la vista es desde lo que fue el lugar del castillo de Odiseo, segun Bittlestone.
Por más de 3000 años el maravilloso relato de Homero que narra el viaje de regreso de Ulises (u Odiseo, en su nombre griego) a su hogar ha apasionado a miles de generaciones. Las aventuras del héroe, la fidelidad de su esposa Penélope, quien lo esperó resistiendo múltiples peticiones de matrimonio, todo el imponente mural donde los dioses y los humanos se entremezclaban, el riquísimo simbolismo de la obra, todo ha hecho de La Odisea una obra “inmortal”, (aunque, por supuesto, no hay realmente nada inmortal en nuestro mundo conocido).
Después de muchas viscicitudes y escapes casi milagrosos y aventuras de naturaleza sobrenatural Odiseo regresó a su isla de Ítaca donde se reunió con su esposa Penélope y su hijo Telémaco. Sin embargo, en la mente de quienes han vivido después, se le ha dado a Ítaca un significado diferente a la tierra a la cuál uno regresa a ser feliz. El poeta griego Constantino Kavafis, por ejemplo, ha hecho de Ítaca el sitio donde todos regresamos a morir. Aunque lo dice bellamente no es menos cierto que lo dice:
"Cuando inicies tu viaje a Ítaca, ruega que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de conocimiento. No temas a los Lestrigonios y los Cíclopes y al furioso Poseidón. Jamás encontrarás tales cosas en tu camino, si tus pensamientos se mantienen elevados, si una bella emoción toca tu cuerpo y tu espíritu. Jamás encontrarás a los Lestrigonios, a los Cíclopes y al fiero Poseidón, si no los llevas contigo dentro de tu alma, si tu alma no los alza frente a ti.
II.
Ruega entonces que el camino sea largo. Que sean muchas las mañanas de verano, en que entres a puertos por primera vez vistos ¡con qué placer, con qué alegría! Detente en los mercados fenicios, y compra mercadería fina, nácar y corales, ámbar y ébano, y perfumes agradables de toda especie., compra tantos perfumes agradables como puedas; visita una multitud de ciudad egipcias, para aprender y aprender de aquellos que tienen conocimiento.
III.
Mantén siempre Ítaca fija en tu mente. Llegar allí es tu meta última. Pero no apresures el viaje para nada. Es mejor dejarlo durar por largos años; e incluso anclar junto a la isla cuando ya estés viejo, rico con todo lo que has ganado en el camino, sin esperar que Ítaca te dé riquezas.
IV.
Ítaca te ha dado el hermoso viaje. Sin ella jamás habrías emprendido el camino. Pero no tiene nada más que darte.
V.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te habrá defraudado. Con la gran sabiduría que habrás ganado, con tanta experiencia, ya habrás entendido para entonces lo que las Ítacas significan.
Si, el ser humano regresa a Ítaca después de su viaje por este mundo. Si es sabio, comprenderá que lo importante ha sido el viaje y no el punto de destino. Por ello Kavafis nos aconseja dejarlo durar por largos años. Y nos dice también que los horrores del camino casi siempre solo existen en nuestra imaginación. Para quienes la encontraremos pobres, Ítaca nos nos defraudará. No debemos esperar nada más de ella.
Por más de 3000 años el maravilloso relato de Homero que narra el viaje de regreso de Ulises (u Odiseo, en su nombre griego) a su hogar ha apasionado a miles de generaciones. Las aventuras del héroe, la fidelidad de su esposa Penélope, quien lo esperó resistiendo múltiples peticiones de matrimonio, todo el imponente mural donde los dioses y los humanos se entremezclaban, el riquísimo simbolismo de la obra, todo ha hecho de La Odisea una obra “inmortal”, (aunque, por supuesto, no hay realmente nada inmortal en nuestro mundo conocido).
Después de muchas viscicitudes y escapes casi milagrosos y aventuras de naturaleza sobrenatural Odiseo regresó a su isla de Ítaca donde se reunió con su esposa Penélope y su hijo Telémaco. Sin embargo, en la mente de quienes han vivido después, se le ha dado a Ítaca un significado diferente a la tierra a la cuál uno regresa a ser feliz. El poeta griego Constantino Kavafis, por ejemplo, ha hecho de Ítaca el sitio donde todos regresamos a morir. Aunque lo dice bellamente no es menos cierto que lo dice:
"Cuando inicies tu viaje a Ítaca, ruega que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de conocimiento. No temas a los Lestrigonios y los Cíclopes y al furioso Poseidón. Jamás encontrarás tales cosas en tu camino, si tus pensamientos se mantienen elevados, si una bella emoción toca tu cuerpo y tu espíritu. Jamás encontrarás a los Lestrigonios, a los Cíclopes y al fiero Poseidón, si no los llevas contigo dentro de tu alma, si tu alma no los alza frente a ti.
II.
Ruega entonces que el camino sea largo. Que sean muchas las mañanas de verano, en que entres a puertos por primera vez vistos ¡con qué placer, con qué alegría! Detente en los mercados fenicios, y compra mercadería fina, nácar y corales, ámbar y ébano, y perfumes agradables de toda especie., compra tantos perfumes agradables como puedas; visita una multitud de ciudad egipcias, para aprender y aprender de aquellos que tienen conocimiento.
III.
Mantén siempre Ítaca fija en tu mente. Llegar allí es tu meta última. Pero no apresures el viaje para nada. Es mejor dejarlo durar por largos años; e incluso anclar junto a la isla cuando ya estés viejo, rico con todo lo que has ganado en el camino, sin esperar que Ítaca te dé riquezas.
IV.
Ítaca te ha dado el hermoso viaje. Sin ella jamás habrías emprendido el camino. Pero no tiene nada más que darte.
V.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te habrá defraudado. Con la gran sabiduría que habrás ganado, con tanta experiencia, ya habrás entendido para entonces lo que las Ítacas significan.
Si, el ser humano regresa a Ítaca después de su viaje por este mundo. Si es sabio, comprenderá que lo importante ha sido el viaje y no el punto de destino. Por ello Kavafis nos aconseja dejarlo durar por largos años. Y nos dice también que los horrores del camino casi siempre solo existen en nuestra imaginación. Para quienes la encontraremos pobres, Ítaca nos nos defraudará. No debemos esperar nada más de ella.
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Pero, es la Ítaca actual la Ítaca de Homero? En un bellísimo libro, “Odiseo Desencadenado”, el arqueólogo aficionado Rober Bittlestone, secundado por linguistas, expertos en Grecia y, sobretodo, por geólogos, parece haber establecido que el sitio original de la isla de Ítaca en la Odisea de Homero es la Península de Paliki, adyacente a la isla de Cefalonia, tierras situadas al oeste de lo que es hoy la isla de Ítaca. Para llegar a esa determinación los miembros del equipo de Bittlestone han analizado de manera exhaustiva las descripciones que hace Homero de la topografía de “su” isla de Ítaca, de lo que dice Telémaco, de lo que dice Odiseo, de donde pudiera haber estado situado el castillo de Odiseo, para llegar finalmente a su conclusión. Aunque esta es una teoría aún no aceptada por todos, el cuidadoso análisis literario, geológico, arquelógico y geográfico del investigador Inglés es tan convincente que ya una mayoría en el mundo científico parece aceptarla.
Pero, es la Ítaca actual la Ítaca de Homero? En un bellísimo libro, “Odiseo Desencadenado”, el arqueólogo aficionado Rober Bittlestone, secundado por linguistas, expertos en Grecia y, sobretodo, por geólogos, parece haber establecido que el sitio original de la isla de Ítaca en la Odisea de Homero es la Península de Paliki, adyacente a la isla de Cefalonia, tierras situadas al oeste de lo que es hoy la isla de Ítaca. Para llegar a esa determinación los miembros del equipo de Bittlestone han analizado de manera exhaustiva las descripciones que hace Homero de la topografía de “su” isla de Ítaca, de lo que dice Telémaco, de lo que dice Odiseo, de donde pudiera haber estado situado el castillo de Odiseo, para llegar finalmente a su conclusión. Aunque esta es una teoría aún no aceptada por todos, el cuidadoso análisis literario, geológico, arquelógico y geográfico del investigador Inglés es tan convincente que ya una mayoría en el mundo científico parece aceptarla.
No es que importe mucho para el común de los mortales. Que puede importar a nuestro mundo convulsionado si la Ítaca de Homero es la misma de hoy o una masa de tierra situada un poco más hacia el oeste?
Para quienes amamos la aventura, quienes nos preguntamos cuál es el significado de todo esto que se llama vida (y muerte), quienes amamos adentrarnos en el misterio sin muchas esperanzas de resolverlo y admiramos las proezas que un simple ser humano puede efectuar, Ítaca es un imán irresistible, pués representa probablemente el fin pero posiblemente el principio.
Para quienes amamos la aventura, quienes nos preguntamos cuál es el significado de todo esto que se llama vida (y muerte), quienes amamos adentrarnos en el misterio sin muchas esperanzas de resolverlo y admiramos las proezas que un simple ser humano puede efectuar, Ítaca es un imán irresistible, pués representa probablemente el fin pero posiblemente el principio.
2 comentarios:
ulises parece q es un heroe griego, cuando derribaron a troya
Gracias por colgar este hermoso poema. Lo había leído una vez y no sabía de quién era ni cómo encontrarlo.
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