Entre los hechos extraños y grotescos que ocurren en la
Venezuela chavista/madurista la desaparición de Carlos Lanz, una figura menor
del llamado Socialismo del Siglo XXI, se ha constituido en uno de los más
misteriosos. Este señor, quien tiene unos 80 años de edad, desapareció de su
casa un día de Julio del año pasado, hace unos ocho meses. Nadie lo vio salir
solo o acompañado, no se llevó la ropa o el cepillo de dientes, nadie sabe si
se fue o se lo llevaron.
Su grupo de amigos ha estructurado una Asociación Pro-
búsqueda que ya tiene varios meses funcionando, tiene una directiva y lleva a
cabo actividades de recolección de fondos y de diversa índole. Puede decirse que la búsqueda
de Carlos Lanz se ha institucionalizado o hasta burocratizado.
Afortunadamente Lanz no ha sido encontrado muerto en algún
matorral, como suele suceder en la Venezuela chavista/madurista, en la cual
unos 350.000 venezolanos y extranjeros han fallecido de manera violenta, muchos
de ellos y ellas a manos de la policía del régimen asesino que ha imperado en
Venezuela durante el siglo XXI.
En el caso de Carlos Lanz
debemos recordar que él fue uno de los miembros de la banda de delincuentes que
secuestró al industrial estadounidense William
Frank Niehous, hecho ocurrido en Venezuela en febrero de 1976. Otro
de los secuestradores fue Jorge Rodríguez, padre del actual miembro del
madurismo que porta el mismo nombre.
Ese fue el secuestro más largo que ha tenido lugar en
Venezuela, tres años y cuatro meses. Ahora, Carlos Lanz, actor principal de
aquel suceso, es la posible víctima de algo parecido.
Digo posible porque el régimen, en boca de Tareck William
Saab, a quien no es aconsejable comprarle un auto usado, ha dicho tajantemente
que Carlos Lanz no salió violentamente de su casa sino de manera pacífica. No sé
cómo puede saber esto Saab, a menos que ya conozca todos los detalles del suceso
y los mantenga en secreto.
Lo cierto es que Carlos Lanz pudo haberse ido de la casa,
como se van algunos ancianos con demencia senil, quienes una vez fuera del
hogar no logran encontrar el camino de vuelta.
Sin embargo, cuando esto sucede, la persona es encontrada
al poco tiempo vagando sin rumbo, o muerta y, hasta ahora, Lanz no ha sido
encontrado. Lo cierto es que ahora Carlos Lanz es víctima de algo parecido a lo
que le sucedió a Niehous hace 50 años. Esperemos que tenga la misma suerte que
tuvo el industrial estadounidense.
¿Cuáles son las posibilidades de lo sucedido a Carlos Lanz?
1. Fue
secuestrado por gente que él consideró venían en plan amigable y se fue con
ellos, como dice Saab, de manera pacífica. Está prisionero en algún sitio o ya muerto
por sus enemigos disfrazados de amigos. Le asigno a esta alternativa un 40% de
probabilidad
2. Tuvo un
episodio a lo Alzheimer y se fue de la casa y se ahogó en algún rio o murió y
su cadáver no ha sido localizado. Le asigno
a esta alternativa un 4% de probabilidad
3. Se trata
de un crimen cometido por algún allegado o amigo, para lo cual habría que
buscar un motivo. Le asigno un 25% de probabilidad
4. Se trata
de una venganza llevada a cabo por una o más personas que deseaban hacerle pagar a Lanz por el secuestro de
Niehous, ocurrido hace 50 años. Le asigno a esta alternativa un 1% de probabilidad
5. Se trata
de un auto-secuestro, en base al cual Lanz quiso desaparecer por alguna razón
económica o política y está oculto, con ayuda de algún allegado, quizás hasta
riéndose de quienes lo buscan. Le asigno a esta alternativa un 30% de probabilidad
Lo ocurrido a Lanz, si es que no fuese algo activado por él
mismo, es muy lamentable. La desaparición de un ser humano es de lo más terrible
que le puede suceder al ciudadano y a su entorno familiar, la cual puede estar
para toda la vida sin saber qué es lo que sucedió, lo que llaman en inglés, “closure”,
el final de la historia, cualquiera que esta sea.
Nos imaginamos a la buena esposa de Carlos Lanz,
esperando noticias de su esposo que nunca llegan. No dudo que ella habrá
pensado en lo que sintió la esposa de Niehhous durante tres y medio años de
ansiedad permanente, sin saber si su marido estaba vivo o muerto.
Nos imaginamos a sus amigos, quienes comparten su
ideología extrema y sospechan que ello ha sido la causa de su desaparición
Nos imaginamos lo que piensa Jorge Rodríguez, ficha importante
del régimen bajo el cual ha desaparecido Lanz, quien fue compañero de su padre
en la ejecución de un secuestro que tuvo lugar hace 50 años.
Lo cierto es que en la Venezuela chavista/madurista la
vida y la seguridad personal no valen nada. Ni la de los mismos miembros de la “revolución”.
Estos
bárbaros niegan la santidad de la vida.
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