martes, 22 de octubre de 2019

En Bolivia: Almagro cosecha lo que sembró



Los observadores de la OEA en las elecciones que se llevan a cabo en Bolivia  acaban de denunciar el evidente ventajismo del gobierno de Evo Morales, ver COMUNICADO. En ese documento manifiestan su “preocupación y su sorpresa” por los cambios de última hora que le dan un vuelco a los resultados electorales en ese país, favoreciendo a Evo Morales y eliminando la necesidad de una segunda vuelta.
Por qué se sorprenden los señores de la OEA? No es acaso esta maniobra algo que podía esperarse de un caudillo autoritario al estilo del chavismo venezolano? No es esta manipulación característica de la gentuza del “socialismo del siglo XXI”,  quienes aspiran a eternizarse en el poder en América Latina?
 No es lo que sucede consecuencia directa de la decisión invertebrada de Luis Almagro de validar una candidatura de Evo Morales que era, a todas luces, incompatible con la democracia y la transparencia? Cuando Almagro decidió defender esa nueva candidatura de Evo Morales a fin de poder mantenerse como secretario general de la OEA hizo un pacto con el Diablo. Quien bota la brújula ética se pierde después en el monte de las marramucias (vocablo venezolano que significa  vagabundería, bribonada, sinvergüenzura, pillería, cochinada, ardid, trampa, trastada, tramposería, triquiñuela, trácala, trapisonda, marrullería, picardía, enredo, embrollo, mañosería, malas artes, mala maña, bellaquería, artimaña).
 Hablando en Bolivia en Mayo de este año, al lado de Evo Morales,  Luis Almagro declaró  que : Decir que Evo Morales hoy no puede participar, eso sería absolutamente discriminatorio con los otros presidentes (de la región) que han participado en procesos electorales sobre la base de un fallo judicial".
 Evo Morales tiene ya 13 años como mandatario en Bolivia y su nuevo fraude para aferrarse al poder  es una clara manifestación de absolutismo anti-democrático. Almagro, quien ha mantenido una postura decidida a favor de la democracia en Venezuela, adoptó una postura totalmente opuesta  en Bolivia, a fin de mantenerse en el liderazgo de la OEA. Botó la brújula ética. Después de las aparentemente pequeñas entregas viene la gran entrega. Ahora, todo se quedará en retórica inútil, a menos que el pueblo de Bolivia se alce y barra enérgicamente la basura del medio evo.
¿Sorpresa? ¿Preocupación?
 Diríamos, más bien, cinismo y desvergüenza.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente punto Gustavo. Los políticos van primero a proteger sus cargos y luego a ver si ayudan en algo. El caso de Almagro con Bolivia parece ser así.