INTOLERABLE SI HEMOS DE SEGUIRNOS LLAMANDO VENEZUELA
*** La violencia e indignidad campean en la
Venezuela de hoy
*** Si los líderes que abogan por el
diálogo en Venezuela hubiesen mandado en la Inglaterra de la pre-guerra mundial,
hoy el mundo estaría bajo el nazismo
Las Venezuelas que hemos tenido durante
los últimos 75 años han sido, literalmente, repúblicas aéreas, edificios sin
bases. No podían sostenerse, todas se han resquebrajado, hasta llegar a la
Venezuela actual de la cual solo quedan escombros materiales y espirituales. Este
derrumbe venezolano ha sido producido por una pandilla de criminales chavistas
apuntalados por una fuerza armada traidora. A ello ha contribuido la mayoritaria
pasividad e impotencia de una población de 30 millones de gente pero de pocos
ciudadanos. Al decir esto, debo añadir que esa pasividad e impotencia no han
sido producto de una torva intención colectiva por parte de los venezolanos,
sino el producto de su escasa formación ciudadana, la cual ha sido generada por
un petro-liderazgo político y social de visión populista y estatista. Con pocas
excepciones ese liderazgo ha mantenido a la población venezolana en una
relación de dependencia, de patrón-cliente, mediante el uso de promesas, casi
siempre exageradas e incumplibles, diseñadas para mantener a la población fiel
a sus parcialidades políticas. Lo que en
los líderes de la etapa democrática fue un grave error de conducción que condujo
al deterioro de la democracia, en la
etapa actual de socialismo del siglo XXI,
ha sido un horroroso crimen que ha llevado a la muerte, tortura, represión, exilio,
empobrecimiento y embrutecimiento de la población, así como a la prostitución
de las instituciones.
El crimen del chavismo llegó hace tiempo
al punto donde requiere ser expulsado del poder por la fuerza y castigados
severamente sus principales cabecillas. La progresiva humillación del pueblo
venezolano ha dejado a la población sin alimentos y medicinas pero, peor aún,
le ha ido robando su dignidad, hasta reducirlo a un país de gente exhausta e
indefensa, rehenes de los victimarios. A esta progresividad condición de indignidad
se suman las voces de quienes, hablando en nombre de la “concordia”, piden un
diálogo y un arreglo con los criminales. Quienes así hablan dicen hacerlo en nombre
de la paz, en nombre del cese de la violencia, sin querer darse cuenta de que
la violencia, la muerte y el sufrimiento a manos de la violencia están presentes,
a niveles del horror, cada día que el
país permanece en manos de los criminales chavistas.
Las fotos que anexo a esta nota son una
muestra elocuente de hasta donde ha llegado la humillación e indignidad en
Venezuela. Familias indigentes viven en condiciones infra humanas en el cementerio del Sur, en Caracas, haciendo de las tumbas parte de una precaria morada. A la profanación del respeto
que se le debe a los muertos y a sus familiares se añade la indignidad de vivir
de esta forma, que ya no es vivir como seres humanos sino como miembros de una
especie inferior.
Esto ocurre en una Venezuela que se dice
rica, a manos de una pandilla de criminales que dicen ser representantes del pueblo,
que realmente son criminales, narcotraficante y
ladrones de ínfima calidad moral.
Tienen que ser sacados por la fuerza del poder y llevados a prisión y ello no
será posible sin una rebelión abierta por parte de lo que queda de la Venezuela
digna, apoyada por fuerzas externas. Es preciso iniciar la formación de un contingente
de liberación de la Venezuela rehén en manos de los bárbaros, para lo cual será
necesaria la ayuda de países democráticos de la región que hayan comprendido
que la ayuda a un ser indefenso y agonizante debe ser de mayor rango que la
cacareada no-intervención detrás de la cual se esconde la cobardía.
2 comentarios:
Hace poco leía sobre cuántas gentes vinieron a Venezuela y parece que hoy hablamos de un lugar que nunca existió.
https://caracascuentame.wordpress.com/2020/05/21/caracas-la-movida-gastronomica-cuando-comiamos-como-en-paris/
Te doy la razón Gustavo.
Lo peor es la ignorancia. Asi es como pueden indoctrinar a los ingenuos. Moral y Luces son nuestras primeras necesidades. Soy testigo que crecí en una Venezuela donde habia odios, ibamos mejorando poco a poco. Lo malo fue que los comunistas codiciaban todos los bienes que Dios nos ha dado.
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