Me dice mi amigo Horacio S. F., con mucha razón, que si se aplica esta lógica a todos los asuntos del país tendremos que esperar a que atraquen a Hugo Chávez para que se dedique a combatir la delincuencia.
Yo agregaría que, según la lógica de este lumpen debemos esperar a que no se consiga leche para que se emprenda un programa lácteo. Que no haya caraotas para que comencemos a sembrarlas. Que se caiga otro avión de CONVIASA para que se comiencen a mantener los aviones. Que el tren del Tuy colapse para que importemos los repuestos. Que Caracas sufra un apagón total para que se tomen las primeras medidas para resolver este problema.
Yo emplazo a Escarrá, Arias Cárdenas, Jaua, Giordani, Merentes, Vivas, Flores, Maduro, Arias, Soto Rojas, Morales, R. Ramírez y G. Ramírez, Sáder, Adelina, Fosforito y demás miembros destacados de la pandilla, a que nos digan si esta es la manera correcta de enfrentar los problemas del país. Emplazo a esta gente a decirle al país que están haciendo, además de hablar, para sacar a Venezuela del profundo foso social y económico donde está actualmente.
No soy optimista porque esa gente no se atreve a abrir la boca, a menos que se lo indique el amo. Pienso que esta pandilla está más interesada en poner sus dineros a salvo que en mejorar la situación de la Nación. Lo digo porque pequeños personajes como Aristóbulo Istúriz han sido señalados como poseedores de grandes cuentas en moneda extranjera. No sabemos cuanto de esto es cierto, pero hay una percepción generalizada de que estas gentes están desvalijando el erario público, sobre todo ahora que saben que el régimen agoniza.
La falta de transparencia del régimen alimenta estas especulaciones.
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