Hugo Chávez presentó ante la Asamblea Nacional su versión de lo ocurrido en PDVSA durante 2002 y 2003. Hablando con un acento pomposo, mezcla de Fidel Castro y Joselo, el dictador dijo esencialmente que el 2003 “les había traído el regalo de PDVSA”.
CHAVEZ: “LAS CRISIS SON NECESARIAS Y HAY QUE GENERARLAS…
  1.  La historia de estos acontecimientos es narrada en sumo detalle en: “The Silence and the Scorpion:, Brian Nelson, Nation Books, NYC, 2009
  2.  “Un futuro para Venezuela”, Revista SIC, Junio 17, 2005, http://revistasic.gumilla.org/2015/un-futuro-para-pdvsa/
José R. Medina. Han pasado ya más de diez años desde que el Gobierno tomó el control absoluto de la industria petrolera y decidió cambiar la misión y visión de dicha empresa; alineándola con el modelo país que el difunto presidente Chávez instauró en Venezuela.
  1.  Información del diario El Nacional: http://www.el-nacional.com/noticias/politica/saab-implica-rafael-ramirez-corrupcion-millardos-dolares_217146 ; http://www.reportero24.com/2014/04/25/gustavo-coronel-carta-a-rafael-ramirez-2/ y Wall Street Journal:https://www.wsj.com/articles/u-s-investigates-venezuelan-oil-giant-1445478342
“Qué lástima que no exista la prisión perpetua…”. Sr. Ramírez: Deseo hablarle con la mayor seriedad y sentido de responsabilidad, indignado ante los desafueros que ustedes han cometido en estos pasados 15 años.
  1.  Ver Caracas Chronicles, Julio 2012 https://www.caracaschronicles.com/2012/07/18/the-aban-pearl-stew/
  2.  Ver: http://www.sarawakreport.org/2017/01/petrosaudis-1mdb-financed-venezuelan-adventure-and-the-money-it-didnt-make/
  3.     INFODIO, el blog de Alek Boyd tiene múltiples detalles sobre  corrupción en los contratos de Derwick Associates, ver:http://infodio.com/240518/francisco/dagostino/elemento/bribes/pdvsa/derwick
  4. http://www.recivex.org/ens-2006-11-27-EN.pdf ; http://resistenciabucarecaracas.blogspot.com/2007/12/gobierno-ruso-demanda-wilmer-ruperti.html
  5. http://elestimulo.com/elinteres/como-roberto-rincon-estafo-1-000-millones-a-pdvsa/ ; http://fcpa.stanford.edu/enforcement-action.html?id=588
Roberto Enrique Rincon-Fernandez (“Rincón”) was a resident of Texas who controlled, together with others, a number of closely held companies, which were used to secure contracts with Petroleos de Venezuela, S.A. (“PDVSA”), the state-owned and state-controlled oil company in Venezuela.
El proceso de los Estados Unidos de América contra el millonario venezolano Roberto Enrique Rincón Fernández por fraude y sobornos por al menos 1.000 millones de dólares de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) da nuevas pistas sobre la corrupción en los gobiernos chavistas, e involucra sin nombrarlos a ejecutivos de la estatal, según las actas del caso.
  1. https://www.diariolasamericas.com/america-latina/andorra-investiga-35-exaltos-cargos-pdvsa-corrupcion-n4147702 ; https://elpais.com/internacional/2018/04/06/actualidad/1523042786_132646.html
Un juzgado indaga la estructura de la petrolera venezolana por un desfalco de 2.000 millones
Una jueza de Andorra remitió a Venezuela una lista con los nombres de 35 personas a quienes está investigando el pequeño país europeo en una causa sobre una trama de corrupción que involucra …
  1. “Rebosan las cloacas de petróleos de Venezuela”, http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2018/03/rebosan-las-cloacas-de-petroleos-de.html
Hace unas horas salió a la luz un nuevo saqueo de petróleos de Venezuela, algo de una magnitud sin precedentes, aún mayor que las notas estructuradas, que la Faja del Orinoco, que los bolichicos de Derwick Associates que las gabarras de Petrosaudí y Aban Pearl o los tanqueros de Ruperti.


1 comentario:

Anónimo dijo...

La destrucción de Pdvsa no tiene parecido ni paralelo en la historia del mundo petrolero. El nivel de corrupcion, incapacidad y mediocridad de los que han manejado la IPN los ultimos 15 años está a la vista.
Me alegró ver que Don Gustavo habla de la estatización de la industria, pues éso es lo que fue, aunque dentro de todo se hizo una muy buena labor con un concepto professional, donde originalmente PDVSA iba a ser una ¨holding¨ que serviría de barrera entre el gobierno politico y las actividades profesionales en las filiales. Con el tiempo y aún antes de la llegada de Chavez y sus ladrones ya ése concepto se había deteriorado.
Hoy Pdvsa es un cascarón vacío y destruido de lo que fue la major empresa petrolera estatal del mundo.