El fundador de Amnistía Internacional,
Peter Benenson, escribió un artículo que marcó el inicio de su extraordinaria
misión a favor de los prisioneros de conciencia. El artículo se llamó: “Los
prisioneros olvidados”, leerlo aquí: https://www.theguardian.com/uk/1961/may/28/fromthearchive.theguardian
Comenzaba
así: “Open your newspaper - any day of
the week - and you will find a report from somewhere in the world of someone
being imprisoned, tortured or executed because his opinions or religion are
unacceptable to his government. The newspaper reader feels a sickening sense of
impotence. Yet if these feelings of disgust all over the world could be united
into common action, something effective could be done."
Es decir: Abran su periódico cualquier día de la semana y encontrarán un informe
de algún lugar del mundo en el cual alguien va a la cárcel, es torturado o ejecutado
porque sus opiniones o su religión son inaceptables para el gobierno. El lector
siente un sentido de impotencia. Pero, si todas esas manifestaciones de
disgusto mundiales se pudieran unir en torno a una acción común algo efectivo
podría hacerse”.
Hoy Benenson, quien falleció en 2005 a
los 83 años, estaría contento de leer que un prisionero de conciencia, Leopoldo
López, ha sido enviado a su casa, un paso en la dirección de su plena libertad,
gracias a los esfuerzos y presiones de miles de ciudadanos de todo el mundo,
quienes comparten con Leopoldo sueños e ideales de un mundo en libertad y en
democracia.
Leopoldo López estuvo en la cárcel por
tres y medio años, bajo tortura psicológica casi permanente. En un momento
hasta algunos de sus mismos compañeros de la MUD lo abandonaron, pero los miles
de venezolanos que admiraron la postura digna que lo llevó a prisión nunca lo
abandonaron. Y, lo más importante, Leopoldo nunca los abandonó a ellos.
Permaneció entero, sin quebrarse durante su vía crucis personal. En diferentes
ocasiones el régimen o enviados del régimen le propusieron componendas que él
rechazó.
Ayer Leopoldo salió a su casa, bajo
arresto domiciliario, aún prisionero de la arbitrariedad del grupo de forajidos
que ha usurpado el poder en Venezuela. Su entereza y digna actitud le ha
ganado la admiración de sus compatriotas y ha servido de tónico espiritual para
quienes han estado luchando por la democracia y la libertad en Venezuela.
Adelante, Leopoldo. Felicitaciones para toda la familia, la cual ha mantenido una actitud
igualmente gallarda y le ha ofrecido a Venezuela un gran ejemplo de buena
ciudadanía.
2 comentarios:
mo quebraron a baduel?
y donde anda? en la carcel otra vez!
Por más que uno pueda estar en contra de algunas posiciones políticas de Leopoldo López, es digna de admiración su entereza en aceptar una prisión que fue injusta. Me alegro por Leopoldo y su familia, que otra vez estará unida, como debe ser. Espero que la prisión lo haya madurado como político, porque tiene muchas probabilidades de gobernar a Venezuela.
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