El Canciller de España saluda a su amigo el corrupto Canciller de Maduro, Jorge Arreaza
· Una mujer está siendo asesinada por un criminal drogado
en plena luz pública
· Un niño está siendo azotado por un padre borracho ante
los estudiantes y maestros de su escuela
· Una joven menor de edad está siendo violada por un sádico
en un parque público, ante la mirada de los transeúntes
· Un preso es torturado con conocimiento de las
organizaciones de derechos humanos
· Una madre da a luz al lado de un basurero en una esquina
de la ciudad
· Un anciano muere de hambre, semi-desnudo, frente a un
edificio del gobierno
· Un paciente se asfixia en un pasillo de un hospital que
carece de medicinas y de oxígeno para salvar su vida
Tragedias como estas suceden a
diario en Venezuela, ante los ojos del mundo. Y no desde ayer sino desde hace
años, de forma progresiva, desde que el régimen chavista está en el poder. Y
nadie interviene, por indiferencia, temor o complicidad.
Pero esto no es todo.
El régimen forajido maneja mucho del tránsito y envío de drogas al mundo
desde Venezuela. Esto es conocido.
El régimen forajido documenta terroristas para que entren a los países de
la región con la misión de subvertir a sus gobiernos legítimos. Y ello es documentable
y ha sido documentado
El régimen forajido ha financiado por años una pandilla kleptocrática
regional compuesta por similares gobiernos como los de Cuba Nicaragua, Bolivia
y, en ocasiones, Argentina bajo Kirchner o Brasil bajo Lula, para tratar de implantar
en la región latinoamericana una ideología fracasada en el resto del planeta. Y
ello es harto conocido
El régimen forajido apoya, patrocina y permite a las guerrillas terroristas
colombianas hacer vida en territorio venezolano, hasta el punto de que ya
existen áreas de ese territorio bajo control de fuerzas irregulares extranjeras
El régimen forajido ha creado y sigue creando un caos ambiental en la zona
Sur de Venezuela, la cual forma parte del escudo de Guayana y de la Amazonia,
El régimen forjado le quita el pan de la boca a los venezolanos para
dárselo a los castristas cubanos, en forma de regalos petroleros y
transferencias financieras, mientras permite al castrismo cubano el control de
las decisiones de política venezolana, todo lo cual está perfectamente
documentado.
Todo este inmenso cuadro de miserias y tragedias, de atentados contra la
población y el medio físico venezolano y latinoamericano está en marcha sin que
alguien intervenga. Esta destrucción masiva, la cual ya desborda las fronteras
de Venezuela y surge como un torrente hacia el sur, hacia Brasil, Colombia,
Ecuador, Perú y llega a Chile y Argentina y se derrama hacia todos los demás
continentes aumenta cada día, mientras burócratas internacionales dan discursos llenos
de clichés sobre Venezuela y luego se van
a almorzar, pensando que han cumplido con su deber.
La muerte de Venezuela está siendo vista en vivo y en directo por el resto
del planeta. Como sucede con los transeúntes cobardes los gobiernos cierran los
ojos y pasan en silencio, sin intentar salvarle la vida a la nación moribunda.
Esto ya ha sucedido antes en la historia de la humanidad: masacres, genocidios,
abusos gigantescos de poder han ocurrido ante los ojos de un mundo egoísta, siempre
atento a sus propios intereses. La pasividad es promovida por cómplices del
régimen forajido, tanto en el exterior, a lo Zapatero y Federica Mogherini,
como en el país, a lo Timoteo y la legión de castrados morales que continúan
oxigenando al régimen.
Como venezolano y ciudadano de un planeta Tierra, tan deteriorado y amenazado
por la cobardía y el egoísmo, exijo a la región, en nombre de la justicia, de
la compasión y de la dignidad, que acuda en urgente auxilio de Venezuela antes
de que el país se convierta en un cementerio sin flores.
Quienes piensen, desesperados, en ir a prenderse fuego frente a la OEA,
frente a la Unión Europea o frente a la ONU, a fin de mover esas organizaciones
a la acción, deben pensarlo dos veces. Porque sus sacrificios individuales
serían inútiles si quienes los ven desde sus ventanas son gente como Federica
Mogherini, Josep Borrell o Tabaré Vásquez.
Un
ejército integrado por miembros de los países de la región no sería un ejército
invasor, sería un ejército de liberación
5 comentarios:
Es insólito y grotesco que la OEA y la ONU sigan queriendo hacer más análisis y observaciones del desastre humanitario en Venezuela. Hasta cuándo!
Mientras, Edgar Zambrano se opone a una intervención -se aprendió muy bien el libreto que le dieron en la "cárcel" y Guaidó se pasea con Ocariz, de campaña, muertos de la risa.
Venezuela muere...
Totalmente de acuerdo contigo. Demasiada angustia, demasiado triste y en eso llevamos 20 años, denunciando. Llegó la hora de la intervención
Pedir la intervencion, sabemos, tiene pocas probabilidades de éxito. Pero hay que decirlo, hay qye dejar constancia de que no todos somos cobardes y moralmente débiles. En los 20 años de tragedia chavista han muerto , se estima, unos 200.000 compatriotas, directa o indirectamente a manos del régimen de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro. Venezuela es hoy un país en ruinas donde la vida humana vale poco. Esto no puede ser tolerado.
Totalmente de acuerdo con ud.
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