viernes, 7 de septiembre de 2018

Manuel le pide a Manuel que le diga a Sinforoso

Decreto de Reorganización

****      El Insulto final a PDVSA
**** Una Comisión reorganizadora de PDVSA              integrada por los desorganizadores
****      ¿Quiénes son? 
**** Tienen la gran oportunidad de escribir un informe honesto, pero….


manuel (el ministro)  le ha ordenado a manuel ( el presidente de PDVSA) para que ponga orden en la empresa mediante la labor de una “Comisión de Expertos”, la cual se encargará durante los próximos cuatro meses de ajustar, redimensionar, redistribuir, fusionar, liquidar, reducir, captar, despedir, anular, proponer, reflexionar y considerar todos los aspectos organizativos, financieros, laborales y operacionales que puedan estar fallando en la empresa, a fin de someter a la presidencia  (manuel) y al ministro de adscripción de la empresa (manuel) lo que haya que hacer para lograr que PDVSA se convierta en una organización eficiente, eficaz, honesta, profesional, experta y modelo para el mundo.
El grupo designado para esta tarea está coordinado por el Director de Planificación de PDVSA, Miguel Quintana e integrado por un militar amigo de manuel, José Gregorio González, quien era funcionario de la conocida Corporación Barrio Nuevo; Henry Ardila, quien viene de la Corporación del Turismo, donde era compañero de trabajo de la jefe, cuya mayor credencial es ser  esposa de Diosdado Cabello; Héctor Felizola y Robert Pérez (¿será el receptor de los Indios de Cleveland?).
Aparte de sus nombres no existe ninguna otra información sobre estos señores, sobre las credenciales que puedan tener para llevar a cabo el trabajo. Por ello llamo al Coordinador Sinforoso, porque cualquier nombre le queda bien.
Ahora bien, ¿qué se piensa hacer? Una reorganización se lleva a cabo para poner a la empresa en condiciones óptimas de operatividad, para que sus procesos sean eficientes y transparentes, para que sus ingresos aumenten, para que cumpla debidamente con la misión de la empresa que debería ser proveer a la dueña, que debería ser la Nación y no, como es hoy, un gobierno de narcotraficante,  con suficientes ingresos. Pero la orden recibida no menciona esos objetivos esenciales sino sugiere que el trabajo será quitar departamentos, agregar departamentos, botar a unos cuantos reposeros y crear un cuadro de organización que luzca diferente al existente pero el cual no podrá alterar la situación real de la empresa.
Si esta “Comisión” quisiera ser efectiva no sería necesario estar cuatro meses trabajando, ni cuatro días. Cuatro horas serían suficientes para que se produjeran unas recomendaciones para resolver el problema. Si Sinforoso y su cuarteto tuvieran un ataque súbito de honestidad intelectual coordinaría un Informe que dijera, más o menos lo siguiente:

Sr. manuel:
Después de cuatro horas de intenso trabajo honesto e íntegro hemos llegado a las siguientes conclusiones:
1.    La organización básica de la empresa PDVSA no es el problema. El problema es que PDVSA es parte de un sistema perverso, caracterizado por la ineficiencia y la corrupción. Este sistema existe a nivel del gobierno  e incluye a toda la administración. Por lo tanto, tratar de resolver el problema mediante la reorganización de PDVSA es como tratar de salvar a un enfermo de cáncer del cerebro tratándole un dedo de los pies;
2.     Una reorganización como la que nos fue ordenada estaba diseñada para atender a aspectos anatómicos de la empresa, cuando la enfermedad que la aqueja es fisiológica, producto de procesos viciados y entretejidos con la podredumbre generalizada que existe en todos los órganos del gobierno. Estas aflicciones fisiológicas han creado toda una patología de naturaleza sistémica que no se cura atendiendo a un aspecto aislado del sistema gangrenado sino sacando de raíz su origen. Sentimos decirlo, Sr. manuel, pero el problema de PDVSA es usted, somos nosotros, es la llamada “revolución”, es la ideología decimonónica combinada con la ineptitud
3.    Tenemos que ser honestos. Lo que se requiere para salvar al sector petrolero es sacar al gobierno del poder, auto-suicidarnos, Sr. manuel. La tragedia petrolera nacional no se cura cambiando de nombre a departamentos o reduciendo direcciones o creando otras. Se cura, Sr. manuel, abandonando las ideas insensatas de gerenciar la empresa con los obreros, lo que se ha bautizado en el Plan Socialista de PDVSA con el rimbombante nombre de: “la Gestión Directa y Democrática de La Clase Trabajadora en el Proceso Social de Trabajo” . Cada uno de los factores que integran una  empresa tiene su puesto: labor, tecnología, gerencia, capital. Ni los gerentes aportan el capital, ni los obreros gerencian, ni los tecnólogos manejan las máquinas o perforan los pozos. Cada quien debe hacer su trabajo, sin invenciones necias.
4.    Debemos dejar de ser aprendices de brujos, Sr. manuel. Qué es eso de injertos socialistas? De qué hablan nuestros jefes cuando mencionan la gran siembra petrolera, si lo que siembran en la faja del Orinoco es sorgo? No podemos sembrar sorgo y olvidar que nuestro negocio medular era producir petróleo con eficiencia y honestidad, no crear focos de corrupción militar como CAMIMPEG o de corrupción civil como los contratos de “servicio” que usted acaba de firmar con un grupo de empresas fantasmas Sr. manuel.
Este es nuestra recomendación: Renunciar para bien del país, darle el manejo de la empresa y del país a quienes sepan cómo hacerlo.

De usted muy atentamente,
Sinforoso
P.D. estoy a su orden en España, donde hay varios ex-directores y altos ex-gerentes de PDVSA de la época del Comandante eterno, quienes viven en las mejores mansiones de este bello país, cerca de los bolichicos. Yo tuve la precaución de salir del país un día antes de enviarle mi informe arriba anexo.      

1 comentario:

Anónimo dijo...

gerenciar no es jalar escardilla